jueves, 26 de febrero de 2015

Quimby

Quimby es una banda de rock húngara formada en 1.991 en la localidad industrial de Dunaújváros (a unos 80 kilómetros al sur de Budapest), por los hermanos Tibor y Endre Kiss, Ferenc Mikuli y Livius Varga. Su nombre se debe a una revista alternativa americana de la que eran lectores asiduos.


Concierto de Quimby en Nyíregyháza.


Durante los primeros años fueron bastante desconocidos, pese a grabar álbumes continuamente, y han ganado gran fama en el último lustro. Tan solo tuvieron un parón entre 2002 y 2005 debido a problemas de uno de sus componentes. Aunque comenzaron cantando muchos de sus temas en inglés, a mediados de los años noventa retomaron la lengua húngara en sus temas. Una década después adquirieron gran fama en el país tocando en festivales de la talla del Sziget, y volviéndose muy populares. A día de hoy tienen más de una docena de álbumes a sus espaldas.

Una de sus canciones más famosas es su versión de la famosísima canción húngara "Most mulik pontosan" (traducido como "en este preciso momento"). Os dejo algunos de mis temas favoritos:


"Magam adom".



"Sehol se tallálak".


"Most mulik pontosan".

domingo, 22 de febrero de 2015

Putin visita Hungría

Tras la visita de la canciller alemana Angela Merkel a principios de mes, el pasado día 17 de Febrero fue el turno del presidente ruso Vladímir Putin.

El encuentro entre Putin y Orbán fue muy polémico debido a las tensas relaciones que mantienen occidente y Rusia en estos últimos meses a raíz de la guerra de Ucrania: la Unión Europea y Estados Unidos han iniciado un período de sanciones y aislamiento contra el "oso ruso" inédito desde la guerra fría, y era bien sabido que no les hacía ni pizca de gracia que el primer ministro húngaro organizase una visita para su homólogo ruso y presumir de "buen rollo" entre Hungría (miembro de la OTAN y la UE) y Rusia. De hecho Hungría es el primer estado de la UE que Putin ha visitado desde que estallase el conflicto en Ucrania un año atrás.

Lo cierto es que la visita tenía motivos exclusivamente económicos muy importantes para ambos países (especialmente para Hungría). Pero parece que esto último ha sido pasado por alto por la mayoría de los medios de comunicación occidentales que han llegado incluso a acusar a Orbán de ser el caballo de Troya de Putin en Europa.

Lo que no deja de ser chocante es cómo ha cambiado el discurso de Viktor Orbán, desde que allá por 1989 exigiese a Rusia y la URSS su salida completa e inmediata de Hungría y reivindicase la soberanía del estado húngaro. Ahora, Rusia es vista como un aliado y no un enemigo. ¿Qué ha cambiado entre estas dos imágenes?


En la imagen superior, discurso antisoviético de Viktor Orbán en 1989. Debajo, la reunión del pasado 17 de Febrero entre él y Putin.


Como ya he explicado a lo largo de todo este tiempo que llevo con el blog, la alianza Fidesz-KDNP que gobierna Hungría desde 2010 (con Viktor Orbán como primer ministro), tiene un eje político y económico fundamental que explica en gran parte su éxito en las urnas: la creación de una empresa pública nacional que se dedique al abastecimiento de los servicios domésticos (fundamentalmente agua, electricidad, gas y calefacción) sin ánimo de lucro, a un precio más bajo que el actual. Para ello decretó en dos ocasiones una bajada de precios (del 10% cada una) en todos los servicios (lo que ha beneficiado enormemente a las familias de clase baja, que desgraciadamente son la mayoría del país). De esto poco o nada se ha hablado en los medios de comunicación extranjeros que no dudaban, eso sí, en publicar artículos sobre Hungría cada vez que Fidesz aprobaba con su mayoría absoluta parlamentaria diversas leyes cuyo fin era la acumulación de poder y el recorte de ciertas libertades (y me parece genial que se critique esto, pero entonces es deber moral hablar también de las cosas que se hacen bien, y Orbán habrá hecho muchas cosas mal, pero también otras han sido, a mi juicio correctas).

Tras decretar varias bajadas en los precios de los servicios domésticos (en húngaro "rezsicsökkentés"), recientemente se ha anunciado la creación de la mencionada empresa de titularidad pública que ofrecerá precios de costo y debería obligar a las privadas (en su mayoría en manos extranjeras) a vender al estado sus empresas y acciones al no poder competir con las tarifas públicas.


Cartel de Fidesz anunciando las bajadas de precios en los servicios domésticos.


La idea, que parece razonable, necesitaba de un proveedor extranjero de energía barata, ya que Hungría no tiene ninguna fuente energética (ni petróleo, ni gas, ni recursos hidroeléctricos). Las miradas obviamente apuntaban a Rusia. Así que, tras tragar mucho orgullo y discursos pasados, el gobierno húngaro decidió hacerse "íntimo" del gobierno ruso encabezado por Putin (un hueso duro de roer, no obstante). La crisis ucraniana se ha convertido en un cuchillo de doble filo para Orbán, ya que le ha hecho ser "el alumno díscolo" de la Unión Europea, aunque le ha venido muy bien de cara a su discurso doméstico para hacerse la víctima una vez más y para que Hungría haya sido vista por Putin como un país de creciente relevancia. Un equilibrio muy difícil de mantener en los tiempos que corren. Y es que Orbán necesita hacer tratos con Rusia, y justo con la que hay ahora montada, tiene que bailar el limbo reuniéndose con Merkel o el gobierno polaco (dos aliados de Hungría fundamentales que piden explicaciones por su acercamiento a Rusia, sobre todo Polonia, que no ha cambiado su discurso desde la caída de la URSS) para explicarles que solo son negocios.

En lo que se refiere a la visita de Putin, que llegó una hora más tarde de lo esperado, en su flamante avión presidencial con limusina blindada propia en la bodega de carga, fue recibido por el ministro de exteriores húngaro en el aeropuerto Liszt-Ferenc de Budapest (cuyo nuevo nombre me sigue sonando raro), y tras viajar a la plaza de los héroes (Hősök tere), fue al cementerio Kerepesi para rendir homenaje junto con varios soldados rusos al monumento a los soldados soviéticos muertos durante la segunda guerra mundial en Hungría (este año se cumple el 70º aniversario de la liberación de la ocupación alemana de Europa).

Tras esto, viajó al edificio del parlamento, mantuvo una reunión de dos horas con Viktor Orbán, dieron una rueda de prensa más que correcta y esperada, y finalmente Putin acudió al palacio presidencial de Buda donde se reunió con János Áder para después volar de vuelta rumbo a Moscú.

En la mencionada rueda de prensa (donde ambos dirigentes lucieron idénticos traje y corbata), confirmaron los planes para que la empresa rusa Rosatom construya dos reactores nucleares nuevos en la central de Paks (con posibilidad de hacer otros dos más en el futuro). Rusia prestará a Hungría el 80% del dinero necesario para la obra. Además se renovaron los acuerdos para la importación de gas ruso, ya que los actuales expiran este año. Parece ser que Hungría ha conseguido un buen acuerdo de gas barato por lo que se comentó. Tras el fiasco del proyecto South Stream, que pretendía transportar gas directamente desde Rusia a la Unión Europea mediante un gasoducto bajo el mar negro hasta Bulgaria (pero este último país sucumbió a la presión de la UE para desbaratar el proyecto), ahora se baraja hacerlo a través de Turquía, Grecia, Macedonia, Serbia y Hungría.

En cuanto al tema de Ucrania, ambos resaltaron la importancia de terminar el conflicto de forma diplomática y evitar un mayor derramamiento de sangre, tanto de los soldados ucranianos de etnia húngara (que viven en la frontera con Hungría) enviados al frente por el gobierno de Kiev, como de ucranianos de etnia rusa en el bando oriental, en un conflicto que involucra a Rusia y Hungría.


Rueda de prensa conjunta de Putin y Orbán tras la reunión.

miércoles, 18 de febrero de 2015

Recorriendo Budapest (II) : Qué hacer

En la anterior entrada propuse un recorrido por Budapest para disfrutar de esta maravillosa ciudad, pasando por sus rincones más emblemáticos y otros que no lo son tanto pero bien merecen la pena una visita. Además me sirvió para poner un poco de orden tras muchas entradas sobre qué ver o visitar en la capital húngara. Hoy propongo varios planes para Budapest, con el mismo doble objetivo. Bien como apresurado turista, o como residente foráneo con más tiempo y calma, ahí van unas ideas:

Qué mejor que comenzar el día con un buen desayuno: uno de los mejores sitios es la calle Pozsonyi út y sus famosos brunch, pero tampoco es mala idea empezar la jornada visitando una de las más famosas cafeterías de Budapest. Otra opción es el café Alexandra en plena avenida Andrássy. O un café rodeado de gatos, para los amantes de estos simpáticos animales. O otra cerca del Castillo de Buda con un café de gran calidad.


Para el almuerzo, varios restaurantes de Budapest, otros cuantos más, y otros cuantos más (estos con sabor de casa), también sirve ya de paso para la cena.

¿La comida no fue suficiente? Lugares muy dulces para merendar, como la tienda de donuts, de pasteles o Sugar shop, para rememorar nuestra infancia o para que los más pequeños sigan con la suya. ¿Y qué mejor a media tarde que un curioso helado con forma de flor?

¿Cansados de andar por la ciudad? ¿Y qué tal sumergirnos en algunos de los balnearios más placenteros de Budapest? Aquí los más famosos y espectaculares, pero también aquí otros menos conocidos pero igual de buenos.

¿Ya se hizo de noche? Tomar una cerveza o una copa en un bar de ruinas es una gran idea. Y si nos quedamos por la zona podemos alargar la noche hasta que el sol nos queme en la cara.

Por la mañana siguiente, si hace buen tiempo, un paseo por Római Part, la tradicional costa norte del Danubio, o por Kopaszi gát, la más moderna parte sur, nos permiten evadirnos sin salir de la ciudad.

Podemos disfrutar de un tren gestionado por niños, o de las impresionantes vistas desde los montes de Buda y su cima más alta. Ya en la ciudad, podemos disfrutar desde las alturas también montando en su noria o subiendo su basílica. Y pasear o tumbarnos en su gran pulmón central, la isla Margarita.

Otros planes: pasear por el gran cementerio Kerepesi contemplando los enormes mausoleos de algunos húngaros más importantes de la historia o Wekerle telep, un barrio que nos sumerge parcialmente en la mismísima Transilvania sin salir de Budapest.

Algunos de mis rincones favoritos: la plaza del barrio Óbuda o la empinada calle Gül Baba cierran mi lista de sugerencias.

sábado, 14 de febrero de 2015

Recorriendo Budapest (I) : Qué ver

Tras muchas entradas en el blog sobre Budapest, va siendo hora de poner un poco de orden en todo esto. Por eso hoy propongo hasta tres paseos por la capital húngara para conocer algunos de los mayores secretos y encantos de esta joya a orillas del Danubio, a la vez que repasamos y recapitulamos algunas de las entradas antiguas de este blog.




El primero es tan solo una posibilidad más de las muchas que existen para ver Budapest. Es mi recomendación personal y consta de un recorrido circular de alrededor de unos 12 kilómetros que recoge la principal esencia de la ciudad, y que nos llevará fácilmente un día entero. Por supuesto hay más cosas que ver y hacer que se escapan a este circuito, es imposible meter todo en el mismo saco, pero para eso después propondré otros paseos más pequeños.

Partimos de uno de los centros neurálgicos de Budapest, Vörösmarty tér, totalmente céntrico, cercano al metro y a muchos de los principales hoteles de la ciudad. En realidad, como el recorrido es circular, podemos partir de donde queramos. Otra opción posible es hacerlo desde el Mercado Central (para mí es la mejor opción, pero no comienza en un sitio tan céntrico como Vörösmarty). En este caso, solo tenéis que comenzar a leer un poco más abajo (desde que cito el Mercado Central) y al terminar la entrada volver a subir hasta el principio para seguir hasta llegar al mismo punto. Sencillo.

Desde la parte sur de la plaza parte una calle, Deák Ferenc utca, hacia la plaza homónima. En esta plaza convergen tres de las cuatro líneas de metro y es un lugar muy popular de reunión entre los ciudadanos de Budapest. La principales franquicias del mundo tienen aquí muchos establecimientos. De aquí nos dirigiremos hacia el norte, cruzando una carretera llegamos a Erzsébet tér, con su gran noria, (nota: a día de hoy la noria ha sido cerrada y desmontada, por lo visto expiró su licencia, pero debido al éxito que ha tenido se rumorea que puede volver a abrir este verano), y después por Sas utca veremos a mano derecha la Basílica de San Esteban, el segundo mayor templo del país (por detrás tan solo de la basílica de Esztergom). Conviene volver por nuestros pasos hasta Október 6 utca, que desemboca directamente en otra famosa plaza, Szabadság tér (plaza de la libertad). Aquí están la sede de la televisión húngara, la embajada de los EE.UU., el monumento a las víctimas de la 2ª guerra mundial o el monumento soviético a la liberación de Budapest de los nazis.

Al norte del parque, ligeramente hacia la izquierda, parte una pequeña calle llamada Vecsey utca que pasa por una pequeña placita con una estatua de Nagy Imre sobre un puente que es una famosa atracción de Budapest, y desde aquí ya divisamos perfectamente el Parlamento de Budapest, probablemente el edificio más famoso del país, y mi favorito sin duda. Podría estar horas contemplado sus torres, ventanas, aristas, cúpulas y detalles, por no hablar de su espectacular iluminación nocturna. Muy cerca del parlamento, en el lado sur, junto al río, están los famosos zapatos del Danubio. Hacia el norte, seguiremos los railes del tranvía por Balassi Bálint utca, para llegar al Nagykörút y el Puente Margarita (Margit híd). Por este puente cruzaremos el Danubio hasta llegar a Buda, no sin antes de llegar desviarse en mitad del puente a la isla Margarita para disfrutarla.

En Buda, giramos hacia el sur para continuar nuestro recorrido por el paseo junto a la orilla del Danubio, contemplando el Parlamento desde el otro lado del río. Este es el mejor sitio para hacerse la foto con el edificio de fondo, ya que debido a su gran tamaño es complicado meterlo en la foto desde la propia plaza de Kossuth tér.

Una vez llegados a Batthyányi tér giramos por Batthyányi utca hacia la derecha (oeste) y continuamos hasta llegar a unas escaleras (en efecto, Buda es montañosa y llena de cuestas, al contrario que la totalmente plana Pest). Esta escalinata se llama Kagyló utca (calle del mejillón, curioso), y por ella accederemos a la parte norte del Castillo de Buda. Aquí se encuentran muchas de la atracciones más importantes de Budapest: el bastión de los pescadores, la iglesia de Matías o el propio Castillo de Buda. Sin embargo, parte de su encanto está en perderse por estas empedradas calles, y su paseo por el lado occidental de la montaña, con unas espectaculares vistas de la ciudad de Buda. Finalmente, al sur está el castillo, desde el cual iniciaremos el descenso por las serpenteantes calles. En la bajada, pasaremos junto al Funicular del castillo y el puente de las cadenas, el más antiguo y famoso de todos los puentes de Budapest.

Si no queremos andar tanto o subir cuestas, otra opción es subir con el funicular que parte desde el puente de las cadenas y sube directamente al Castillo de Buda. En este caso podemos cruzar a Buda desde Pest por el propio puente de las cadenas y así realizar un recorrido más pequeño (pero nos quedamos sin ver isla margarita). Es muy recomendable caminar por este puente y hacerse las fotos de rigor, en cualquier caso.

Una vez abajo, divisamos nuestro siguiente objetivo: la ciudadela, en la cima del monte Géllert (¿he dicho ya que Buda es montañosa?). Así que de nuevo se nos pone el camino cuesta arriba. La ciudadela fue construida para vigilar Budapest desde una posición elevada privilegiada tras la revolución de 1848 contra el Imperio Austríaco, que sería el embrión del posterior Imperio Austrohúngaro. La gran estatua femenina fue obra de los soviéticos, también para conmemorar la liberación de Budapest por el ejército rojo.

Bajando por la cara sur, tras ver la curiosa y pequeña iglesia construida en una cueva, bajamos al balneario Géllert, seguramente el más famoso de Budapest. Cruzaremos de nuevo el Danubio, esta vez en dirección a Pest por mi puente favorito, Szabadság híd, con su característico color verde. Nada más llegar a Pest tenemos otras dos cosas que hacer. A mano derecha, el Mercado Central de Budapest, obligada visita y un buen sitio para comprar el famoso salami húngaro de Pick o el paprika (pimentón húngaro).

Frente al mercado comienza una de las calles más populares y turísticas de la capital, Váci utca. Peatonal, plagada de comercios y restaurantes, y obligado paseo. Si la recorremos entera, terminaremos donde comenzamos el recorrido, en Vörösmarty tér. Llegados a este punto, habremos visto mucho de Budapest, pero no todo.

Algo básico falta aún, que es nuestro segundo paseo, este más pequeño: la Avenida Andrássy, que comienza desde la propia Erzsébet tér, pasa por la Ópera de Budapest, la plaza Liszt Ferenc, llega a la plaza Oktogon (donde confluye con Nagykörút, uno de los puntos más transitados de Budapest), y continúa hasta Hosok tere, la plaza de los héroes, el parque de la ciudad o Városliget y el famoso balneario de Szecheny, muy recomendable para bañarse en cualquier época del año gracias a sus aguas termales. Para volver, recomiendo tomar la línea 1 de metro, la segunda más antigua de Europa, trazada bajo la propia avenida Andrássy.

El tercer y último recorrido para ver lo que falta de Budapest parte de Deák Ferenc, y en este caso iremos hacia el sur siguiendo la pequeña circunvalación (Kiskörút en húngaro), por una avenida llamada Károly körút. Desde esta avenida parten varias calles que se adentran en el distrito VII (Erzsébetváros), donde se encuentran la mayoría de bares, restaurantes y zonas de marcha de Budapest. Así, las calles Király o Dob son algunas de las principales zonas de ocio de la capital. Uniendo ambas se encuentra un pasaje, llamado Gozsdu udvár, con más terrazas y restaurantes, y destino frecuente de húngaros y turistas desde la tarde hasta bien entrada la noche (una buena opción para ver ambas es desviarse de Károly a Király, tomar el pasaje Gozsdu y volver de nuevo a Karóly por Dob utca, de todas formas las calles del barrio VII tiene su encanto y recorrelas no está de más en nuestra visita a Budapest). La plaza Madach Imre es otro de los puntos neurálgicos de Budapest. Y más abajo, la sinagoga de Budapest, una de las mayores del mundo.

Siguiendo esta avenida (la del tranvía), bajamos por el Múzeum körút, nombre debido al gran museo que nos encontraremos a mano izquierda si vamos en dirección sur, como propongo en este recorrido. Llegaremos finalmente a Kálvin tér, una plaza caracterizada por la característica forma de su iglesia. Si seguimos por esta calle, terminaremos en el puente Szabadság, el Mercado central y la calle Váci, pero como esto ya lo mencioné en el primer recorrido, toca adentrarse por Kecskeméti utca, bajo un arco entre hoteles y edificios de oficinas. Renovada hace poco, muchas terrazas y restaurantes han abierto en esta calle. Además aquí está la Universidad Eötvös Loránd, una de las más prestigiosas de Hungría. Junto a ella hay otra hermosa iglesia, prácticamente encajada entre los edificios.

Seguimos en dirección norte por Károly Mihály utca, pasando el famoso Café Central, para llegar a otro emblemático lugar, la plaza de los franciscanos o Ferenciek tere en húngaro. Si miramos a la izquierda veremos el puente Erzsébet, con su impoluto color blanco. Al cruzar la avenida Kossuth Lajos, seguimos por Petofi Sándor utca, que va paralela a Váci, y es un recorrido alternativo que nada tiene que envidiar a Váci utca, y que termina en la plaza Deák Ferenc.

Tomar el tranvía número 2 en Jazsai Mari tér (junto al puente Margarita) y ver el Danubio junto a las principales atracciones de Budapest como el parlamento, el bastión de los pescadores, la iglesia de matías, el puente de las cadenas, el castillo de Buda o la ciudadela, hasta la parada de Fovam tér tampoco debería faltar en vuestra visita.

Para aquellos con ganas de más, puedo recomendarles recorrer la gran circunvalación (Nagykörút), especialmente el tramo que va desde el puente Margarita hasta la plaza Blaha Lujza. En este trayecto veremos la estación de tren de Nyugati, la plaza Oktogon y la mencionada Blaha Lujza, pero sobre todo los quehaceres diarios de los ciudadanos de Budapest, como escribí en la entrada. Desde la propia Blaha Lujza podemos ir por Rákóczi út hasta la estación de tren del este (Keleti Palyaudvar) la más hermosa de toda Hungría. Y si tenemos más tiempo, cerca de aquí nos pilla el cementerio Kerepesi. Como curiosidad, el barrio Wekerle, al sur de Pest, tiene un aire transilvano y es una ciudad jardín de principios del siglo XX. Lo único malo es que está algo alejado del centro.

Y finalmente, la plaza de Óbuda, con su famosa estatua de las señoras con paraguas es otro rincón con encanto de Budapest, como también lo es la empinada calle Gül Baba, cerca del puente Margarita.

martes, 10 de febrero de 2015

Merkel visita Hungría

El pasado martes la canciller alemana Angela Merkel realizó una breve visita de varias horas a Budapest, donde se reunió, entre otros, con el primer ministro húngaro Viktor Orbán y el presidente János Áder.

Las relaciones entre los gobiernos húngaro y alemán no pasar por su mejor momento, y las discrepancias entre Merkel y Orbán saltan a la vista. De hecho, la última visita de Merkel a Hungría fue en 2009. Por aquel entonces el anterior gobierno socialista estaba en el poder. Sorprendente si tenemos en cuenta que Alemania es el principal socio comercial de Hungría, tanto en importaciones como exportaciones.

Por poner un ejemplo, ciudades húngaras como Győr o Kecskemét dependen en gran medida de las enormes fábricas que Audi y Mercedes han construido en ellas. Empresas alemanas que, pese a tener holgados beneficios, han venido a producir a Hungría para disminuir sus costes salariales y seguir amasando fortuna, mientras que los trabajadores húngaros emigran en masa a Alemania en busca de mejores salarios. Eso sí, en la frontera no hay que enseñar el pasaporte, que somos Schengen. En fin, eso es la Unión Europea.

Hace solo unos días, a raíz del atentado de Charlie Hebdo, Orbán realizó unas desafortunadas declaraciones sobre la inmigración en general y la económica en particular, diciendo que "solo trae problemas" y que no permitirá que miles de inmigrantes con culturas diferentes se instalen en Hungría mientras gobiernen él y su partido. No tendrá que hacer mucho el primer ministro para que esto no ocurra, pues dada la situación económica del país, es muy poco probable que masas de inmigrantes se lancen con el objetivo de establecerse y echar raíces en Hungría. La propia oposición le recordó a Orbán que cientos de miles de inmigrantes húngaros se han ido a trabajar a Alemania, Austria, Inglaterra o Irlanda para poder tener una vida digna, y que si no fuese por sus remesas monetarias, la economía húngara iría aún peor. Gente que se va a trabajar y ahorrar al extranjero una temporada, y vuelve a Hungría con dinero suficiente para comprase aquí una casa, y así poder disfrutar un poco más de su escueto salario de 300 euros que una hipoteca los haría desaparecer de un plumazo. Esa es la realidad por estas tierras.

Es cierto que en los últimos dos o tres años, debido a conflictos cercanos, han entrado ilegalmente a Hungría un número sin precedente de refugiados huyendo de Siria, Kosovo y Ucrania, ya que debido a su situación geográfica es la puerta de entrada a la Unión Europea, y la frontera entre Serbia y Hungría se ha vuelto una importante ruta repentinamente. Sin embargo, tan solo es un país de tránsito, ya que su verdadero objetivo es Alemania. De hecho muchos solicitan el estatus de refugiado aquí en Hungría y cuando raramente las autoridades se lo conceden, la mayoría de los solicitantes ya han puesto tierra de por medio, generalmente hacia el país germano. Pero obviamente los políticos no han tardado en sacarle partido electoral al asunto.

En cualquier caso el martes la comitiva de la Merkel interrumpió mi camino por Andrássy, todo el centro de Budapest estaba lleno de policías y los helicópteros sobrevolaban atronadoramente la ciudad. Y esto es solo el aperitivo, ya que el próximo 17 de Febrero, Vladímir Putin viene de visita a Hungría. Menos mal que ese día yo estaré en la tranquila Szeged.

Como he ido contando en anteriores entradas, Viktor Orbán se ha distanciado poco a poco de la corriente general de la Unión Europea comandada por Alemania, y ha arrimado hombro con Rusia, Turquía o Azerbayán, tanto con acuerdos económicos como citándolas en sus discursos como ejemplos a seguir. Es lo que Orbán llama democracias iliberales, argumentando que las liberales han fallado estrepitosamente. El morbo del encuentro con Merkel estaba asegurado, y los periodistas lanzaron sus preguntas, a las que ambos contestaron diplomáticamente.


Orbán besando la mano de Merkel a su llegada.


Ambos declararon que, pese a tener sus discrepancias, pueden dialogar perfectamente. Respecto al modelo de democracia iliberal de Orbán, Merkel dijo que son dos conceptos antagónicos que no puede imaginar más que por separado. En cuanto a las sanciones económicas adoptadas por la U.E. contra Rusia, Merkel dijo que es necesario que se cumplan a rajatabla por parte de todos los socios. Orbán había dicho hace poco que dichas sanciones eran como si la U.E. se disparase en su propio pie (lo que le costó una reprimenda desde Bruselas). Por lo demás, la visita no dio mucho más de sí. Tras esto, se reunió con el presidente húngaro y visitó la sinagoga de Budapest, donde se juntó con varios importantes líderes de la comunidad judía en Hungría. Hace poco Orbán sorprendió condenando el papel de Hungría durante la segunda guerra mundial y diciendo que era hora de asumir la responsabilidad histórica con respecto al holocausto. Raro, porque la tendencia del gobierno era la del victimismo. Claro que días después venía la jefa Merkel a visitar la sinagoga.


Para la foto, todo es amistad y sonrisas.


De cualquier manera el plato fuerte será sin duda la próxima visita de Putin a Budapest el día 17, en un momento en el que la U.E. está tratando de aislar al líder ruso y uno de sus miembros (Hungría) firma contratos con Rusia y su primer ministro declara públicamente que las sanciones no tienen sentido e incluso que el estado ruso es una referencia a seguir.

En juego está el nuevo contrato gasístico entre Rusia y Hungría (el actual expira este año), y Orbán necesita energía barata para continuar con sus planes de construir una gran empresa estatal de servicios públicos sin ánimo de lucro (que distribuiría electricidad, agua y gas a precios más baratos que el que actualmente ofrecen empresas privadas, en su mayoría en manos extranjeras). De ahí que Rusia vaya a ampliar la central nuclear de Paks o de la defensa del primer ministro húngaro por el gasoducto South Stream, que finalmente ha sido cancelado por las presiones de una Unión Europea en recesión enzarzada en una guerra económica con Rusia. Seguiremos informando.

viernes, 6 de febrero de 2015

Salir de fiesta en Budapest

Hungría tiene fama de ser un país donde sus habitantes se acuestan pronto, con esos horarios tan europeos que extrañan a los españoles y latinos recién llegados. Sin embargo, su capital Budapest nunca duerme. Y a este blog, le faltaba soltarse un poco la melena y pegar cuatro gritos cerveza en mano. Hoy nos vamos de fiesta.

Y es que Budapest es una ciudad vibrante, multicultural y cosmopolita, llena de estudiantes, mochileros, trotamundos y erasmus venidos desde cualquier rincón del mundo (puedes encontrarte a gente de lo más variopinta), a los que se suman, por supuesto, miles y miles de sus habitantes y todos los húngaros venidos a la capital por la universidad o por trabajo. En Hungría sorprende la fascinación que tiene su gente por la cultura. Cines y teatros en cada rincón, museos abiertos por las noches, bares y cafés abiertos casi 24 horas, donde siempre habrá gente bebiendo cerveza, fumando, y hablando de cualquier cosa. A los húngaros jóvenes les encanta salir, quedar con alguien y compartir una botella de vino y una buena conversación. Y mejor si es en una de las innumerables terrazas de la ciudad. A cualquier hora. Cualquier día de la semana.

Sin duda, si hablamos de la noche de Budapest tenemos que hablar del distrito VII, Erzsébetváros. Pero en realidad, la noche comienza en lugares tan emblemáticos como Deák tér o Erzsébet tér, confluencia de metros y autobuses y lugar ideal para quedar los grupos de amigos, pues ya se sabe, unos viven en Buda, otros en Pest, otros al norte y otros al sur. Desde aquí, el barrio VII está a un salto. Allí podemos encontrar bares, cafés, restaurantes y discotecas con la misma densidad que en la típica zona de marcha de España. La tarde o la noche suele empezar en un Ruin Pub, de los cuales ya escribí en la anterior entrada. Son los lugares perfectos para tomar cerveza y charlar, mientras la noche va madurando. Los míticos Szimpla, Fogas ház, Kuplung o Kőleves kert, por poner algunos ejemplos, pero hay muchos más. También se puede cenar en muchos restaurantes de esta zona por precios asequibles. En las calles Király y Nagymező se agolpan decenas de bares y pubs, uno detrás del otro, con sus terrazas en verano y en invierno (obviamente no cuando hace 20 bajo cero). Otra calle interesante es Madách Imre, que nace desde Károly kőrút con una animada plaza llena de terrazas y bares. Uniendo la propia Madách Imre y Király está el pasaje de Gozsdu udvar, lleno de más bares, terrazas y restaurantes a ambos lados. Y por supuesto otra calle para ir de copas es Dob. En algunas calles adyacentes al distrito VII hay también muchos bares con buen ambiente, pese a que técnicamente estén en el distrito VI (Terezváros), pero no hay tampoco una frontera muy definida entre ambos por la noche (oficialmente es la calle Király).

En la orilla del Danubio, sobre todo en verano, hay también algunos barcos atracados que celebran fiestas. Uno de esos barcos, que está abierto todo el año, es el A-38. Tiene nombre y aspecto de barco de guerra, pero en realidad es un carguero ucraniano de 2ª mano convertido en bar, discoteca y sala de conciertos. Conciertos bastante buenos y baratos, por cierto, así que conviene echar de vez en cuando un vistazo a su página web. Lo único malo es que está bastante lejos del centro (hay que tomar los tranvías 4-6 y bajarse en Buda tras cruzar el puente Petőfi).


A-38 con su habitual iluminación nocturna, en una foto de wikipedia.


Cerca de Kálvin tér abre la calle Ráday, que tiene muchos bares y restaurantes, en verano está totalmente llena de terrazas, aunque sobre todo hay turistas y el ambiente es bastante más tranquilo que el de las calles Nagymező o Király.

Como opciones más económicas, comprarse en el Tesco o Spar de turno unas latas de cerveza (rondando los 70-80 céntimos las yonki-latas de medio litro de Arany Aszok o Dreher, de una calidad asombrosamente buena) o una botella de vino (por 2 € ya las hay, y no están nada mal) y sentarse en el césped de Erzsébet tér, o incluso encima del túnel del castillo de Buda, frente al puente de las cadenas y el parlamento, un sito mágico que la última vez que fui habían vallado. Pese a ello me consta que a veces han hecho agujeros en la valla para pasar, y de hecho se puede ver a la gente con las piernas colgando sobre el túnel desde abajo. Eso respecto al verano. Cuando llega el frío invierno húngaro, las pre-fiestas en pisos universitarios están a la orden del día. Lo de beber en las calles latas de cerveza fría mientras nieva, al estilo homeless... bueno mejor si lo podemos evitar.

Volviendo al mencionado distrito de Erzsébetváros, allí mismo junto a los bares hay discotecas que están abiertas hasta altas horas de la noche, y después abren los after, para los que quieran seguir la fiesta.

En cuanto a la bebida, hay una diferencia abismal entre la cerveza y el resto de alcohol en cuanto al precio, por lo que la cerveza es la elección correcta si no queremos que el presupuesto se nos vaya de las manos. En los bares ronda el euro una jarra de medio litro, máximo puede llegar a 2 euros en las discotecas más fashion. El vino es muy barato en los supermercados, pero su precio se multiplica en los bares. Si queremos vodka, ron o whisky, las opciones son marcas en su mayoría bastante desconocidas en botellas de sospechoso garrafón que están bocabajo con un medidor automático que escupe los dichosos 4 centilitros que es la "dosis" habitual, con un precio definido. Así es, nada de preparar el cubata a ojo, aquí todo está medido (en realidad en casi toda Europa es así). El precio por este chupito suele rondar los 2-3 €, así que como mucho recomendaría un pálinka para probar (obligatorio en tu primera juerga húngara al menos) o como mucho un Jagermeister (el alma de la noche en estas latitudes, una especie de patxaran, por si alguien no lo conoce, la bebida de los rudos cazadores alemanes). La versión cubata no es más que el chupito elegido volcado a un vaso más grande y terminado de llenar con pepsi de manguera. Los hielos son una rareza y del limón ni hablemos. Por eso digo que es mucho más preferible la cerveza. Los vodkas con una lata de redbull compartida pueden ser otra opción. Los camareros... bueno la mayoría no son precisamente simpáticos, pero se entiende teniendo en cuenta la miseria que cobran y las horas a las que trabajan.

En lo que respecta a la música, hay un poco de todo. Desde la típica comercial recién sacada de la cadena de producción industrial de la MTV y el Billboard, pasando por el house y música electrónica, aunque debemos estar preparados para cuando, de vez en cuando, caiga una macarena o un danza kuduro.

La mayoría de bares y discotecas abren todos los días de la semana (así que puedes suicidarte al estilo Nicolas Cage en Leaving Las Vegas si quieres), aunque normalmente cada sitio tiene un día a la semana con precios más populares o fiestas especiales (sobre todo erasmus), así que lo normal es, por ejemplo, ir los lunes a Morrison's (hay dos, de los cuales el 2 tiene mejor fama) o los miércoles a Corvin tető. Yo no soy muy experto en esto, pero si tenéis curiosidad, cualquiera de los miles de erasmus de Budapest os puede responder esta cuestión en escasos segundos. Si cuando las discotecas cierran tenéis ganas de más juerga, afters como Piaf abren hasta el mediodía los fines de semana (entre semana cierran antes).

Y finalmente, recordad: para brindar en Hungría hay que decir "egészségedre".

domingo, 1 de febrero de 2015

Ruin Pubs

Una de las características de Budapest es su multitud de "Ruin Pubs", o traducido al castellano "Bares de ruinas". Se han vuelto todo un símbolo de la capital húngara y una atracción turística en toda regla, además de ser piedra angular de la fiesta nocturna en la ciudad.

El nombre se debe al mal estado de los edificios en los que se encuentran estos bares. Pero tranquilos, el edificio no está oficialmente en ruinas (ya que sería totalmente ilegal montar aquí cualquier tipo de negocio), solamente es viejo, desaliñado, con desconchones en las paredes, mobiliario "retro" y que pide a gritos una reforma. Pero esa es la esencia de todo esto.




Muchas veces todo el edifico funciona como bar, en otros caso es tan solo una parte, pero en general suele haber muchas salas, habitaciones y recovecos o escondrijos con mesas y sillas reutilizadas, viejas y diferentes entre sí, muebles y objetos vintage y retro, y objetos de decoración que van desde bicicletas, monitores catódicos de ordenador, bañeras e incluso Trabants.

El primer Ruin Pub fue el Szimpla, el más famoso de todo Budapest, tan famoso que la mayor parte de sus visitantes son turistas, de hecho muchos tan solo entran a hacerse la foto de rigor y darse una vuelta por el bar sin consumir nada. El "boom" turístico ha hecho subir bastante los precios y la clientela habitual casi ha desaparecido y marchado a los nuevos Ruin Pubs que han aflorado en la capital como setas tras la lluvia, y que son más económicos y están menos saturados. Pese a todo, Szimpla Kert es una visita obligada en nuestro viaje a Budapest, y sigue siendo recomendable tomarse una cerveza, un chupito de Palinka (el aguardiente típico húngaro), o un capuccino. Desde la gerencia se ha hecho un esfuerzo para que sea mucho más que un simple bar: hay conciertos alternativos, proyecciones de películas, mercados de segunda mano de bicicletas o incluso de alimentos artesanales, creando un lugar cultural y social en toda regla, muy cosmopolita. Quizás demasiado, pues las despedidas de soltero masivas de alemanes o ingleses están a la orden del día. Su popularidad le ha hecho abrir hace poco otro Szimpla en Berlin.



¿Tomar un café en una mesa-Trabant? Claro que sí, en Szimpla.


El resto de Ruin Pubs son muy parecidos, en realidad, visto uno, vistos todos. Lo cierto es que montar un negocio de este tipo no requiere una gran inversión: comprar un viejo edificio, pedir la licencia y decorarlo con mobiliario de segunda mano (muchas veces pedido mediante convocatorias de Internet). De hecho otros países europeos han comenzado a seguir la estela, y me consta que en Madrid y Barcelona ya han abierto este tipo de bares.

Otro de los Ruin Pubs más famosos es el Kőleves Kert, el jardín-patio del restaurante Kőleves (del cual escribí en una entrada sobre restaurantes de Budapest), en pleno barrio judío en Erzsébetváros (distrito VII). Muy cerca de allí está Anker't, en el distrito VI, también muy conocido en la noche húngara. Instant, en la festiva calle Király, es otro famoso Ruin Pub, también lo es Fogas ház, en la calle Akácfa. Como ya dije, en los últimos años se han multiplicado, y no solo en Budapest, otras ciudades húngaras como Szeged o Pécs también disponen de sus Ruin Pubs.



Extraña y rocambolesca decoración de Szimpla.


La mayoría abren a mediodía o después de comer, funcionan como cafetería-cervecería (incluso algunos tienen cocina y sirven comidas rápidas del tipo de hamburguesas o perritos calientes), al anochecer como bar de copas y cervezas y algunos incluso abren hasta altas horas como una discoteca, por lo que en función de la hora que vayamos tendremos diferentes ambientes en el mismo lugar.

Os dejo a continuación una lista de los principales bares de ruinas de Budapest, para que podáis elegir, aunque hay muchos más:


- Szimpla kert

Dirección: Kazinczy u. 14.
Abre todos los días de 12 a 03 h.




- Kőleves kert

Dirección: Kazinczy u- 37-39
Abre todos los días de 12 a 02 h.




- Instant

Dirección: Nagymező u. 38
Abre todos los días de 12 a 03 h.




- Fogas ház

Dirección: Akácfa u. 51
Abre de lunes a sábado de 14 a 04 h. y los domingos de 16 a 04 h.





- Anker't

Dirección: Paulay Ede u. 33
Web: ankert.hu
Abre de lunes a domingo de 16 a 04 h.





- Kertem

Dirección: Olof Palme sétány 3
Abre de lunes a domingo de 11 a 04 h




Kuplung

Dirección: Király u. 46
Web: etterem.hu/9349 (no oficial)
Abre de lunes a miércoles de 15 a 03 h., los jueves de 15 a 04 h., viernes de 15 a 05h, sábados de 16 a 05 h. y domingos de 18 a 03 h.




- Corvin Tető

Dirección: Blaha Lujza tér 1-2
Abre de miércoles a sábado de 20 a 06 h. Una parte está en la azotea del edificio.


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