jueves, 22 de diciembre de 2016

La diáspora húngara

La entrada de hoy, en plenas fechas navideñas (una buena época para hablar de este tema), está dedicada a la diáspora húngara, es decir, a todas aquellas personas de etnia húngara que viven fuera del Estado húngaro actual, por razones personales, económicas... etc. Algunas de las cuales, además, son lectoras de este blog.

Se calcula que hasta 5 millones de húngaros viven fuera de la cuenca de los Cárpatos (de la cual la actual Hungría es tan solo una parte, es decir, que no se tienen en cuenta los húngaros de Rumanía, Eslovaquia o Serbia, entre otros, cuando se suele hablar de diáspora húngara). Este es un tema controvertido, ya he escrito en este blog que muchos húngaros consideran la cuenca de los Cárpatos su hogar, ya que el Reino de Hungría (casi toda la historia del período europeo de los magiares) abarcaba toda esta región geográfica, hasta que el acuerdo de Trianon, tras la primera guerra mundial, dejó una Hungría reducida a tan solo una parte de esta cuenca, y a cientos de miles de húngaros viviendo de la noche a la mañana en países extranjeros. Estos húngaros de los países de alrededor se encuentran fuera del Estado húngaro, con todo lo que ello implica (legalmente, socialmente...). En cualquier caso este no es el objetivo de esta entrada, y, como decía, hoy me centraré en los húngaros de fuera de la cuenca Cárpata. La mayoría vive concentrada en un puñado de países que repasaremos en esta entrada.

- Estados Unidos (1.400.000 húngaros): concentrados sobre todo en las ciudades de New York, New Jersey y Cleveland (Ohio), donde se encuentran las mayores comunidades de húngaro-estadounidenses. También Los Ángeles y San Francisco cuentan con numerosos ciudadanos de etnia húngara. Pero es curioso el caso de Cleveland, una ciudad mucho menor en cuanto a tamaño, donde se celebra anualmente el festival Hungarian Scout Day. La localidad de Fairport Harbor es considerada la más húngara de todos los EE.UU., con un 11% de población total húngara, de los cuales un 2% aún hablan húngaro en sus casas. En Nueva York, en torno a las calles E 82 y Lexington Avenue puede visitarse la principal zona húngara, con iglesias, escuelas, tiendas y edificios comunitarios, donde miles de descendientes de magiares (algunos de varias generaciones) siguen las tradiciones culturales heredadas.


Iglesia de Szent István en Ohio.

Estatua de Kossuth Lajos en Manhattan, New York.

Fairport Harbor, con un 11% de población húngara, en Estados Unidos.
fotografías: wikipedia


- Canadá (316.000 húngaros): la gran mayoría de húngaros de Canadá viven en la provincia de Ontario. Muchos llegaron tras la revolución de 1956 contra la URSS, y un número importante lo hicieron antes, tras la segunda guerra mundial. En Toronto, con unos 53.000 húngaros, hay incluso una publicación en lengua magiar, así como iglesias húngaras y restaurantes.


Molino de Eszterházy, en Canadá.
fotografía: wikipedia


- Israel (200.000 húngaros): la mayoría son judíos de Hungría que emigraron a Israel, especialmente tras el holocausto de la 2º guerra mundial. Y es que Hungría tenía una enorme población judía, fruto de ello es la Gran Sinagoga de Budapest, en la calle Dohany, la tercera más grande del mundo. No obstante, las nuevas generaciones de israelíes con raíces magiares no practican tanto la cultura húngara como los húngaro-americanos, por ejemplo, al no formar comunidades tan definidas y agrupaciones culturales específicas.


fotografía: hungarytoday.com


- Londres (150.000 húngaros): hay una famosa frase en Hungría que dice que la segunda ciudad con más húngaros tras Budapest es Londres. Y es que todo húngaro tiene, como mínimo, un amigo, familiar, vecino o al menos conocido viviendo y trabajando en Londres. Y una gran mayoría está sin haberlo comunicado a las autoridades húngaras, vamos, que oficialmente sigue contando en los censos de sus ciudades natales en Hungría. La posibilidad de un trabajo con una buena remuneración, tanto no cualificado como de alta cualificación es una realidad en Londres, donde muchos húngaros van a realizar el mismo trabajo que hacían en su tierra pero multiplicando su salario varias veces. Tras unos años ahorrando suelen regresar a Hungría, por lo que la población magiar de Inglaterra es tremendamente dinámica. La cifra es orientativa, pero muy probablemente sea mayor.

- Alemania (140.000 húngaros): con el país germano ocurre algo parecido que con Londres, salarios mucho más atractivos que los del país natal, además se le suma la cercanía que permiten a muchos viajar fines de semana o festivos en coche a Hungría, en un viaje de apenas unas horas de autopista. Las grandes ciudades del sur de Alemania, como Munich o Stuttgart son el asentamiento de la mayoría de húngaros de Alemania, muchos de los cuales forman grandes comunidades culturales, celebrando banquetes, bailes o actividades relacionadas con la cultura húngara.


Festival húngaro en Alemania.
fotografía: hungarytoday.com


- Argentina (40.000 húngaros): especialmente en Buenos Aires se encuentra una amplia comunidad húngara, muchos de los cuales se remontan al siglo XVIII, cuando numerosos curas llegaron al norte de Argentina y Paraguay y se asentaron allí formando misiones jesuíticas, así como muchos ciudadanos húngaros que emigraron tras las guerras mundiales. Tras la revolución de 1848, muchos húngaros emigraron a Argentina, donde se calcula que entre 40.000 y 50.000 habitantes son descendientes de húngaros. Existe un movimiento folk importante, con reuniones y celebraciones anuales. En poblaciones como Coronel Du Graty (donde hay una asociación llamada Colectividad húngara de Coronel Du Graty), Villa Ángela o Santa Silvina, en la provincia de Chaco, muchos de sus habitantes hablan húngaro con dialecto transilvano.


Colectividad húngara, en Argentina.
fotografía: hungarytoday.com


Además de estos países, hay comunidades húngaras importantes en Benelux, Brasil o incluso España. Cada uno de ellos es un trocito de Hungría en el extranjero, porque Hungría, como cualquier otro país, está presente en todo el mundo.

Nota: este artículo se ha basado en un artículo del website hungarytoday.com que puede visitarse en este enlace: http://hungarytoday.hu/news/thursday-top-ten-top-ten-countries-largest-hungarian-diasopra-world-99916

martes, 13 de diciembre de 2016

Városliget, el parque de Budapest

Városliget (literalmente, bosque de la ciudad), es uno de los principales parques de Budapest y centro de ocio de la capital húngara. Cuenta con aproximadamente 100 hectáreas de superficie (1 kilómetro cuadrado) y varias de las atracciones más populares de la ciudad. Imprescindible en toda visita turística o para los residentes habituales, se llega desde el centro gracias a la preciosa Avenida Andrássy y a la elegante línea de Metro 1, ambas construidas durante las celebraciones del milenio de la llegada de los húngaros a Europa en el año 1896, ya que la mayoría de las celebraciones se celebraron en este parque, que se comunicó con el centro con la segunda línea de metro de Europa (tras Londres) y esta elegante avenida donde se asientan edificios emblemáticos como la Ópera, plazas como el Oktogon o numerosas tiendas de lujo de moda y complementos, así como elegantes palacios residenciales y museos.


Avenida Andrássy.


A la entrada del parque está Hősök tere, o plaza de los héroes, donde termina (o comienza, según como se mire) la avenida Andrássy. Esta plaza es un gran monumento a la mencionada llegada de los húngaros a Europa, y a muchos de los reyes húngaros del pasado. En esta entrada más antigua hay más información sobre este emblemático lugar. Además se encuentra flanqueada por dos edificios interesantes como son el museo de bellas artes y el museo de arte moderno.


Plaza de los héroes, o hősök tere.

Museo de arte moderno.


Nada más entrar, a mano derecha nos encontramos con el Castillo de Vajdahunyad, construido también para el Milenio húngaro, y cuya arquitectura se basó en los castillos de Transilvania, especialmente en el de la actual Hunedoara, que por aquel entonces era parte del Reino de Hungría. Junto a él está la estatua de Anonymus, el escritor de nombre desconocido del libro Gesta Hungarorum, un escrito que recoge numerosos detalles de la llegada de los húngaros a Europa y su asentamiento en la Cuenca de los Cárpatos, y que ha sido una pieza fundamental para comprender la historia magiar.



Castillo de Vajdhunyad y lago.


Otro edificio imprescindible es el balneario Szechényi, del cual también he escrito en este blog hace tiempo. Sus termas son una gran atracción turística de Budapest, y extranjeros se mezclan con locales en estas piscinas azuladas entre edificios amarillos, tanto bajo el sol del verano como bajo la nieve del invierno.



Balneario Szechényi.


Cerca de las termas, cruzando la carretera, está el Zoo de Budapest, al cual ya dediqué una entrada en este blog. Para los residentes de la capital es muy recomendable, ya que además de ver a los entrañables animales de los zoos, la arquitectura de este es un tanto peculiar, con estilo art decó y la huella del arquitecto Kós Károly. Se construyó originalmente en 1866 y quedó destruido casi en su totalidad en la 2º guerra mundial.


Zoo de Budapest, edificio de los elefantes.


Además hay un pequeño parque de atracciones, un lago que puede recorrerse en pequeñas barquitas en verano y que es drenado en invierno para instalar una enorme pista de patinaje sobre hielo, y numerosos puestos de helado y cafeterías, así como pequeñas sendas por las que pasear y bancos en los que descansar. Como decía, merece la pena una visita, o varias para los que viven en Budapest, a este pulmón verde que no tiene nada que envidiar a la isla Margarita.


Bancos decorados de Városliget.

martes, 6 de diciembre de 2016

El ángel de Budapest

Ángel Sanz Briz, conocido como El ángel de Budapest, fue un diplomático español destinado a Hungría durante la segunda guerra mundial, famoso por salvar las vidas de más de 5.000 judíos húngaros mediante la expedición de documentos diplomáticos españoles fraudulentos que les protegieron de las autoridades húngaras y alemanas durante el holocausto.

Nacido en Zaragoza en 1910, fue destinado a Hungría en 1942 como encargado de negocios de la embajada española en Budapest. Debido a su puesto, fue testigo del exterminio judío que se estaba practicando durante la guerra y de las deportaciones masivas a Alemania rumbo a los campos de concentración. Gracias a su cargo y sus influencias, y de espaldas al gobierno español franquista que simpatizaba con el régimen de Adolf Hitler, pero cuya postura oficial durante la segunda guerra mundial era de país neutral, ideó un proceso para salvar las vidas de miles de judíos que estaban a punto de ser deportados a Alemania a toda prisa debido a la cercanía del ejército rojo a la capital húngara.

En virtud de un antiguo Real Decreto de Primo de Rivera de 1924, que reconocía como españoles a aquellos judíos de origen sefardí (Sefarad es el término judío para la península ibérica, y sefardíes son los descendientes de los judíos originarios de España y Portugal, expulsados por los Reyes Católicos en 1492), Sanz Briz consiguió la base legal para comenzar a conceder pasaportes españoles a los judíos sefardíes de Budapest. Se le concedieron oficial y legalmente 200, número que amplió mediante el uso de letras adicionales para no expedir ningún pasaporte con número superior al 200. No obstante, viendo el escaso número de sefardíes en Hungría, decidió extender la concesión a cualquier judío que tuviese parientes en España, e incluso finalmente a cualquier judío independientemente de su origen, con el objetivo de salvar el mayor número de vidas posible.

El ambiguo papel de España en la segunda guerra mundial jugó a favor de Sanz Briz, ya que la simpatía de Hitler hacia Franco y España permitía ganarse la confianza de los alemanes, sin embargo, la postura neutral de España en la guerra, a su vez, le ayudó con el resto de diplomáticos de países neutrales, así como sus contactos con la iglesia. Así, logró conceder, pasaportes, salvoconductos y cartas de protección a unos 5.200 judíos que evitaron ser deportados a los campos de concentración. Finalmente tuvo que abandonar la embajada española a las puertas del fin de la guerra.

Desde hace años, en Budapest, Madrid y Zaragoza hay esculturas, placas e incluso calles en homenaje a Ángel Sanz Briz, que falleció en 1980 cuando ejercía de embajador español en el Vaticano.

En 2011 se rodó la película El ángel de Budapest, que narra esta historia basada en el libro Un español frente al holocausto, ambos muy recomendables. El filme se rodó en Budapest en el año 2010, el protagonista que encarna a Sanz Briz es el actor Francis Lorenzo.


Fotografía de Ángel Sanz Briz.

Memorial en Budapest.

jueves, 3 de noviembre de 2016

La tarta del país

Una de las competiciones más sorprendentes que se celebran en Hungría es "La tarta del país" (en húngaro, "Az ország tortája"), donde numerosas pastelerías húngaras elaboran un nuevo tipo de tarta que compite cada año ante un jurado por ver quién se alza con el trofeo de "tarta del país". Generalmente se fusiona la repostería tradicional magiar con un toque más moderno y novedoso, aunque no siempre es así, y en la festividad de San Esteban, el 20 de Agosto, se desvela el nombre de la ganadora y puede degustarse de forma gratuita en Budapest (tras hacer una cola enorme). A partir de este día la receta es publicada y las pastelerías de todo el país pueden reproducirla y venderla para hacer las delicias de húngaros y extranjeros, amantes del dulce como yo, y variar un poco de las tradicionales dobos torta o eszterházy (que están de vicio). Esta competición comenzó en 2007 y este año fue su décima edición.

Como ejemplo, un repaso a los últimos ganadores: este año, "Az Őrseg zöld aranya" (el oro verde de Őrség), el año pasado "Panonhalmi sárgabarack-pálinkas karamelltorta" (tarta de caramelo y pálinka de albaricoque de Pannonhalma), hace dos años la "Somlói-revolúció" (revolución de Somló, una variedad del postre tradicional húngaro Somlói galuska). La verdad es que es difícil de explicar de qué están hechas estas tartas a alguien que no conozca Hungría, porque como dije se basan en postres o recetas típicas húngaras tradicionales pero modernizados y fusionados con sabores más modernos. En cualquier caso, el lenguaje universal de los sabores no tiene barreras lingüísticas, así que ante la duda recomiendo llevarse un buen pedazo de pastel al gaznate y que sea lo que Dios quiera, como a todos nos ha pasado en nuestros primeros tiempos en Hungría.

La ganadora de este año, y disponible en cualquier pastelería húngara que se precie, fue "El oro verde de Őrség", una tarta con base de pasta de semillas de calabaza, y capas de mermelada de frambuesa, chocolate blanco y yogurt que está para caerse de espaldas. La probé en mi último viaje a Hungría el mes pasado y supe al momento que iba a echarla mucho de menos al marcharme.


La ganadora de este año.


La del año pasado era un poco más extraña, una mezcla de tarta de caramelo con un toque de Pálinka (aguardiente húngaro) de albaricoque, que tenía su encanto, aunque no fue de mis favoritas. Anteriormente, la Revolución de Somló convirtió en tarta un exquisito postre húngaro como es el Somlói galuska, a base de bizcocho, ron, chocolate y nata.


Ganadora de 2015.

Ganadora de 2014.

Ganadora de 2013.
fotografías: nlcafe.hu


Si vais a Hungría veréis en muchas pastelerías una tarta destacada (con un precio también un poco más destacado que el resto...) con la plaquita de "Az Ország tortája". Debéis probarla.

miércoles, 26 de octubre de 2016

Una curiosa placa en Buda

Es difícil encontrarla, pero ahí está, sorprendente, en plena Budapest una placa en uno de los muros del Castillo de Buda escrita en español con el siguiente texto: "por aquí entraron los 300 héroes españoles que tomaron parte en la conquista de Buda", y debajo, en húngaro, lo mismo: "Itt nyomult be a várba 300 spanyol hös a kik Buda felszabaditásáért harcoltak".  Además, sobre el texto, puede verse el escudo de los reyes católicos, el de la 2º república española y el de Hungría. Pero, ¿cuál es el origen de todo esto?





En 1686 los soldados húngaros, junto a la ayuda de numerosos ejércitos europeos cristianos se encontraba en plena reconquista de la gran región europea ocupada por el Imperio Otomano. Tres años atrás tuvo lugar la batalla de Viena, y ahora ocurría la batalla de Buda. La Liga Santa, un ejército de alrededor de 74.000 hombres procedentes de casi todos los rincones europeos (escandinavos, germanos, latinos, eslavos...) combatían codo con codo en la reconquista de Buda, la capital histórica húngara, ocupada por los otomanos siglo y medio antes, hecho que obligó a trasladar la capital magiar a la ciudad de Pozsony (ahora llamada Bratislava y actual capital de Eslovaquia).

El ejército aliado logró hacer retroceder a los turcos hasta el Castillo de Buda, donde se replegaron y aguantaron un largo asedio. Finalmente, tras un fuerte bombardeo con artillería, se produjo el asalto final, retomando el Castillo y con ello logrando la capital Buda de vuelta a manos magiares. La historia cuenta que los primeros que lograron penetrar la muralla fue un grupo de 300 soldados españoles, haciéndolo por el punto donde se encuentra esta placa. Se colocó allí en el año 1934, por ello el escudo de la 2º república española. El escudo de los reyes católicos se supone que es en homenaje a la reconquista cristiana, ya que no coinciden con el período histórico (reinaba por entonces Carlos II).

Junto a esta placa aún más sorprendente es encontrar otra en lengua catalana, colocada en el año 2000 por la Generalitat en homenaje a los catalanes que ayudaron en la reconquista de Buda.






Un lugar un tanto curioso que pude visitarse en un bello paseo una húmeda mañana de otoño, como fue en mi caso, donde tomé las fotografías de esta entrada. Todo un placer estirar las piernas por esta joya de la capital húngara con el incipiente colorido de esta época del año, sin el bullicio de los turistas veraniegos habituales.



sábado, 15 de octubre de 2016

Atentado en Budapest: continua la búsqueda del autor

Hace más de dos semanas de la explosión del Nagykörút de Budapest (en concreto en la avenida Teréz, en el portal 2-4), en plena noche de sábado, que hirió a los dos policías que pasaron junto al artefacto explosivo previamente colocado por un individuo, que se encuentra en busca y captura por la policía húngara. Pese a todo este tiempo, las numerosas imágenes y vídeos difundidos donde se ve al autor de este atentado, aún no ha sido detenido. El artefacto era de fabricación casera, al que se añadieron clavos para aumentar los daños, que fueron hallados en las inmediaciones.


Lugar de la explosión la noche del suceso.
fotografía: index.hu


Lo que se ha averiguado durante este tiempo es que, tal y como se creía, fue una acción premeditada contra la policía. No en concreto contra la patrulla que pasaba junto allí (se descarta así, en principio, la teoría sentimental, ya que la agente herida era famosa en Hungría por participar en las campañas publicitarias de la policía debido a su buena presencia). Sin embargo, sus familiares y amigos cercanos no han reconocido al sospechoso. Los dos agentes heridos no recuerdan por el momento nada del suceso, aunque no se descarta que a medio plazo recuperen la memoria de aquellos minutos. Hace días que se encuentran fuera de peligro y abandonaron la Unidad de Cuidados Intensivos. También se ha descartado un posible origen islamista.

La teoría que últimamente gana más adeptos es de que el suceso esté relacionado con la extrema derecha, sobre todo porque la noche del atentado se cumplía el 10º aniversario de las manifestaciones y los violentos sucesos en Budapest tras el famoso discurso de Balatonőszöd. Para quienes no lo sepan, en Septiembre de 2006, después de que el Partido Socialista Húngaro ganase las segundas elecciones consecutivas, y con Ferenc Gyurcsány como primer ministro de Hungría, se filtró la grabación de un discurso a puerta cerrada protagonizado por el propio Gyurcsány ante la cúpula de su partido, en la localidad de Őszöd, en el lago Balaton, que se había celebrado unos meses atrás, donde en un lenguaje totalmente impropio de un discurso político y más apropiado para un kocsma, confesaba que se habían falseado las cuentas del país de cara a la UE, que el Estado húngaro se encontraba al borde de la bancarrota y que si la economía húngara aún no había colapsado era por la divina providencia. Con esto trataba de justificar delante de su Partido la necesidad de realizar una política social y económica totalmente diferente a la anunciada en la campaña electoral, es decir, que reconocía de forma abierta haber mentido descaradamente para ganar las elecciones.

No se sabe muy bien cómo, ni quién, pero el hecho es que alguien grabó este discurso y meses después se publicó en los medios. Ni que decir tiene que los días posteriores fueron un terremoto en las calles de las principales ciudades húngaras, especialmente en la capital, la gente salió a manifestarse, hubo incidentes y revueltas violentas, se asaltó la TV pública húngara e incluso alguien consiguió arrancar un tanque expuesto en una plaza de Budapest en una exposición sobre la revolución de 1956, (de hecho mucha gente consideró esos días como la revolución de 2006). Con el tiempo las cosas fueron calmándose, pero el gobierno quedó totalmente desacreditado.

En cualquier caso, retomando la noticia y el tema original de esta entrada, gracias a las múltiples cámaras de vigilancia de los comercios del Nagykörút, se han logrado mejores imágenes del autor del atentado, descrito por la policía como un varón de unos 20-25 años y 1,70 de altura, que vestía un gorro blanco de pescador, una sudadera oscura con gorro, pantalones grises, deportivas y una mochila de color azul comprada en Aldi, y que según testigos hablaba en húngaro. En las imágenes del anterior post se le veía caminar durante un buen rato por la zona donde luego colocaría la bomba y detonaría cuando pasaba la patrulla de policías. Previamente había entrado a un supermercado, donde se ha obtenido una grabación de buena calidad de el individuo. Después siguió caminando hasta Népliget, cambiándose de ropa dos veces por el camino: cambió el gorro de pescador por una gorra de béisbol, y una cazadora de color rojo, además esquivó las cámaras con mejor resolución del trayecto (con lo que se sospecha que el autor había estudiado la ruta de huída a la perfección). Allí se le pierde el rastro, probablemente tomó algún autobús, ya que allí se encuentra la principal estación de autobuses de Budapest, con muchos destinos internacionales, o bien pudo tomar un vehículo privado o un tren desde la estación de Ferencváros. En cualquier caso la policía aún no lo ha identificado, o al menos no lo ha hecho público, y el hecho de que sigan transcurriendo los días y apenas haya noticias resulta un tanto extraño.

También se ha considerado la posibilidad de que haya sido un ex-policía expulsado del cuerpo por motivos disciplinarios, o incluso un lobo solitario que hubiese sufrido violencia policial y buscase venganza. Veremos como termina finalmente esta historia y si finalmente se logra detener al sospechoso y conocer los motivos que le llevaron a cometer esa acción.


El autor del atentado, con la mochila portando la bomba en su mano derecha.

Fotografía mostrando la mochila donde probablemente llevaba la ropa para cambiarse tras la explosión.

El autor antes de la explosión (derecha) y tras cambiarse la ropa, con la cazadora roja y la gorra de béisbol.

Fotografía estraída de las cámaras de seguridad de un supermercado al que entró poco antes de la explosión.
fotografías: index.hu


Por último dejo un vídeo del supermercado donde entró el autor del atentado antes de que hiciese explosionar la bomba, y del cual se extrajo la fotografía anterior:


http://indavideo.hu/video/A_FELTETELEZETT_TEREZ_KORUTI_ROBBANTOROL_KESZULT_UJABB_FELVETELEK?

miércoles, 12 de octubre de 2016

Polémico cierre del diario Népszabadság

El pasado 8 de Octubre se anunció por sorpresa el cierre del diario húngaro Népszabadság (Libertad del pueblo, en húngaro), el principal periódico de ideología de centro-izquierda liberal de Hungría y opositor al gobierno conservador de Fidesz y del primer ministro Viktor Orbán (algo así como El País en España). Y fue tal la sorpresa que de hecho sus trabajadores se encontraron esa misma mañana con que no podían acceder a las oficinas y que sus cuentas de correo del periódico se habían cancelado, enterándose en ese momento del cierre, sin ningún tipo de aviso previo.


Último Népszabadság publicado en papel.


El diario Népszabadság comenzó a publicarse en el año 1956, fue el periódico oficial del régimen comunista y actualmente atravesaba una época difícil. Pertenecía a la empresa Mediaworks, que anunció que en los últimos años había generado pérdidas por valor de 16 millones de euros, y que en 10 años su tirada se había reducido en un 74% (se puede ver este dato en su web nol.hu). Argumentan que las pérdidas de este diario ponían en peligro el resto de publicaciones del grupo (sobre todo regionales y provinciales). En 1994 la tirada del Népszabadság era de unos 300.000 ejemplares y este año rondaba los 37.000.

La polémica ha surgido de los propios trabajadores del diario, que calificaron el cierre como "medida golpista", y los principales partidos de la oposición y medios de comunicación opositores al gobierno, que hablaron de peligro para la libertad de prensa en Hungría y control de los medios por parte del gobierno de Orbán. Esa misma tarde unas 2.000 personas se concentraron ante el parlamento húngaro para expresar su apoyo al diario, y varias personalidades reunidas denunciaron la persecución a la libertad de prensa en el país. El portal HVG recordó que en los últimos tiempos se hablaba de que Mediaworks fue venido a un propietario cercano al gobierno. Esta teoría ha sido ampliamente difundida por la prensa extranjera, que una vez más ha acusado al gobierno húngaro de ultraderechista, dictadura y demás. Esos han sido, como siempre, sus únicos argumentos. En mi opinión, esta teoría merece ser investigada, pero con más seriedad.



Manifestación frente al parlamento contra el cierre del Népszabadság.
fotografías: index.hu


El Estado húngaro es una democracia, su gobierno ha ganado varias elecciones por mayoría absoluta en unos comicios transparentes, no es una dictadura, ni siquiera tiene ideología de ultraderecha en absoluto. Ahora bien, si es cierto que el periódico opositor fue adquirido por alguien afín al gobierno, puede que haya algo más detrás. También sorprende que el cierre haya sido tan repentino, y justo después del referéndum sobre las cuotas obligatorias de refugiados de la UE. Y no olvidemos que efectivamente Népszabadság destapó muchos casos de corrupción en Hungría que afectaron a Fidesz. Como dije, hay dos teorías válidas, la económica y la del control de prensa. Pero hay que investigarlas con seriedad y rigor periodístico, y no hablar desde la ignorancia profunda o desde la manipulación facilona de siempre. Incluso he llegado a leer que había cerrado el último periódico opositor al gobierno, algo rotundamente falso (de hecho la mayoría de medios son opositores al gobierno de Orbán, y como ya escribí en este blog, uno de los principales diarios afines al gobierno, Magyar Nemzet, propiedad del oligarca Lajos Simicska, dejó de serlo tras la guerra mediática entre el propio Simicska y Orbán, hace algo más de un año).

Los dueños del Népszabadság declararon que el cierre del diario fue una decisión puramente económica, por el gran descenso de ventas y las pérdidas económicas de los últimos años. Y poco hay que contestar al respecto, Hungría es un libre mercado donde el diario pertenecía a una empresa privada con derecho a cerrarlo si perdían dinero con él (hace gracia ver a la oposición socioliberal húngara, que tanto defiende el libre mercado, apoyando y exigiendo mantener un diario abierto mientras da pérdidas). El gobierno no ha realizado ningún comentario al respecto. El diario Magyar idők (favorable al gobierno) hablaba de factores puramente económicos. El diario Origo (favorable al gobierno) enfatizaba que el cierre era inevitable por las pérdidas económicas. El Népszava (opositor) escribía que pese a las pérdidas económicas, estábamos ante un movimiento calculado que se traducía como un serio ataque a la libertad de prensa y la democracia. El 444 (opositor) hablaba de sin duda una maniobra política en toda regla. Opiniones, en resumen, para todos los gustos.

Los partidos de la oposición difundieron la idea de que Orbán intentaba, una vez más, suprimir la libertad de prensa en Hungría y ganar el control total de los medios de comunicación. Los socialistas hablaron de viernes negro y ataque a la democracia y convocaron una manifestación junto a las oficinas del diario esa tarde. Alrededor de 2.000 personas se reunieron frente al parlamento de Budapest para protestar frente al cierre y algunos de estos que hablaban de ataque a la democracia llegaron incluso a quemar ejemplares del Magyar Idők. ¿Os imagináis en España que cierre El País y la gente se manifieste quemando ejemplares de otros periódicos? Pues hasta ese punto hemos llegado en Hungría.


Niños junto a banderas de la UE, todo un clásico en estas manifestaciones opositoras.

Algunos manifestantes queman ejemplares del Magyar Idők.

lunes, 3 de octubre de 2016

Resultados y análisis del referéndum del 2 de Octubre

Ayer, domingo 2 de Octubre de 2016, se celebró en Hungría el referéndum sobre las cuotas migratorias impuestas por la UE. La pregunta lanzada era la siguiente: ¿Quiere que la UE, sin la aprobación de la Asamblea Nacional, imponga el asentamiento obligatorio de ciudadanos no húngaros en Hungría? Estaban llamados a las urnas 8.261.394 ciudadanos para responder a esta pregunta con su papeleta. Para que el resultado fuese válido, la legislación húngara requiere al menos un 50% de participación ciudadana. Desde el comienzo se sabía que iba a ganar el "No", lo que no estaba tan claro era que se llegase a este quórum necesario.

Los resultados han sido los siguientes: la participación fue finalmente del 43,35%, votaron 3.581.267 ciudadanos (es decir, que el referéndum no fue válido de acuerdo con la actual ley húngara). El 98,33% (3.282.723 personas) votó "No" a las cuotas de la UE, y el 1,67% (55.758 votos) fueron un "Sí" a dichas cuotas. 223.258 votos fueron inválidos (el 6,27%). He aquí una forma más gráfica de ver los resultados:


Arriba, porcentaje de votos válidos (40,41%) frente a votos inválidos + abstenciones (59,59%), siendo el 100% el total de población con derecho a voto (8.261.394 ciudadanos). Abajo, del total de los votos válidos, votos al "Sí" (1,67%) y al "No" (98,33%).


Mapa de la participación por provincias. En ninguna se llega al 50%. Llama la atención que las regiones con mayor porcentaje de participación fueron las más afectadas por la crisis migratoria (aquellas fronterizas con Austria o Serbia).
imágenes: valasztas.hu 


Es decir, el resultado del referéndum fue un rotundo rechazo al sistema de cuotas obligatorias de la UE, prácticamente de un 100%, una cifra que puede considerarse bastante llamativa. Sin embargo, debido a que la participación no fue superior al 50%, el referéndum no es válido. Lo cual tiene una doble lectura: el gobierno habla de éxito rotundo, la oposición de derrota escandalosa. Y como siempre, ninguno tiene razón. Algo parecido ocurre en los medios de comunicación, especialmente en los españoles (que son los que más sigo).

Es muy triste que apenas encuentre un análisis medianamente serio del referéndum, porque claramente cuando la participación es baja y el resultado tan rotundo, hay dos noticias, y es triste que cada uno se calle una y magnifique la otra hasta niveles insoportables: para unos fue una catástrofe, para otros un gran resultado. Eso obviamente no puede ser verdad, así que yo voy a analizar las dos cosas: por un lado el fracaso del gobierno con la participación, que el gobierno calla y la oposición y los medios han publicado a los cuatro vientos, y, por otro, el claro resultado contra las cuotas, con el que el gobierno saca pecho y oposición y medios callan o no analizan.

El nivel del periodismo en España, lo he dicho muchas veces en el blog, es lamentable, bajo mínimos, de una calidad ínfima. Las noticias están mal redactadas (cuando no tienen directamente fallos ortográficos), y son descaradamente manipuladas y subjetivas, no se molestan en maquillarlo o disimularlo. Al menos medios como la BBC manipulan las noticias de una manera más sutil, hablando de lo que interesa y callando lo que no, pero redactan bien y aparentan objetividad, en España eso no ocurre, claro que la BBC paga mejores salarios y así logra buenos "profesionales", y los medios españoles ofrecen, en su mayoría, trabajo basura que atrae a becarios subcontratados (y así les luce el pelo).

Yo escribo este humilde blog que apenas lee nadie si lo comparo con los grandes periódicos españoles. No gano un solo euro por ello, es un "hobby" de tantos que tengo, y por ello a mí nadie me paga por escribir, y puedo redactar lo que me da la gana, sin que pase por el filtro de ningún jefe que responde a los intereses del oligarca o su marioneta política de turno, o sin tener que encajar mis artículos en la ideología de ningún periódico (que como decía uno de mis profesores, solo dicen dos verdades: la fecha y el precio), y eso es lo que me puede dar algo de credibilidad, junto a mis años vividos en Hungría, pese a no ser húngaro.

Ya he explicado en el blog, lo saben los lectores habituales, que el gobierno de Orbán es de derechas, conservador, económicamente relativamente social y progresista, pero no es de ultraderecha, ni xenófobo, ni fascista (lo dice un extranjero que ha vivido años en Hungría, algo sabré de xenofobia). Eso son cosas inventadas por los medios desde que comenzase con polémicas leyes que atraían cierto poder al Estado procedente de manos privadas extranjeras. Solo desde entonces comienzan a satirizarle desde la UE, porque cuando en los años 80 criticaba al gobierno comunista y pedía la democracia y el liberalismo, era el ojito derecho de occidente. En cualquier caso, la pregunta formulada por el gobierno no es xenófoba, por mucho que se empeñen algunos medios, y si alguien lo duda puede volver a leerla. Tampoco se ha explicado porqué el gobierno estaba en contra de las cuotas, más allá de porque fuese fascista, xenófobo o de ultraderecha.

Dicho esto, entremos en faena. Como decía, del referéndum se extraen claramente dos conclusiones:

1) La baja participación, menor del 50%. Para el pueblo húngaro, el asunto que ayer se debatía tenía una importancia más bien baja, es decir, que no es una de sus principales preocupaciones el que Bruselas imponga unas cuotas obligatorias de acogida de refugiados o inmigrantes. Recordemos una vez más que el referéndum no es xenófobo, porque no se rechaza a los extranjeros, sino a las cuotas impuestas por la UE sin que el tema se debata en el parlamento húngaro.

2) Más del 98% de votos contra la cuotas. Es decir, que el pueblo húngaro esta en su inmensa mayoría contra las cuotas, si extrapolamos este resultado al grueso de la población húngara que no fue a votar, considerando a los votantes una muestra del total de habitantes.

Resumiendo, la conclusión que se extrae es que la gran mayoría de los húngaros están en contra de las cuotas, pero el asunto no les parece tan importante como para molestarse en ir a votar. Esto se explica por tres razones:

1) Que el referéndum no era vinculante, es decir, que aunque ganase el "No" con más de 50% de participación, no significaba que se suspendiesen dichas cuotas, sino que en realidad nada cambiaba.

2) Que para la gran mayoría de los húngaros este problema es de una importancia secundaria o terciaria, vamos, que tienen mayores preocupaciones en su vida cotidiana. Empezando por la economía, en un país donde la vida es difícil para la mayoría de sus habitantes y los salarios mucho menores que en el oeste de la UE.

3) Además, para hacer un correcto análisis de estos resultados al público occidental, hay que explicar que en Hungría, como en casi cualquier país del este de la UE o incluso de Europa, el hecho de que un referéndum o unas elecciones tengan baja participación (sobre todo si hablamos de un 40%, como en este caso) no es ninguna novedad, de hecho es el pan de cada día, y casi puede ser considerado bueno. El porqué está muy claro: sin pelos en la lengua, en estos países la mayoría de la gente tiene muy claro que, políticamente manda Bruselas, económicamente mandan las empresas de USA-Europa occidental, y los políticos correspondientes (en este caso húngaros) no son nada más que meros títeres o marionetas ejecutoras de las decisiones que toman los anteriores. Lo único que varía es que haya políticos aplicados, que hagan ciegamente los deberes de Bruselas o Berlín, como por ejemplo lo fue Gyurcsány (el anterior primer ministro, del Partido Socialista), o que lo hagan políticos más "respondones" o díscolos, como Orbán, que en realidad hace lo mismo, pero protestando y dando contestaciones al jefe. Los países del este de la UE llegaron tarde a la fiesta de la democracia y el capitalismo, cuando estaba todo el pastel servido, y se tuvieron que conformar con las migajas que quedaban, migajas que no suelen bastar para calmar el apetito de su pueblo, por lo que sus gobiernos tienen que montar estos "shows" políticos para seguir teniendo algo de credibilidad.

Sin ir más lejos, Orbán comparaba ayer estos resultados con los de los referéndum de la entrada de Hungría a la UE y a la OTAN. En aquella ocasión (gobernaba el Partido Socialista), dada la tradición abstencionista de los ciudadanos húngaros, se modificó la ley para que no fuese necesario llegar al 50% (posteriormente se volvió a instaurar esta norma, que se ha mantenido en el referéndum de ayer). La participación fue del 46% (en el del ingreso a la UE) y 49% (en el de ingreso a la OTAN), es decir, que con la ley actual no habrían sido válidos. Y de hecho, comparativamente, hay más votos en contra de las cuotas que los que hubo a favor de entrar a la UE (que fueron el 84%, es decir, 3.056.027 votos a favor del ingreso en la UE, por los 3.282.723 contra las cuotas de ayer).


Gobierno presidido por Orbán, ayer a la noche, en la rueda de prensa tras conocerse los resultados del referéndum.
fotografía: index.hu


Si bien al gobierno de Orbán no le falta razón cuando compara los referéndum, me parece bastante triste que él y Fidesz, que aceptaron las reglas del juego (requerir un 50% de participación), y que para tratar de incentivar el voto de los ciudadanos hicieron una campaña implacable y muchas veces ridícula o directamente de mal gusto, derrochando dinero público, y que, al no haberlo conseguirlo, ahora le reste importancia y se quede solo con los votos, ignorando la escasa participación, cuando sabía de antemano que el referéndum estaba ganado y que su verdadera lucha era forzar la participación, en lo que ha fracasado. Si vamos a criticarle, hagámoslo con argumentos verdaderos y no con falacias o insultos.

En cualquier caso aquí no se debatía acoger refugiados o no, lo que se debatía era la forma de hacerlo, es decir, que fuese por imposición de la UE, me río cuando algunos medios llaman a las cuotas "solidarias". La solidaridad nace motu propio, no se impone por terceros, si se impone ya no se llama solidaridad, sino obligación. Y lo más importante de todo: las cuotas son absurdas per se, ya escribí sobre ello hace tiempo (aquí el enlace a dicha entrada), y si uno se para a analizarlas seriamente, se da cuenta en pocos minutos de que no tienen ningún sentido. No benefician ni a los ciudadanos ni a los refugiados.

Las cuotas obligatorias, no lo olvidemos, fueron idea de Angela Merkel cuando entró en pánico vista la muchedumbre (compuesta por miles de personas huyendo de la guerra junto a una mayoría de gente que lo hacía de países seguros aunque subdesarrollados), que se dirigía a Europa por su craso error diciendo que Alemania iba a acoger a todos los refugiados (a sabiendas de que no podía hacerlo), y sospechosamente después de que el jefe de la patronal alemana, Ulrich Grillo, saliese en los medios diciendo que Alemania necesitaba mano de obra barata. Por cierto, en su momento se acusó a György Soros de estar detrás de esta oleada migratoria, pues bien, hace poco anunció la creación de varias empresas privadas para ayudar a los gobiernos a gestionar a los inmigrantes, es decir, que ahora la teoría aún cobra más sentido (va a abultar aún más sus cuentas bancarias gracias al dinero público, y qué mejor negocio que el de la "solidaridad").

En su momento, muchos gobiernos se negaron a estas cuotas, entre ellos el español, pero después llegó "la doctrina del shock" (porque hay que reconocer que fue mucha casualidad que fuese justo en ese momento), la famosa imagen del niño ahogado en la playa turca. Solo entonces, tras una intensa y breve campaña mediática, muchos gobiernos las terminaron aceptando (aún así quedaron varios países que seguían negándose).

Veremos a ver qué ocurre ahora, de momento el gobierno húngaro ha dicho que, pese a ser inválido el resultado, se queda con la copla de ese 98% de votos contra las cuotas y que lo introducirá en el parlamento de cara a modificar varias leyes. Dada su amplia mayoría (no absoluta, como algunos medios mencionan erróneamente), no va a tener muchos problemas en hacerlo, así que en realidad la validez del referéndum tampoco era muy importante, salvo de cara a su imagen, que finalmente ha salido más deteriorada. Seguiremos al tanto de todo ello.

lunes, 26 de septiembre de 2016

Atentado en Budapest: dos policías heridos

Poco a poco van aclarándose las informaciones sobre la explosión que tuvo lugar la noche del sábado en Budapest, en la avenida Teréz (parte del nagykörút, el gran anillo de circunvalación interior de la capital húngara), muy cerca de la plaza Oktogon, una zona que en plena noche de sábado estaba a rebosar de gente, ya que es la zona de copas y restaurantes por excelencia de Budapest, y de día también es muy transitada (yo mismo he pasado por allí a menudo), y que dejó un saldo de dos policías heridos.



Zona de la explosión.
fotografía: index.hu


La noche del pasado sábado 24 de Septiembre, en torno a las 22:30, se escuchó una fuerte explosión en la céntrica avenida Teréz (distrito VI). En pocos minutos la zona fue acordonada, se interrumpió el tráfico y se llenó de policías, bomberos y ambulancias. Lo que al principio parecía una explosión de gas en un edificio en obras pronto se convirtió en algo más: la policía no hacía declaraciones, se evacuaron edificios (hoteles, viviendas, bares, pubs y restaurantes cercanos) y la zona se llenó de miembros de la policía científica que inspeccionaban la zona de arriba abajo. No se cortó el suministro de gas (algo habitual en las explosiones por este motivo), ni se vieron trabajadores de la compañía de gas por la zona, por lo que los rumores de que hubiese sido un suceso intencionado fueron ganando adeptos.





El lugar de la explosión se llenó de policía y servicios de emergencia en pocos minutos.


El Domingo por la tarde, ante la multitud de rumores que corrían de boca en boca y en las redes sociales, la policía ofreció una rueda de prensa, donde confirmó que, según las cámaras de vigilancia, un chico joven, de unos 20-25 años, en torno a 1,70 m. de altura y vestido con vaqueros, cazadora negra, deportivas y un gorro blanco de pescador, dejó un paquete sospechoso junto al edificio. Una pareja de policías que patrullaba por la zona en su ruta habitual, pasó junto al dispositivo y se produjo la explosión, hiriéndoles de gravedad. El objetivo del atentado, según la rueda de prensa, era matar o herir policías.

Una de las policías heridas es una chica de 23 años, conocida por haber participado en concursos de belleza y referencia en las campañas de publicidad de la policía húngara. El otro, un agente de 26 años. Ambos se encuentran ingresados en un hospital de la capital, donde permanecen estables. La policía ofrece 10 millones de forint (unos 32.000 €) de recompensa por una pista que conduzca al autor del atentado).

Los motivos de este ataque aún no están anda claros. Hay diversas teorías al respecto, de todo tipo, mientras prosiguen las investigaciones. A nadie se le escapa que está muy cerca el 2 de Octubre, fecha del referéndum contra las cuotas obligatorias de refugiados de la UE, y que está levantando bastante polémica en Europa. Las opiniones van desde que haya sido un "lobo solitario" hasta que haya podido ser el propio gobierno o la extrema derecha, buscando incentivar el miedo y el voto contra la cuotas. Incluso se habla de un probable origen fuera de Hungría, para dar un toque al gobierno de Orbán. La policía ha difundido imágenes del sospechoso captadas por cámaras de vigilancia cercanas, así como un vídeo, donde se ve al sospechoso merodear por la zona con una mochila en la mano, dejarla finalmente, y macharse, poco antes de que explotase al pasar los policías:



Imágenes del autor del atentado, difundidas por la policía. Cualquier información que lleve a su captura se premia con 10 millones de forint. Teléfono: 112.


miércoles, 21 de septiembre de 2016

Un año después... el referéndum de las cuotas

Llegó el 1 de Septiembre, y puntualmente, como todos los años, los niños comenzaron el colegio y el instituto, en una hermosa fiesta de presentación, tan típica en estos lares. Poco después, el día 5, primer lunes de mes, comenzó la universidad. Aún recuerdo un 31 de Agosto en el Balaton, donde los negocios bajaban las persianas, las baldas de los supermercados estaban casi vacías y los turistas cargaban los coches de maletas, puntuales, terminando la temporada turística con rigurosa fecha. Porque aquí todo comienza y termina antes. Incluyendo los días, que amanecen mucho antes que en España (sobre las 6 de la mañana en Septiembre), hora en la que abren los comercios, la gente sale a hacer los recados y comienzan su jornada.

Este Septiembre se cumple un año de la brutal crisis migratoria que vivió Hungría, y que puso este pequeño país centroeuropeo en las portadas de la prensa internacional, y en las cabeceras de los telediarios de todo el mundo. Que manipularon las noticias hasta la saciedad, como tienen por costumbre la mayoría de medios de comunicación hoy en día. Y precisamente, tras un año de todo aquello, llega la celebración de un referéndum en Hungría sobre las cuotas de la UE en materia de refugiados e inmigración, que ha levantado polvo en eso que llaman Unión Europea (que no sé hasta qué punto está unida y mucho menos en qué medida representa a los europeos).


Jornadas de caos migratorio en Budapest hace un año. Miles de personas cruzaron el puente Erzsébet con intención de ir caminando hasta Austria.
fotografía: index.hu


Ya expliqué en entradas previas del blog que varios países del este de la UE se opusieron a estas famosas cuotas, analicé la sinrazón y el poco sentido de las mismas en esta entrada. De todos los países que se opusieron a este sistema de cuotas obligatorias, Hungría ha ido un paso más lejos, hasta el punto de organizar un referéndum. No es que sea vinculante, pero sí que el resultado puede ser utilizado por el gobierno como medida de presión de cara a la UE, y es que, en esta Europa tan "democrática", el hecho de celebrar un referéndum que pueda tener un resultado contrario a los intereses de Bruselas es algo que no ha hecho mucha gracia a los jerifaltes de la UE, que han tenido que hacer malabares léxicos, con más pena que gloria, para tratar de justificar que un referéndum es antidemocrático.

Una muestra de todo esto: recientemente leí la noticia de que Luxemburgo pedía la salida de Hungría de la UE por violar los valores democráticos de la Unión Europea. La respuesta del gobierno húngaro no tiene desperdicio, recordando que precisamente Luxemburgo fue un paraíso fiscal hasta el año pasado, donde muchas de las principales multinacionales evadieron millones de euros en impuestos al tributar al 1% en Luxemburgo sus beneficios de toda la Unión Europea, en lugar de hacerlo en cada país de la UE de forma individual, en un caso que salpicó al propio presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ya que entonces él era el primer ministro de Luxemburgo. Quizás, entonces, debería ser Luxemburgo expulsado de la UE por ir contra sus propios ciudadanos, al permitir que millones de euros de impuestos fueran desviados a paraísos fiscales en lugar de ir a las arcas públicas, tan necesitadas en estos tiempos.

La crisis migratoria ha entrado desde hace ya varios meses en una fase silente, crónica, al ralentí. La prensa apenas habla ya del tema, el número de inmigrantes ha descendido considerablemente, pero siguen llegando día tras día a las islas griegas y a la frontera húngara, en su camino a la Europa rica. Las escasas noticias que han salido a la luz sobre este asunto han sido los inmigrantes que países como Suecia, Alemania o Austria quieren devolver a Hungría, en virtud de los acuerdos de Dublín, que rigen que el primer país que de la UE que pise un solicitante de asilo es quien debe encargarse de él. Y dado que muchos entraron por Hungría, los países que fueron destino final de estas personas quieren ejercer su derecho de devolución. Eso sí, este tema ha pasado mucho más desapercibido que cuando declaraban que iban a acoger a no sé cuantos mil refugiados. Hungría ha mostrado su malestar, no sin razón, ya que argumentan que en realidad el primer país Schengen que pisaron fue Grecia, la gran puerta de entrada de esta ola migratoria, así que es a ellos a quienes tienen que pedir cuentas y no a Hungría. Por no hablar de que el protocolo de Dublín fue violado innumerables veces por muchos países de la UE y que, de facto, quedó prácticamente anulado.


Un grupo de inmigrantes caminan por Budapest con fotografías de Angela Merkel. La canciller alemana es una de las principales responsables de este desastre. Para muchos de ellos (la mayoría no eran sirios), todo el viaje fue en vano, y serán devueltos finamente a sus países de origen.
fotografía: index.hu


Sobre el tema del referéndum de las cuotas quería escribir una extensa entrada, pero el blog Crónicas húngaras se ha adelantado, con un trabajo excelente al cual me remito en este link que lleva a su artículo. Poco más hay que añadir.

Así que quedamos a la espera de ese sábado 2 de Octubre, en el que se celebra el referéndum, donde el gobierno hará la pregunta de "¿Quiere que la UE, sin la aprobación de la Asamblea Nacional, imponga el asentamiento obligatorio de ciudadanos no húngaros en Hungría?", donde necesita al menos un 50% de participación para que sea válido, y a la espera de mi próximo viaje a Hungría en ese mismo mes, en el que volveré a pisar tierras magiares.

En Hungría nadie duda de que va a ganar el "No", de hecho, viendo el panorama y las encuestas, los pocos partidos políticos que están a favor de las cuotas han pedido la abstención. El asunto es si la participación llegará a ese 50%, por ello el gobierno ejerce una intensa campaña a favor de la participación y del "No" en el referéndum, hasta el punto de que muchas veces parece que no hay problemas más graves en el país. Pero Orbán y su gobierno saben que se juegan mucho, y que están cerca de poder hacerle una buena "peineta" a Bruselas, que les daría muchos votos y apoyo, y no solo en Hungría. El grupo Visegrád se ha consolidado como una alternativa al eje tradicional Berlín-París, de hecho recientemente se habló en Austria de la posibilidad de unirse a los países de este grupo (formado por Polonia, República Checa, Eslovaquia y Hungría, sumando unos 60 millones de habitantes y más de medio millón de kilómetros cuadrados, siendo su origen una alianza entre eslavos y magiares en el siglo XIV, y su reactivación tras la caída del muro de Berlín). Lo cierto es que económicamente están muy por detrás del eje francogermano (son de hecho una colonia económica de dichos países), pero su influencia política dentro de la UE ha alcanzado niveles jamás vistos.


Gobierno húngaro, con el primer ministro, Viktor Orbán (el segundo por la derecha).
fotografía: index.hu
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...