martes, 22 de septiembre de 2015

El caos de las cuotas de refugiados

A pesar de tantos meses de debate sobre las cuotas de refugiados, más allá de que hoy se hayan aprobado (cosa que nos intentarán vender como una lección de valores), a nadie se le escapa que esto es tan solo un parche temporal, que no va a arreglar en absoluto el drama migratorio al que se enfrenta Europa. Solo de Enero a Septiembre de este año ha habido  más de 500.000 de peticiones de asilo en el viejo continente (es decir, más del cuádruple de los 120.000 que se va a repartir la UE), por no hablar de que siguen llegando miles de personas cada día, y de que la cifra total podría ser de varios millones (Alemania habla de 1 millón para empezar). En estos momentos hay miles de inmigrantes haciendo cola en la frontera serbo-croata (que continua cerrada), o entrando a Austria.


El ejército de Austria custodia un grupo de recién llegados al país alpino. En los últimos días miles de personas han llegado a la frontera austríaca.
fotografía: index.hu


El hecho de que varios países, y además todos del este de la UE, como Hungría, República Checa, Eslovaquia, Polonia, Letonia o Rumanía estuviesen en contra de este reparto (ojo que antes también había occidentales como España y Reino Unido), da que pensar sobre el asunto. Finalmente Hungría, República Checa, Eslovaquia y Rumanía votaron en contra, y Finlandia se abstuvo. El resto de países votaron a favor y se aprobó por mayoría. Que Juncker ande detrás de este plan me da bastante temor.

Los análisis que he visto hasta ahora de estas cuotas son tremendamente superficiales, y se centran en el drama humanitario (que por supuesto existe) en lugar de analizarlo seriamente. Por supuesto que todo el mundo tiene derecho a una vida mejor, faltaría más, y la migración dentro de la propia UE es un hecho (especialmente de los países del este a los occidentales). Y es obvio que la UE debe dar refugio y asilo a aquellos que vienen de países en guerra, en la medida de lo posible (y la UE tiene bastante capacidad, que no infinita). Ese tema no es lo que quiero debatir, es algo tan obvio que me parece absurdo acusar a los países que se niegan a las cuotas de poco humanitarios o xenófobos, como han hecho algunos medios. Me parece algo propio del nivel mediocre de periodismo que padecemos en España. El problema es que estas cuotas son totalmente disparatadas y están llenas de sinsentidos. Vamos, que son una chapuza enorme.


La prensa se ha dedicado mayormente a recoger imágenes como esta, donde un niño recién llegado a Hungría ofrece inocentemente una galleta a un policía húngaro. Pero señores, detrás de estas imágenes hay un problema gordo.


En primer lugar, los inmigrantes y refugiados que llegan a Europa quieren ir a Alemania en su inmensa mayoría, y un pequeño número a Suecia. Es decir, nadie quiere ir a Estonia, nadie quiere ir a Polonia ni a Hungría. ¿Se les va a obligar a estos futuros refugiados legales a vivir en estos países? Y además es absurdo. ¿Cómo se les va a retener allí? Estarán en Schengen y podrán irse a Alemania tan pronto como les plazca. A veces pienso que Merkel o Juncker tienen un grave problema neurológico si se creen las cosas que dicen. Hace poco, en la propia Alemania, en un tren que trasladaba refugiados a Berlín, alguien accionó varias veces el freno de emergencia y centenares de refugiados saltaron del tren y desaparecieron. Según dicen, tampoco querían ser registrados en Alemania y se dirigieron  a Suecia por sus propios medios, de forma irregular.

Lo que dice la UE es que para evitar esto, si los refugiados quieren seguir cobrando las ayudas, tan solo podrán hacerlo en el país al cual se les destine. Tampoco se cómo van a obligarles, o si simplemente irán a cobrar el cheque y después se volverán a Alemania. En Bruselas dicen que si hacen eso se demostraría que no son refugiados, sino inmigrantes económicos, y serían expulsados de la UE o como poco privados de dichas ayudas. Pero es que, visto lo que ha ocurrido hasta ahora, me temo que muchos sean de este segundo grupo. ¿Qué harán cuando se enteren de que Alemania, que dijo públicamente que les daría el asilo, los envíe a Rumanía? Les hemos visto en Röszke bastante enfadados cuando no les dejaban entrar a Hungría, así que se puede liar otra buena.

Ayudas que, por cierto, no se sabe cómo van a ser. Si cada país aplica las suyas malo, porque entonces habrá refugiados cobrando una pasta en Alemania comparados con aquellos que, por ejemplo, lo hagan en Lituania, y habrá dispares modos de vida (por no hablar de protestas o manifestaciones de estos refugiados), lo cual sería tremendamente discriminatorio y mostraría las terribles desigualdades que ya hay en la UE hoy en día entre sus propios ciudadanos. Y si todos cobran lo mismo, incluso peor. Porque a ver cómo se le explica a un pensionista rumano que cobra 100 € que su vecino refugiado cobra el triple o el cuádruple, o a un trabajador húngaro que ese refugiado con el que se cruza en la calle y que aún no ha tenido tiempo de buscar empleo, gana más dinero que él. Todo esto no es que diese alas a la extrema derecha, es que le daría un Boeing 747 repostado y con tripulación. Y ya sabemos todos, por duplicado, cómo termina Europa cuando la extrema derecha llega al poder.

Igualmente ya me dirán algunos como diablos estos refugiados van a encontrar empleo en países como España o Grecia, con tasas de paro que rondan el 25% (o el 50% juvenil, pues muchos de los migrantes son bastante jóvenes). ¿No es condenar a la cola del paro a un refugiado destinado a España? Y si en la propia España muchos inmigrantes irregulares están privados del derecho a recibir asistencia sanitaria en estos momentos, ¿no sería discriminatorio que un refugiado pudiese ir al médico y ellos no?


Autoridades húngaras trasladan un convoy de autobuses con inmigrantes que Croacia transporta a la frontera magiar, sin ningún acuerdo de por medio. Primero lo intentó con Eslovenia, pero el gobierno esloveno se negó en rotundo.
fotografía: index.hu

Viktor Orbán se ha convertido en el malo de la película. Muchas de sus decisiones son muy discutibles, pero la mayoría son debidas a las malísimas regulaciones europeas que han puesto al pequeño estado magiar contra las cuerdas de la presión migratoria.
fotografía: index.hu


Pero más allá de estas cuestiones, quería analizar la postura de Hungría tan contraria al sistema de cuotas. Más que nada porque de aprobarse, como así se ha decidido hoy, Hungría tendría 54.000 personas menos bajo su custodia (al ser uno de los países que más ha recibido, Hungría transferiría a muchas personas a los países vecinos), así que en teoría debería estar bastante interesada, ¿no?. Bueno, pues el principal motivo es que este pacto de cuotas sigue imponiendo a Hungría ser la puerta de entrada de la UE para la inmigración: deberá ser Hungría quien registre primero a todos los que lleguen (¡y eso que  la mayoría primero llegan a Grecia!).

Claro, la realidad es que Grecia es el primer estado Schengen al que llegan los inmigrantes, y debería ser Grecia quien los registrase como refugiados y repartiese. Pero el país heleno está en coma desde hace varios años (por su deuda económica, fundamentalmente con Alemania). Pero es que además, en virtud del tratado de Dublín, todo aquel solicitante de asilo al que se le denegase su petición (y muchos no proceden de países en guerra, con lo que, previsiblemente, no se les va a conceder), o estuviese en un país que no le corresponda, sería devuelto al país por el que entró: efectivamente, Hungría. Es comprensible entonces que el gobierno magiar blinde sus fronteras y aplique leyes restrictivas para reducir al máximo el número de entradas por su territorio, o deberá hacer frente a un brutal y repentino número de migrantes que colapsaría este pequeño país centroeuropeo: bien porque llegan de Serbia, bien porque se les devuelve de los otros 25 estados Schengen (el efecto "sandwich" que ya expliqué en entradas previas). En la práctica, Alemania ha anunciado que tan solo no aplicará el tratado de Dublín a los sirios, pero es que en cifras, los sirios son una minoría comparado con la suma del resto de países de los cuales vienen esas personas.


Peticiones de asilo en la UE, en una gráfica elaborada por la BBC británica. Del total de 625.920, poco más de 120.000 son de ciudadanos sirios.

Previsiblemente puedo decir ya que las peticiones de asilo en Alemania de albaneses, kosovares, serbios, macedonios o bosnios se van a denegar. Y como entraron por Hungría, podrían ser devueltos a dicho país. Y así con muchas más nacionalidades.

Campamento de refugiados en Turquía, país que acoge a 2 millones de sirios desplazados.

Como contaba la BBC, la policía eslovena, en plena frontera, lanzó gas pimienta a un grupo de inmigrantes que trataba de entrar ilegalmente a Eslovenia. Tuvo poca repercusión. Parece que si no es Hungría quien hace estas cosas, no interesa. Es como si la UE intentase tapar sus vergüenzas focalizando todo el conflicto en Hungría.


A mi la sensación que me da es que la UE ha metido la pata hasta el fondo (pero desde hace años, no solo por esto), y que cada vez que la intenta sacar lo único que consigue es hundirla más profunda. Alemania la lió con sus declaraciones de dar asilo a 800.000 personas, las mafias y los listillos animaron aún más a los refugiados a emprender el viaje para "sacarles la pasta", se les unieron muchos que no huían de la guerra pero pensaban que "iba a colar", aquí la UE no funciona ni para los de dentro ni para los de fuera, y los inmigrantes, seguramente engañados un poco por todos, tampoco ponen mucho de su parte queriendo ir todos al mejor postor (es decir, a Alemania y Suecia).

Lo sensato sería construir campamentos donde se cubriesen todas las necesidades básicas de estas personas (como el de la fotografía anterior de Turquía), probablemente en Grecia, puerta de entrada de toda esta gente a la UE (y así evitar su miserable viaje por el continente), e ir progresivamente buscándoles vivienda o trabajo para que se integrasen en Europa (en la medida que es posible para un continente en plena crisis económica, que para muchos europeos, no digamos ya precisamente griegos, es ya una crisis humanitaria también). Pero fijaos, si los dirigentes de la UE se han visto incapaces de manejar la primera "remesa" de 120.000 solicitantes de asilo, como para organizar la llegada de varios millones de personas a los 28 variopintos y terriblemente desiguales países de esta desunión europea. Porque, todo sea dicho, si resulta un éxito total, el efecto llamada será aún mayor.

Prepárense señores para más escenas rocambolescas, migrantes de un país para otro, políticos con cara de póker, manifestaciones, militares, incidentes diplomáticos y desplantes de todo tipo. ¡Esto no ha hecho más que empezar!

viernes, 18 de septiembre de 2015

¿Qué está ocurriendo en Europa?

No tenía pensado escribir hoy, pero después de haber visto el programa de La Sexta "Al Rojo Vivo" y a su presentador, el señor Antonio García Ferreras, despotricar de Hungría durante varios días seguidos sin tener la menor idea de qué se cuece en centroeuropa (resulta que ha vuelto al programa después de todo Agosto de vacaciones, le han debido contar cuatro cosas sobre la ola de inmigración y ya se debe creer dueño de la verdad absoluta). Y del resto de sus colaboradores puedo decir prácticamente lo mismo. Bueno, por fin hoy ha aparecido en el programa alguien hablando del tema de forma sensata, que es Jorge Verstrynge, y les ha dado una pequeña dosis de historia y realidad a tertulianos y presentador (y de paso a la audiencia).

Ojo, que en estos días, en ese programa se han soltado perlas como: Orbán es un nazi, Sarkozy es fascista porque es hijo de húngaro, o nadie con dos dedos de frente quiere quedarse en Hungría si no es húngaro. Con esas frases, me temo que los xenófobos sean ellos. A la hemeroteca me remito (esa de la que tanto presumen en el programa).

Verstrynge por fin ha dicho lo que nadie del programa sabía o al menos no parecía saber. Y me ha dado una idea: como su teoría coincide mucho con la mía, me gustaría hoy repasar todo lo que ha ocurrido, está ocurriendo y pienso que va a ocurrir. Algunas de las cosas que ha mencionado él y con las que coincido, las voy a incluir aquí. Si por casualidad llegase al presentador, García Ferreras, o a sus tertulianos, cosa que dudo, les recomiendo que lo lean, rectifiquen y aprendan un poco para informar mejor. Por cierto, les recomiendo también un viajecito por Budapest, seguro que cambian de opinión.

Bueno, pues esta es mi teoría en 20 breves puntos. Comencemos desde el principio:

1- Hace AÑOS (lo pongo en mayúscula porque es importante) comienzan las llamadas "primaveras árabes", en realidad no es descabellado decir que eran programas fomentados por occidente para derribar regímenes totalitarios con intereses contrarios a los gobiernos occidentales en el Magreb y Oriente próximo. Se apoyó y armó a la oposición con la excusa de traer "democracia" y con ella inevitablemente gran prosperidad. Fue un claro error: caídos los gobiernos, los países se desestabilizaron completamente y reinó el caos, en algunos incluso la guerra civil, con el surgimiento de mafias, grupos terroristas y pobreza extrema (algunos países como Libia, gobernado con un tirano o como se le quiera llamar, era el más rico de África, ahora han pasado a la cola).

2- Comenzó una ola de refugiados a los países de alrededor. En el caso de Siria, a Turquía, Jordania y el Líbano. Arabia Saudí (país fronterizo) o los ricos emiratos y sultanatos árabes dijeron que ellos daban dinero pero que nada de aceptar refugiados. Millones de sirios huyeron del ISIS y Al-Assad a estos campos.

3- Algunos, en vista de que las guerras en sus países se cronificaban, comienzan a emigrar a Europa por intereses económicos. Su seguridad estaba a salvo en Turquía o Jordania, pero viendo que no había ningún futuro allí en esos campamentos más que el de pasar el tiempo esperando, deciden probar suerte en Europa.

4- Primer gran error: aparece Angela Merkel, y dice que "Alemania podría acoger perfectamente a 800.000 refugiados". Mi teoría es que probablemente estaba presionada por las grandes empresas de Alemania, que quizás buscaban aprovecharse de esta gente que se ofrecería sin duda como mano de obra barata y sin condiciones, precisamente con Alemania paralizada por huelgas de Lufthansa o sus ferrocarriles. La clase media siria era perfecta: pueden sufragarse un viaje ilegal a la UE mediante las mafias con sus ahorros y además tienen títulos universitarios.

5- La voz corre como una mecha entre los refugiados. Redes sociales, móviles, boca a oreja. Y por supuesto las mafias organizan viajes a Europa cuales touroperadores en Agosto: miles de refugiados, atraídos por las palabras de Merkel, comienzan a llegar en masa a Grecia y de allí a Macedonia y Serbia, coreando el nombre de Merkel y agitando fotografías de la canciller. La inmensa mayoría son hombres jóvenes en edad de trabajar, un tercio de ellos sirios que probablemente dejaron a sus mujeres e hijos en algún campamento de refugiados o en alguna zona segura de Siria. El resto procede de otros países, algunos ni siquiera tienen guerras, pero aprovechan la tragedia siria para "ver si cuela" y entrar con ellos. Van indocumentados, dicen ser sirios, pero algunos ni saben qué ciudades tiene Siria y terminan confesando ser de Bangladesh, por ejemplo. Por cierto que un periodista (de los de verdad) ya demostró que por 2000 dólares se podía comprar un lote compuesto por pasaporte, DNI y carnet de conducir sirio. La prensa, a lo suyo, se limitaba entonces a fotografiar a la minoría de madres con hijos de estos grupos migrantes, no sé si inconscientemente o con algún fin específico. Pero qué majos son estos refugiados, pensaban, viéndoles llegar sonrientes a Europa.

6- Las autoridades de los primeros países europeos en su camino empiezan a alucinar con la avalancha, pero en vista de que tan solo quieren ir a Alemania, y que están de paso, Macedonia (2 millones de habitantes y una superficie menor que la de Galicia), Grecia (sumida en el caos de su deuda y con mayores preocupaciones), o Serbia (7 millones de habitantes, su última guerra hace 15 años), les dejan cruzar sus territorios. Macedonia ya hace algunos vagos intentos de controlar a los inmigrantes, pero son un fracaso absoluto, e impotente, se dedica a repartir indiscriminadamente permisos de 72 horas en las que cruzar el país y salir a la frontera Serbia. Problema resuelto para la pequeña y paupérrima Macedonia y que se lo coma el siguiente: Serbia, país que, arrastrando una economía devastada por la no tan lejana guerra, básicamente hace lo mismo (qué buena idea la de los vecinos, deben decir).

7- Comienzan a llegar estos miles de inmigrantes a Hungría. Aquí todo cambia, porque comienza el espacio Schengen: las fronteras exteriores a este espacio están a cargo de, ojo, el país que las tiene, pero este país tiene la responsabilidad con los 300 millones de habitantes de la UE de vigilarlas. Es decir, violar la frontera húngara con Serbia, por ejemplo, es hacerlo a la vez con la alemana, francesa, checa, sueca o española (entre otras).

8- El gobierno húngaro reacciona MAL y TARDE a este fenómeno, como lo hubiera hecho CUALQUIER OTRO país de la UE de haber sido el primero en recibir estas oleadas migratorias inesperadas. En cuestión de meses miles y miles de sirios, afganos, kosovares, irakíes, yemeníes, libios, egipcios, pakistaníes, bengalíes, somalíes, eritreos, ghaneses y un largo etcétera se encuentran en suelo húngaro para estupefacción de las autoridades magiares y de la ciudadanía en general, en un país sin apenas inmigración hasta ahora, mal preparado y con una economía bastante débil.

9- El protocolo de Dublín rige que "el primer país de la UE al que acceda un refugiado de guerra debe ser el que se encargue de su asilo". Qué casualidad que los países ricos estén en el centro, bien protegidos. Hungría ofrece el asilo, los primeros inmigrantes lo aceptan y se convierten en los primeros de estos nuevos refugiados en Hungría y la UE.

10- Sin embargo, una vez obtenido el estatus de refugiado, no pueden salir de Hungría. Se les ofrece alojamiento, comida, agua, sanidad y prestaciones básicas, pueden moverse libremente por Hungría, pero en vigor de los tratados europeos, no pueden cruzar ninguna frontera ni salir del país. Si fuesen a Alemania (cosa fácil de hacer pues no hay frontera física) pero se les detiene en dicho país y se identifican como refugiados (o las autoridades germanas se dan cuenta al mirar su documentación), serían devueltos a Hungría, país al cargo de ellos. Esto choca frontalmente con los intereses de los ya inmigrantes económicos (y no refugiados) de ir a Alemania, atraídos, sin duda y como cualquiera, por el mejor estatus que tendrían en el país germano: más rico y con mejores ayudas y prestaciones sociales (no es ningún secreto a estas alturas, no creo que lo que les mueva sea el idioma alemán o las salchichas de cerdo precisamente).




11- La voz se extiende por Turquía, Jordania o el Líbano: hay que cruzar Hungría de manera incógnita y huir de la policía, pues si les registran como refugiados en el país magiar se acabó el sueño alemán. Las autoridades asisten estupefactas a estos cruces irregulares de fronteras y huidas de la policía: normalmente, en las guerras, los refugiados son quienes se dirigen a un puesto fronterizo cercano al país del que huyen para solicitar el asilo y salvar sus vidas. Pero estos no, recorren miles de kilómetros por media Europa, muy lejos ya de las guerras, para huir de las autoridades cuando llegan al viejo continente. ¿Qué está pasando? Nadie lo sabe aún muy bien.

12- Hungría empieza a "hacer la vista gorda", como Macedonia y Serbia. Les deja más o menos cruzar el país para ir a Austria (de manera extraoficial, claro, de vez en cuando detienen a algunos para quedar bien con Europa). Alemania, se da cuenta de la avalancha que viene y comienza los controles de sus fronteras, informando a sus coleguillas austríacos. Austria detiene trenes en su frontera procedentes de Budapest y obliga a volver a los indocumentados a Hungría en virtud del tratado de Dublín. Así que Hungría empieza a aplicarlo seriamente: obliga a los inmigrantes a registrarse como refugiados en el estado magiar. Pero como esto les detiene en su viaje a Alemania, se escabullen. Y empiezan los sinsentidos.

13- El gobierno de Hungría, un país con escasos recursos, una superficie menor que la de Castilla y León y con menos de 10 millones de habitantes, teme convertirse en una especie de "sandwich de refugiados", ya que Austria se los devuelve y Serbia se los envía constantemente. Comienza una serie de medidas lamentables: carteles xenófobos y construcción de una valla fronteriza con Serbia para tratar de detener la ola migratoria (en realidad, yo creo que su gobierno a estas alturas ya sabe que es imparable, y la idea es desviar la ola hacia Croacia: total, como a Hungría no quieren venir y su destino final es Alemania, si pasan por otro país nos quitamos el quebradero de cabeza del protocolo de Dublín que está sumiendo el país en el caos). Al final, aquí todos se quitan el muerto desde Grecia.

14- Miles de inmigrantes siguen llegando. Hasta Agosto 120.000, al pequeño país de Hungría. A mediados de septiembre ya son 200.000. Y no solo eso. Por si alguien aún no lo sabe, Hungría es uno de los más estados más pobres de la UE, sobre todo gracias a la colonización económica alemana y austríaca, que ofrece sueldos ridículos a cambio de fabricar productos para sus empresas. Este es el motor del país. En Hungría hay muchas familias que pasan hambre gracias a los sueldos de 200€, muchos ciudadanos que se pelan de frío en invierno por no poder pagar la calefacción con pensiones de 100€. Profesores o profesionales sanitarios ganando entre 200 y 300 euros al mes (porque te puedes imaginar los presupuestos que maneja el gobierno con las supercotizaciones de los trabajadores que ganan las cifras mencionadas). A pesar de todo, los ciudadanos húngaros, tremendamente generosos, se movilizan y reparten agua, comida medicinas, ropa, mantas y demás entre los inmigrantes. Juegan con los niños pequeños inmigrantes, incluso proyectan dibujos animados para ellos. En Keleti se forma un campamento monumental de ilegales, con tiendas de campaña, a la espera de tomar los trenes que salen de aquí hacia Austria y Alemania. Trenes que son parados en su mayoría por las autoridades austríacas y alemanas y devueltos a Hungría.

15- El gobierno húngaro se pone más nervioso todavía con la creciente presión migratoria y el caos reinante en Hungría del que apenas se ha hablado en España: los grupos de inmigrantes de Budapest comienzan a organizarse y a manifestarse exigiendo "ir a Alemania". Comienzan una serie de disturbios menores en Budapest. Muchos ciudadanos empiezan a asustarse seriamente, gente gritando en árabe por las calles de Budapest o tirando el agua y la comida que les ofrece la policía no es una imagen común en Hungría. La extrema derecha hace su breve aparición, aunque la policía la detiene. Los trenes a Alemania y Austria son suspendidos. Los inmigrantes deciden irse andando por la autopista M-1 rumbo a Viena. La policía apenas puede ir cortando el peligroso tráfico de la autopista para salvar sus vidas. Los escasos campamentos de refugiados de Hungría, peligrosamente hacinados, comienzan a sufrir motines de los propios refugiados, protestando por las condiciones y deseando escapar hacia Alemania. Merkel sigue haciéndose la loca (y fotografiándose con refugiados en los campamentos germanos). Ese día de caos absoluto en Hungría, Austria y Alemania hacen una excepción y suspenden Dublín por unas horas: Hungría recoge a los inmigrantes de Keleti y de la autopista en autobuses urbanos (porque no había otros, hacían falta más de 100 y esto es Hungría señores), y los lleva a Austria. Pero tras esto, se acaba la generosidad germana y le recuerdan al gobierno húngaro que el tratado sigue vigente y que el papel de Hungría se limitará a registrar refugiados y controlar las fronteras exteriores de Schengen. Y a hacer de poli malo frente al resto del mundo. Y así, además, disminuirá el efecto llamada, y los inmigrantes se darán la vuelta. Otro plan genial de Merkel. Además como Orbán ya tiene fama de malo en todo el mundo, la prensa solo va a fijarse en él y darle palos, y ella se irán de rositas.  

16- Como la generosa canciller alemana ve que los inmigrantes que llegan a Europa de repente son muchísimos más de los esperados, que Hungría hace aguas por todas partes, y que ella ha metido la pata hasta el fondo con sus declaraciones, sobreestimando la capacidad teutona de asilo, idea un sistema de cuotas para repartirlos por Europa a su antojo. Otra idea brutal. Está sembrada, en racha. Es tan buena, que Mariano va a visitarla y queda convencidísimo de repente que el sistema de cuotas es superbueno, cuando horas antes lo rechazaba.

17- Sin embargo, los países europeos reaccionan con estupefacción. "Es un problema de Alemania" dice Viktor Orbán. Que ellos lo resuelvan. Solo faltaba que ahora los países pequeños y pobres sean los que tengan que sacarle a Alemania los pies del barro en el que ella solita se ha metido. Casualmente aparece esos días el niño ahogado en la costa de Turquía. Coincidencia o no, la mayoría de países europeos aceptan las cuotas, estremecidos y "shockeados", aunque el grupo Visegrád (es decir, la colonia alemana del este de la UE, perdón, digo República Checa, Eslovaquia, Polonia y Hungría) sigue mosqueada seriamente con Merkel. Orbán seguramente recuerda a la canciller que Europa pasa olímpicamente de los húngaros que debido al tratado de Trianon viven en los países de alrededor, muchas veces sufriendo tratos discriminatorios. Esos son sus refugiados. Y ahora encima le quieren obligar a aceptar una cuota bajo pena de sanción. Esa es la democracia de la UE: los países no son soberanos, aceptan dictados de Berlín (perdón, Bruselas) y punto.

18- Hungría, al borde del colapso migratorio, con decenas de miles de inmigrantes desconocidos, muchos de los cuales vienen de países en guerra y a saber qué tropelías han podido cometer, vagando a sus anchas y sin control por el país, cierra sus fronteras. Igual que Alemania, Serbia, Eslovenia, Eslovaquia o ahora Croacia. Pero Hungría lo hace físicamente y sancionando a quienes entren de manera ilegal al país. Hungría hace el trabajo sucio de retener a los inmigrantes que Alemania le devuelve o no quiere. Se acumulan en Röszke y tratan de asaltar la frontera mediante la violencia. La policía húngara contiene el ataque mediante el uso de la fuerza. Los medios de comunicación extranjeros y especialmente españoles, de manera bochornosa, informan tan solo de la respuesta húngara, olvidándose del ataque de los inmigrantes y de su asalto a la frontera soberana de un Estado con responsabilidades comunitarias. Ya ni hablemos de buscar el origen del conflicto. Ese es el nivel del periodismo en España, señores.

19- En vista de que el gobierno húngaro no cede (ha sido la decisión soberana de un gobierno elegido democráticamente, y probablemente su única defensa frente a la ola de 200.000 inmigrantes registrados en 8 meses en este pequeño país, nos guste o no, es así), las mafias y los inmigrantes buscan la ruta a Alemania mediante Croacia. A pesar de haber visto lo que ocurrió en Hungría, el primer ministro croata, emulando a la Merkel, dice orgulloso y envalentonado: "Croacia no parará a nadie y les ayudará a cruzar hacia Eslovenia y Alemania". Nuevo efecto llamada: 13.000 inmigrantes en día y medio saturan los escasos recursos migratorios de otro de los países más pobres de la Unión Europea. El gobierno croata rectifica y cierra su frontera con Serbia anunciando que "el país está desbordado". Claro, ninguno se quiere registrar como refugiado allí tampoco, y como no saben qué hacer con ellos... Atención, los envían a... ¡Hungría! De nuevo otro ejemplo de la vergonzosa irresponsabilidad de los políticos europeos, esta vez croatas. Pero ninguna crítica a ellos, porque todos los periodistas siguen vomitando bilis contra Hungría y los húngaros, sin distinción muchas veces.

20- Mientras tanto, las autoridades de la UE no saben nada, no han visto nada. Son conscientes de que facilitar alojamiento y recursos a los inmigrantes podría causar un nuevo efecto llamada con quizás ya no cientos de miles, sino millones de personas. Tampoco pueden negarse oficialmente a acogerles, pues eso iría contra los valores que dice la UE defender (valores que ya han violado innumerables veces, dicho sea de paso, con los propios ciudadanos europeos, así que imaginaos con los que vienen).

Y eso es un repaso a esta crisis migratoria. Ahora a ver quién resuelve esto. Los lumbreras de Bruselas ya se han reunido varias veces y no tienen ni idea. Yo tampoco. O Europa acoge a millones de inmigrantes, muchos de ellos musulmanes y algunos de países con una cultura absolutamente diferente (no hay nada de malo en admitirlo, es así y punto), o se echa para atrás y queda aún peor de lo que ya ha quedado. Luego está el término medio, que imagino que es lo que hará: acoger a los famosos 160.000 inmigrantes por cuotas y eurodecreto, y echar al resto, cumpliendo un papel políticamente correcto para decir: nosotros ya hemos hecho de nuestra parte. Hungría quedará como el malo malísimo, el este de la UE igual, y Alemania y Merkel de nuevo como los salvadores y solidarios.

Y mientras tanto Naciones Unidas a lo suyo (si la UE duerme, la ONU ronca a pierna suelta: ni un atisbo de solidaridad mundial para acoger refugiados e inmigrantes, mira que hay casi 200 países en el mundo). Más le valía a Ban Ki-Moon no criticar tanto la actuación policial de Röszke y ofrecer soluciones reales.

¿Y vosotros qué pensais? Me gustaría leer más teorías.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Graves disturbios en la frontera de Röszke

La situación en la frontera serbo-húngara de Röszke ha tomado un giro dramático esta tarde cuando un grupo violento de inmigrantes trató de entrar en territorio húngaro por la fuerza. Dicho grupo ya había advertido antes que derribarían la valla si la policía húngara no cumplía con sus exigencias: dejarles pasar y cruzar el país para ir a Alemania. La amenaza se cumplió y trataron de derribar el portón que cortaba el paso en la frontera de Hungría con Serbia.

La policía húngara repelió el ataque mediante el uso de cañones de agua y gas pimienta, y los inmigrantes continuaron el enfrentamiento arrojando a la policía botellas, piedras, palos, adoquines y cualquier cosa que encontraban. Algunos llegaron a encaramarse al tejado de una tienda de Duty Free cercana para arrojar piedras a la policía húngara, quienes no podían hacer mucho más que repeler el ataque desde sus posiciones al otro lado de la valla, por estar los inmigrantes en "tierra de nadie" entre las fronteras húngara y serbia. Hay que mencionar que muchos inmigrantes pidieron a los más violentos retirarse, temiendo lo peor, pero no les hicieron caso. El ataque terminó con 14 policías heridos por piedras y numerosos inmigrantes (algunos de ellos mujeres y niños) afectados por el gas lacrimógeno que se dispersó por la zona.




Por su parte la prensa española, como siempre, sigue manipulando las noticias y diciendo que la policía húngara poco menos que se aburría y atacó a los pobres e inocentes refugiados (aún les llaman así algunos medios). Especialmente manipuladores son Antena 3 o El País. Parece ser, según me estoy dando cuenta estos días, que el problema es que casi todos los periódicos españoles compran las noticias a Reuters, y por lo visto el periodista de esa agencia que está en Hungría no se entera de nada (o solo se entera de lo que quiere). Recomiendo seguir los hechos mediante la BBC o RT, o los medios húngaros (algunos como Index, que suelo seguir yo, no son precisamente favorables al gobierno, por si alguien piensa cosas raras).

Por fortuna, circulan en youtube algunos vídeos grabados in situ por espontáneos que demuestran que fueron algunos inmigrantes quienes comenzaron el ataque, al igual que múltiples fotografías de estos "angelitos". Y desde luego, que no se trata de niños o embarazadas, sino de jóvenes varones que parecen peligrosos a juzgar por las imágenes. Como ya expliqué, la mayoría (entre 80 y 90%) de los inmigrantes que llegan a Hungría son hombres jóvenes. La prensa española, por algún motivo, bombardea a diario con fotos de niños pequeños y madres dulces, que son en torno al restante 10-20%. Pero, ¿porqué no publican también estas fotos? Señores, no solo vienen a Europa embarazadas y niños, también llega esta gente:





Imágenes de los disturbios de esta tarde.
fotografías: bbc.com y dailynewshungary.com


Esos medios también decían que la policía húngara se había excedido al repeler la agresión, como también ha dicho el presidente de la ONU Ban Ki-Moon. Yo lo que le diría es que tienen suerte de que Hungría sea un país de la UE: si alguien intentase entrar así en cualquier otro lugar del mundo, la policía o el ejército les hubiese recibido seguramente a balazo limpio y ahora estaríamos lamentando muertos. Los hechos han sido muy serios: más allá de quiénes sean estas personas, lo cierto es que han atacado un puesto fronterizo, un incidente muy grave en cualquier lugar del mundo, y al cual las fuerzas armadas están obligadas a responder. En muchos países incluso emplearían armas de fuego (por fortuna no en Europa). Y nada de xenofobia: si el grupo hubiese sido de húngaros arrojando piedras a la policía, esta hubiese reaccionado de la misma forma (o seguramente peor).




fotografías: index.hu

fotografía: actualidad.rt.com

fotografía: bbc.com


Ya he escrito en anteriores entradas que los sirios que huyen de la guerra son tan solo una parte de los inmigrantes que están llegando a Europa. De hecho se calcula que lo son alrededor de un tercio, aunque esta cifra es difícil de calcular ya que muchos dicen ser de Siria al pensar que será más fácil conseguir el estatus de refugiado o el acceso a la UE. Pero cuando se les pregunta de qué parte de Siria son, comienzan a titubear, algunos ni siquiera conocen que la capital es Damasco, y terminan confesando ser de Pakistán, Bangladesh, Irak o el Magreb.

En la plaza de Keleti, cuando se llegaron a juntar miles de inmigrantes hace un par de semanas, ya hubo algunos enfrentamientos. Meses antes hubo una especie de motín en un campamento de refugiados de Debrecen, según dicen, por una disputa religiosa. En aquellos momentos no le di importancia a estos sucesos, los consideré como algo aislado. Pero sin embargo, el hecho de que la prensa esté continuamente manipulando las noticias y que haya individuos tan violentos entre los inmigrantes me da que pensar. Aquí dejo el vídeo de Keleti que en su día no subí por no considerarlo representativo, pero los recientes acontecimientos ya me están asustando demasiado:




No olvidemos que muchos vienen de países en guerra y no se quieren identificar: pueden ser gente inocente (y lo son la mayoría), pero pueden ser militares, criminales, presidiarios... huyendo de Siria tras cometer asesinatos, o escapando de prisiones bombardeadas. ¿Hay que dejar entrar a todos sin hacerles preguntas? ¿Sin llevar un registro, como el que debe cumplir cualquier ciudadano de un país? ¿Los violentos también deben entrar a la UE?

Estoy a favor de dejar entrar a Europa a las familias y personas que huyen de la guerra, incluso los que han pasado por muchos países seguros en su camino. Pero hay que hacerlo de una manera ordenada, registrada, porque si no, pasan estas cosas. Eso es justo lo que Hungría ha tratado de hacer estos meses. Y se le ha tratado poco menos que de racista, fascista, xenófoba y demás (claro que el gobierno ha hecho algunas cosas xenófobas, pero el tratar de registrar a quienes quieren cruzar el país no me parece xenófobo en absoluto).

Muchas personas que llegan huyen de la guerra, pero otras muchas que vienen con ellos ni son refugiados ni inmigrantes normales. No sé quiénes son, si alguien les envía ni qué planes tienen. Pero sinceramente, esto me empieza a dar miedo.

El paso fronterizo de Röszke permanecerá cerrado 30 días más, y Hungría ampliará la valla a Croacia también, según ha anunciado el primer ministro húngaro, a raíz de estos incidentes. Por su parte, Austria ha anunciado la introducción de controles fronterizos con Eslovenia (ya los tiene con Hungría), en vista que los nuevos inmigrantes que llegan ahora a Serbia se dirigen hacia Croacia para entrar a Schengen por Eslovenia. ¿Puede ser Austria la nueva Hungría? Lo veremos en los próximos días.

Actualización: subo más fotos que publica el diario húngaro de Csongrád delmagyar y que por supuesto no serán publicadas fuera de Hungría:









El último vídeo es bastante fuerte. Se puede ver como en el minuto 0:36 los asaltantes obligan a una chica joven a ir frente a la policía, con el objetivo de hacerle víctima de la respuesta policial. La chica de mochila azul de hecho sale en la fotografía superior publicada por la BBC. El gobierno húngaro ya ha denunciado estos hechos, estamos a la espera de si la ONU también hace lo mismo.

martes, 15 de septiembre de 2015

Crisis migratoria: cierre de la frontera con Serbia

A partir de la pasada medianoche de este martes 15 de Septiembre ha entrado en vigor la nueva ley que convierte en delito el traspasar la frontera húngara de manera irregular, castigado ahora con la deportación o la cárcel (en la práctica tan solo la deportación). Ya ayer por la tarde, Hungría terminaba definitivamente de cerrar la frontera serbia con la segunda valla, de 4 metros de altura y construida junto a la primera, finalizando el último tramo, por el que pasan las vías del ferrocarril que comunica las dos países, mediante la instalación de un portón metálico. Esta segunda valla se ha construido en tiempo récord utilizando para ello a presidiarios, militares y policía.



Imágenes de hoy en el paso fronterizo de Röszke.
fotografía: index.hu


Desde ese momento, miles de policías y militares vigilan la valla para que los inmigrantes no la traspasen. Igualmente está penado por ley dañarla. A partir de ahora todo aquel que desee entrar en Hungría desde Serbia deberá hacerlo por los puntos oficiales con la debida documentación, que permanecen abiertos. En caso de solicitar el asilo, se deberá realizar en los puntos preparados para tal fin (en las localidades de Röszke y Tompa), donde se tomarán huellas dactilares y una fotografía, y se deberá demostrar que previamente Serbia rechazó su petición de asilo, ya que Hungría considera dicho país balcánico como seguro para los refugiados de guerra. Como la gran mayoría (por no decir todos) no han solicitado el asilo en Serbia, se espera que todas sus peticiones sean rechazadas por el gobierno de Hungría. Hoy mismo ya se han denegado las primeras solicitudes y detenido a los primeros 45 inmigrantes que cortaron la valla para penetrar en Hungría. El país magiar ha decretado el estado de emergencia en las provincias de Bács-Kiskun y Csongrád.

Respecto al campamento de Röszke, el gobierno húngaro trasladó hace pocos días por sorpresa a la práctica totalidad de los refugiados en decenas de autobuses hasta la localidad húngara de Szentgotthárd, cerca de la frontera con Austria, la cual atravesaron caminando. Con todas estas polémicas medidas, la cifra de inmigrantes ilegales en Hungría ha disminuido considerablemente, y se ha vuelto a una situación de relativa calma, que, obviamente solo es temporal, porque los inmigrantes siguen llegando a la frontera húngara, donde esperan en el lado serbio a una apertura de la verja que parece bastante remota. El gobierno húngaro teme ahora que dichos inmigrantes den un rodeo por la vecina Rumanía para entrar a Hungría, así que ha anunciado que ampliará la valla al menos 20 kilómetros más para cubrir la parte más meridional de la frontera con Rumanía, junto a la serbia. Otra opción para los inmigrantes es dirigirse a Croacia, pero esta es más peligrosa por encontrase minado buena parte del territorio fronterizo entre Serbia y Croacia, como consecuencia de las guerras yugoslavas.



Röszke, primeras protestas de los inmigrantes.
fotografías: index.hu


Las medidas del gobierno húngaro han sido polémicas, encontrando partidarios que defienden que el Estado húngaro está cuidando sus fronteras exteriores y cumpliendo el acuerdo de Schengen y el protocolo de Dublín, y opositores que consideran estas medidas injustas y poco humanitarias. Lo cierto es que las autoridades de Hungría dicen estar cumpliendo todas las leyes y acuerdos internacionales, y seguir atendiendo las peticiones de los refugiados. Lo que ya no permiten es cruzar el país de forma irregular a los inmigrantes que se dirigen a Alemania.

Al otro lado de la valla las cosas están en relativa calma. Muchos inmigrantes han acampado allí a la espera de ver qué termina ocurriendo, algunos incluso se han puesto en huelga de hambre, rechazan la comida y el agua que les ofrecen las organizaciones humanitarias y corean el nombre de Alemania. Veremos qué ocurre a medida que sigan llegando los miles que en estos momentos están cruzando Macedonia y Serbia o los que descargan los cruceros griegos traídos desde islas como Lesbos.


Policías y militares custodiando la valla.
fotografía: index.hu

La nueva valla y la masiva presencia policial parecen haber detenido de momento el flujo migratorio dentro de Hungría.
fotografía: reuters

De momento los cientos de inmigrantes esperan la posibilidad de seguir hacia Alemania.
fotografía: index.hu


Por lo demás, el resto de Europa sigue revuelta ante esta ola migratoria repentina y sin precedentes, que la ha pillado a pie cambiado. Austria ha anunciado hoy un nuevo cierre de su frontera con Hungría, y otros países como Eslovaquia, Alemania u Holanda han comenzado a instalar controles en sus respectivas fronteras. Dinamarca restringió sus accesos cuando varios grupos de inmigrantes cruzaron desde Alemania al país escandinavo rumbo a Suecia. El túnel bajo el canal de la Mancha también tuvo que cerrarse en varias ocasiones por encontrar inmigrantes ocultos en camiones que querían llegar a Inglaterra, o incluso con intención de hacerlo caminando por las propias vías. Desde Bruselas la UE ha sido incapaz de llegar a ningún acuerdo hasta el momento, la idea de Merkel de acoger a todos los refugiados y distribuirlos por toda la UE mediante un extraño sistema de cuotas parece haber caído en saco roto, y de hecho la propia Alemania ha tenido que restringir sus fronteras ante su primera oleada de inmigrantes (los llevados la semana pasada desde Keleti a Austria), lo que ha hundido la poca credibilidad que tenía ya de por sí la canciller diciendo que Alemania podía acoger a 800.000 refugiados poco menos que sin despeinarse.

No sé como terminará esto, de momento no imagino a la UE dando casa y trabajo de repente a cientos de miles de personas llegadas a la vez. La idea de instalar campamentos provisionales de refugiados no parece del agrado de los inmigrantes, quienes quieren llegar solamente a Alemania como sea y comenzar allí una nueva vida. El gobierno húngaro se ha visto entre la espada y la pared: ni los inmigrantes querían el asilo de refugiados en Hungría, ni las autoridades podían dejarles viajar a Austria o Alemania debido a los compromisos y tratados de la UE. En esta situación el propio Viktor Orbán ha reconocido que la valla y el cierre de la frontera con Serbia no son medidas de su agrado, pero que ningún dirigente europeo ha sido capaz de ofrecerle una solución mejor.

Por último, comentar que la mayoría de medios de comunicación están ejerciendo su habitual labor de desinformación y confusión, especialmente los españoles, los cuales he seguido estos días. Pero bueno, la verdad es que no me esperaba más de ellos. Si ni siquiera muchas veces son capaces de escribir bien el nombre de localidades húngaras (no digo ya pronunciarlas, y eso que esta vez iban enviados especiales, imaginaos cuando los que escriben artículos son becarios a base de noticias de agencias), o de distinguir a la policía austríaca (Polizei) de la húngara (Rendőrség), como para ser capaces de informar de una manera aceptable, o de hacer un análisis en condiciones. La BBC es de los pocos a los que daría el aprobado.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Crisis migratoria: campamento de Röszke y algunas reflexiones

Una vez resuelta (de forma provisional, claro), la crisis de Keleti, el número de inmigrantes ilegales en la capital húngara ha disminuido considerablemente, aunque siguen llegando de manera constante, en su camino a Alemania.

Ahora, el foco migratorio principal se ha desplazado a Röszke, donde en realidad siempre ha estado (pero claro, atrae menos a la prensa, quizás porque el Danubio no cruza partiendo la localidad en dos, como sí lo hace por la bella Budapest). Cada día miles de inmigrantes atraviesan la frontera entre Serbia y Hungría de manera irregular por este punto, donde les espera la policía húngara para que realicen el proceso obligado de registro de inmigrantes y la solicitud de asilo (que muchos rechazan, pues su objetivo es asentarse en Alemania, como ya he comentado en este blog).

Sin embargo, el campamento provisional de Röszke cuenta con una capacidad muy limitada, allí no dan abasto, ni de lejos, a registrar a las miles de personas que llegan diariamente. Muchas se agolpan en tiendas de campaña o improvisadas carpas, o simplemente permanecen al raso, esperando su turno. Estos días, además, el mal tiempo ha hecho su presencia con lluvias y temperaturas alrededor de los 8-10 grados por la mañana, lo cual ha complicado aún más las precarias condiciones en las que viven los inmigrantes. El protocolo de Dublín, que obliga a registrar a todo refugiado en el primer país de la UE que pisa, tan solo se levantó durante unas horas, y de nuevo Berlín y Viena aplican dicho tratado, que está siendo un quebradero de cabeza para las autoridades húngaras. Y este problema se va a hacer crónico si no se elabora una alternativa viable. Y además el invierno viene de camino. Y cada vez llegan más y más inmigrantes.





Inmigrantes en el campamento de Röszke y sus alrededores, donde malviven a la espera del registro de refugiado o de un buen momento para huir de la policía húngara. Estos días la lluvia y el frío han añadido más dureza si cabe a la situación.
fotografías: index.hu


De todo este drama migratorio he escrito, y mucho en el blog. He comentado el penoso viaje que realizan desde Turquía estos inmigrantes, de las lamentables condiciones en las que lo recorren, del drama de la guerra y la miseria del que huyen en Siria, Afganistán o Irak. Guerras en las cuales la OTAN ha tenido un papel muchas veces fundamental. Del derecho que toda persona tiene a conservar su vida, su dignidad y de buscar una vida mejor. Pero, sin embargo, no me ha gustado como ha tratado la prensa, en general, el asunto. Y tampoco me gustan muchas cosas "raras" que he visto estos días. Y las cuales hoy quiero plasmar.

En primer lugar, por mucho que se empeñe la prensa, estas personas que llegan a Europa no son refugiados, al menos no en el sentido legal de la palabra. En mis días de estudiante de medicina en la Facultad de Szeged (Hungría), dentro de la asignatura de Medicina Forense, obtuvimos ciertos conocimientos acerca de los refugiados de guerra, cuando este problema en Hungría apenas tenía relevancia. Precisamente porque son los médicos forenses (cuyos pacientes son aquellos que están bajo custodia policial, no solo realizan autopsias como mucha gente piensa) quienes se encargan de asistir médicamente a los refugiados. Aprendimos qué es un refugiado: según la convención de Ginebra, toda aquella persona que se ve forzada a huir de su país de origen para salvar su vida, al ser perseguida allí por su etnia, raza, religión, ideas políticas, etc. Es decir, emigra de su país porque su vida corre peligro y se dirige a las autoridades del primer Estado "seguro" (normalmente fronterizo, por motivos prácticos), para solicitar el asilo. Durante este tiempo, se le proporciona alojamiento, seguridad, alimento, atención médica (he aquí el papel de los forenses), vacunas, etc, hasta que el conflicto de su país termine y sea seguro para ellos regresar.

Ocurre que esto es cierto para muchos de los inmigrantes que llegan a Hungría: escapan de sus países, devastados por la guerra, después de haber perdido seres queridos, haber visto muertos, sangre y destrucción. Algunos de ellos son niños que jamás deberían haber visto algo semejante, y que les marcará de por vida. Pero estas personas cruzan Turquía, Grecia, Macedonia, Serbia, Hungría... países seguros, y en ninguno solicitan el asilo, de hecho huyen de las autoridades cuando estas se lo ofrecen. Es decir, no se comportan como refugiados. Y hasta que no realicen la solicitud de asilo no son refugiados, sino inmigrantes ilegales, nos guste o no (a mi no me gusta eso de "ilegales", pero es la definición). No sé si muchos periodistas continúan llamándoles refugiados por pura ignorancia o para manipular las noticias (como es más dramático consiguen más audiencia). Sinceramente no lo sé, pero no se me ocurren más motivos. El problema es que incluso el departamento de la ONU para los refugiados, ACNUR, se ha quejado de esto, ya que se está abusando del término refugiado y por ello diluyendo la importancia y seriedad de los que realmente son refugiados. Porque toda persona tiene derecho a lograr una vida mejor en Alemania, faltaría más, pero entonces llamémosla inmigrante económico y no mezclemos las cosas.

Por otra parte, me mosquea el hecho de que prácticamente todos quieran ir solamente a Alemania, coreando el nombre del país germano y con fotos de Angela Merkel, a quien tienen casi beatificada, por su camino. No me gusta porque no sé quién les ha dicho que Alemania es el paraíso. La propia Merkel declaró que Alemania acogería a todo aquel refugiado que lo solicitase (el cual ha creado un "efecto llamada" enorme), pero este hecho aislado, en mi opinión, no explica que cientos de miles de personas hayan decidido, casi a la vez, irse a Alemania de manera irregular atravesando media Europa. Porque vienen de Siria, país que lleva 4 años en guerra civil, o de Afganistán (que llevan en guerra prácticamente desde que Estados Unidos comenzase a apoyar a los talibanes para destruir el régimen socialista que gobernaba el país hace décadas, no nos olvidemos). ¿Cómo es que de repente todos se quieren ir a Alemania? Y por la indignación que muestran cuando las autoridades se lo impiden, me atrevería a decir que quien les ha prometido "El dorado alemán" también les ha dicho que el viaje sería poco menos que un camino de rosas.

No me fío en absoluto de las casualidades: resulta que en plena crisis económica europea, la UE, que en su día decidió dar la espalda a los ciudadanos y sus derechos básicos (vivienda, sanidad...) en favor de los grandes bancos, al obligar a los gobiernos europeos a recortar el presupuesto social para pagar la deuda soberana comprada con dinero público a la banca privada, bueno, resulta que ahora la UE es la madre Teresa de Calcuta y dice que va a acoger a todos los "refugiados" de Siria y demás países en conflicto (que no olvidemos, casualmente vienen "de repente"). ¿Es realmente solidaridad, o algo orquestado para lavar la pésima imagen que tiene la UE a raíz de esta crisis económica y social en la cual ya llevamos casi una década?

Y además ojo, que va el gobierno alemán y dice que ellos acogen a todos los refugiados pero que luego los distribuirán por los países de la UE. ¿Con qué criterio decidirán quién se queda en Alemania y quién se va a España, por ejemplo? No podría ser esto un plan genial para quedarse a todos los ingenieros, médicos, economistas (muchos de los que huyen de Siria tiene títulos universitarios), quienes además, pueden bajar aún más el precio de la mano de obra en el país germano, acosado últimamente por las huelgas de sus trabajadores? ¿Es esta una segunda fase para hundir aún más el mercado laboral europeo? Y para más casualidad, resulta que justo después de que este "plan genial" de Alemania fuese rechazado por la mayoría de gobiernos europeos, se publica la terrorífica y tristemente famosa fotografía del niño ahogado en una playa turca. Horas tardaron la mayoría de países europeos en aceptar el sistema de cuotas a raíz de aquello. Y sin que nadie hiciese más preguntas. ¿La doctrina del shock? Y no olvidemos que el 80% de estos inmigrantes que llegan son hombres jóvenes, en edad de trabajar, aunque muchos periodistas solamente fotografíen a la típica madre siria con pañuelo en la cabeza sosteniendo a su bebé (con la que obviamente van a vender más periódicos, pero no refleja fielmente la realidad).

Se acusó a la UE de insolidaria, incluso he llegado a ver la bandera de la UE donde las estrellas amarillas son alambre de espino. Precisamente si hay un continente que más activamente colabora con ONGs, que tiene un sistema de acogida y ayudas a los inmigrantes más desarrollado y con leyes más tolerantes e igualitarias, ese es Europa. ¿Donde está Estados Unidos, el que bombardeó Irak o Afganistán? ¿Quizás aún buscando las invisibles armas de destrucción masiva? Pues USA acoge a 1.500 refugiados sirios. En comparación con los 160.000 que acogerá la UE. No he visto las "barras y estrellas" convertidas en "barrotes y alambre de espino", por ejemplo. Y no hablemos ya de los ricos emiratos y reinos árabes. ¿Donde está la solidaridad de Arabia Saudí, Qatar, Bahrein, Emiratos Árabes, Kuwait... con sus hermanos musulmanes sirios y afganos? En ningún sitio. Y no veo quejas por ello. ¿Donde está Naciones Unidas? Esa organización creada por los ganadores de la 2º guerra mundial, quienes tienen derecho a veto (los demás países, a escuchar y obedecer).


Países de oriente próximo que acogen a los refugiados sirios.
fuente: prensalibre.com


Mucho se critica a Hungría (aunque en realidad no es nada nuevo, ya estamos acostumbrados a ello) por cómo está acogiendo a los inmigrantes que llegan a las fronteras. Sin duda, en parte con razón. Yo mismo he denunciado las condiciones de los inmigrantes y he descrito como son los campamentos de las autoridades húngaras. Pero poco o nada he leído sobre la labor de los miles de voluntarios húngaros que cargan y reparten comida, agua, pañales, medicinas, mantas y ropa entre los inmigrantes. De la policía defendiendo a los inmigrantes de militantes de extrema derecha, o cortando el tráfico de la autopista para salvar las vidas de aquellos que imprudentemente eligieron ese camino para ir a Alemania.

Nadie dice que Hungría es uno de los países más pobres de la UE. No hace falta que venga gente huyendo de la guerra para ver imágenes de niños pasando hambre porque sus familias, con sueldos de 200 € no pueden darles de comer todos los días, o imágenes de jubilados que fallecen en invierno porque con su pensión de 100 € no pueden pagar los recibos de calefacción. Esto es la Unión Europea. No se habla de Audi o Mercedes, empresas alemanas que vienen a fabricar a Hungría coches de lujo por sueldos de 300 € al mes para los sufridos trabajadores húngaros, quienes fabrican los coches o las lavadoras que los occidentales disfrutan. Porque la propia Hungría podría llenar campamentos con sus propios ciudadanos (40% de húngaros en situación de pobreza, dicen algunos estudios). No hay autobuses para trasladar a los inmigrantes con celeridad a los campamentos porque tampoco los hay para los húngaros, que se desplazan por el país en autobuses o trenes saturados, llenos de gente de pie en los pasillos durante horas, pagando precios por los billetes similares a los de Europa occidental.

Tampoco ayudan las ideas del primer ministro húngaro Viktor Orbán, ni mucho menos. Ni sus carteles xenófobos en Hungría, ni sus declaraciones sobre mantener la pura Europa cristiana. Eso le resta credibilidad cuando, a veces, habla de manera sensata. Como el otro día, cuando dijo que este problema lo había cocido Alemania, o pedía a los inmigrantes que no viniesen a Europa porque el camino era peligroso (mafias que trafican con personas, como los 71 muertos del camión de Austria, los cientos de ahogados en el mar Egeo y el Mediterráneo, los atracos a inmigrantes en Serbia y Macedonia) y nadie podía garantizarles que una vez llegados a Europa se les fuese a conceder el asilo (se siguen rechazando a la mayoría). Que países como Turquía eran seguros si solo buscaban salvar sus vidas. Dijo una gran verdad, y se llevó los palos de turno.


El gobierno húngaro está construyendo una segunda valla junto a la ineficaz primera.
fotografía: index.hu


Precisamente se acusó a Hungría de poco solidaria y se comparó con la de los húngaros que se refugiaron en Austria en la revolución del 56. Húngaros que han recordado que ellos no cruzaron ilegalmente la frontera, sino que se dirigieron a las autoridades austríacas, malvivieron en campamentos improvisados hasta que consiguieron trabajo y vivienda, y en ningún caso tiraron la comida o el agua que se les ofrecía (como algunos inmigrantes han llegado a hacer estos días) porque no les dejaban viajar al país de su elección.

Las autoridades húngaras ejecutan el protocolo de Dublín, que les obliga a registrar a los inmigrantes y refugiados. La propia Alemania o Austria se lo exige. Si no, los mandan de vuelta a Hungría. Tan solo durante unas horas la noche del 4 de Septiembre este acuerdo estuvo suspendido. Por eso Hungría no deja a los inmigrantes atravesar su territorio de manera irregular. Porque Alemania es muy generosa de acoger a 800.000 refugiados y luego distribuirlos por Europa a su antojo, pero no de crear un "corredor humanitario" desde la frontera serbo-húngara hasta Munich (corredor que han ofrecido los países del grupo Visegrád: Polonia, Hungría, Eslovaquia y Rep. Checa). En lugar de eso, Austria para los trenes en la frontera y obliga a bajar a los indocumentados, que son devueltos a Hungría, para que se les registre. Pero de esto apenas se habla. Los palos, todos a Hungría. Porque el sistema de cuotas es la genial idea de Alemania y el eje supersolidario Merkel-UE. Veremos qué hace cuando le lleguen 6.000 inmigrantes a su frontera todos los días, como ahora le llegan a Hungría.


Las autoridades húngaras no dan a basto para organizar y registrar a las oleadas de miles de inmigrantes que llegan diariamente al país magiar.
fotografía: index.hu

sábado, 5 de septiembre de 2015

Crisis migratoria: llegan a Austria tras otro día de locos

Otro día de locos en Hungría. Tal y como comenté en la anterior entrada, los miles de inmigrantes que llevaban varados varios días en la estación de Keleti de Budapest y sus alrededores (sobre todo las plazas de Baross y II. János Pál) habían decidido que continuarían su viaje hacia Alemania andando, al haber suspendido MÁV (el servicio húngaro de ferrocarriles) los trenes internacionales hacia Europa occidental. Aunque a primera hora de la mañana aún no se habían movilizado, finalmente, en torno al mediodía, unos 2000 comenzaron el viaje, otros muchos se quedaron en Keleti, temerosos de no poder realizar un viaje de 200 kilómetros caminando o de las consecuencias con la policía que pudiese tener esto.

Las imágenes insólitas de este gigantesco grupo de inmigrantes recorriendo, primero, las calles de Budapest y el puente Erzsébet, y después tomando la autopista M1 (que comunica Budapest con Austria) dieron en pocos minutos la vuelta al mundo. Acompañándoles iban multitud de periodistas llegados de muchos países del mundo y de Hungría, policías ejerciendo funciones de escolta y seguridad, y furgonetas de voluntarios con agua y comida. Muchos de ellos iban mostrando fotos de Angela Merkel que alguien repartió y coreando el nombre de Alemania. El grupo remontó las colinas de Buda y salió de la capital ocupando el arcén y dos de los tres carriles de la autopista, aunque a ratos llegaban a ocuparla por completo, provocando retenciones kilométricas. La policía trataba de poner orden entre vehículos y personas en una escena rocambolesca.


El grupo de inmigrantes cruza el puente Erzsébet, en Budapest.
fotografía: index.hu

En la autopista M1, rumbo a Viena.
fotografía: index.hu

Los inmigrantes hacen un pequeño descanso a la sombra de un viaducto de la autopista.
fotografía: index.hu

Algunos portaban fotos de Angela Merkel.
fotografía: index.hu


Mientras tanto, a Keleti llegaba más policía y unidades antidisturbios, pues a la compleja situación se añadió ayer un factor muy peligroso: se disputaba en Budapest el partido clasificatorio para la Eurocopa entre Hungría y Rumanía, declarado de alto riesgo por la rivalidad existente entre ambos países (sobre todo por la región de Transilvania). Algunos aficionados de extrema derecha llegaron a enfrentarse con los inmigrantes, aunque la policía evitó rápidamente que se produjese una tragedia. Aún así, unos desalmados tiraron un petardo que hirió levemente a un inmigrante pakistaní.

Al mismo tiempo, en el campamento provisional de refugiados de Röszke, los más de 2000 refugiados que saturan sus precarias instalaciones se amotinaron protestando por su situación, llegando a romper las vallas del perímetro y escapando muchos de ellos. La policía trató de controlar la situación con gas lacrimógeno, y se lanzó a la búsqueda y captura de los fugados, que caminaban cerca de la autopista M5 rumbo a Budapest (a casi 200 kilómetros de distancia). Por unos momentos parecía que Hungría andaba al borde del colapso migratorio (si es que ya no lo estaba).



Policía durante el motín de Röszke.
fotografías: delmagyar.hu


Por fortuna, a medida que terminaba el día, las cosas fueron mejorando. La situación en Röszke fue controlada, muchos refugiados volvieron al centro por su propio pie o por la policía. Mientras tanto, los miles de inmigrantes de la autopista continuaban caminando incluso bien entrada la noche, rumbo a la frontera austríaca (donde no tenían en absoluto garantizado el acceso). Aunque la práctica totalidad eran varones jóvenes, las mujeres y niños pequeños no podían seguir el intenso ritmo del grupo y quedaron varios pequeños grupos sueltos por detrás. Finalmente decidieron pasar la noche descansando en una zona entre Herceghalom y Biatorbagy, a unos 27 kilómetros de Budapest y 150 de la frontera con Austria (y paradójicamente cercano al campo de refugiados de Bicske), con los ánimos por los suelos.

Y entonces se obró el milagro. Mientras se disputaba el partido Hungría-Rumanía, que presenció el primer ministro húngaro Viktor Orbán (muy aficionado al fútbol), varios dirigentes húngaros se reunieron de emergencia en torno a las 8 de la noche para debatir el asunto de los inmigrantes de la autopista (entre los cuales no estaba el primer ministro, aunque tras dos días de viajes, primero a Bruselas y luego a Praga, donde se reunió el grupo Visegrád, diría extraoficialmente que se iba a ver el partido y que le dejasen un rato tranquilo). Tras unas horas, János Lázár, el portavoz del gobierno húngaro, anunció ante los medios que el gobierno había decidido transportar a todos los inmigrantes de la autopista y Keleti a Hegyeshalom (el último pueblo húngaro fronterizo con Austria), para lo que se iban a emplear unos 100 autobuses. Los medios húngaros publicaron que la única flota de buses públicos de ese tamaño a disposición inmediata del gobierno eran los del BKK, la empresa de transporte público de Budapest. A eso de la medianoche comenzaron a llegar los primeros autobuses a Keleti, con mucha dificultad, pues el centro estaba prácticamente cerrado por la policía para evitar que algunos de los aficionados de extrema derecha se acercasen a Keleti a agredir a los inmigrantes tras el partido, que terminó 0-0. Finalmente se contentaron destrozando las inmediaciones de estadio y enfrentándose a los cañones de agua de la policía.


Disturbios con los ultras en los alrededores del estadio.
fotografía: index.hu

János Lázár anunciando que se enviarán autobuses para trasladar a los inmigrantes a la frontera con Austria.
fotografía: index.hu


Al final los autobuses pudieron llegar, y aunque en principio los inmigrantes rechazaron subirse a ellos, temiendo una posible encerrona de las autoridades húngaras, finalmente confiaron en conductores y voluntarios. De la misma forma los inmigrantes de la autopista se subieron a más vehículos, que iban repletos y a velocidad lenta (pues como dije eran autobuses urbanos) hasta Hegyeshalom. Las autoridades austríacas, en mitad de este proceso anunciaron que dejarían pasar a los refugiados por la frontera. Hay que mencionar que una iniciativa en Facebook, a la que se unieron centenares de personas, proponía el fin de semana viajar desde Austria hasta Hungría para recoger a los inmigrantes y trasladarles en vehículos particulares a Viena. Las autoridades austríacas advirtieron que controlarían la frontera y penarían legalmente a todo aquel que entrase al país con inmigrantes indocumentados. Así que tampoco tenían más remedio.

Finalmente, tras varias horas de viaje, los primeros inmigrantes comenzaron a bajar de los autobuses en Hegyeshalom y recorrer a pie los pocos metros que les restaban hasta la frontera de Nickelsdorf. Allí les estaban esperando las autoridades austríacas, que les condujeron en varios trenes a las estaciones de Viena (Westbahnhof) y Salzburgo.


Inmigrantes en los improvisados autobuses urbanos rumbo a la frontera.
fotografía: index.hu

Los inmigrantes cruzan la frontera entre Austria y Hungría (hombre, el detalle de levantar la barrera no hubiera estado nada mal).
fotografía: index.hu


Los gobiernos de Hungría y Austria han aanunciado que todo esta fue una medida excepcional por la gravedad de la situación. Pero son unos ilusos si piensan que no va a repetirse. A día de hoy se calcula que entre 3000 y 4000 inmigrantes cruzan la frontera entre Serbia y Hungría diariamente. Y pese a que Hungría edifica una segunda valla más robusta que la anterior y levanta a toda velocidad nuevos campamentos de refugiados, es seguro que estas escenas vuelvan a repetirse.

Entre tanto, el V4 o grupo Visegrád se reunió en Praga para acordar una postura común entre los países integrantes (Polonia, Hungría, Eslovaquia y la República Checa, que representan en total unos 60 millones de habitantes de la UE). Y la postura fue que se oponen tajantemente a cualquier cuota impuesta desde Bruselas. Postura muy poco humanitaria, todo hay que decirlo, pero que sumado a las declaraciones de Orbán echando la culpa de todo a Alemania, a mi lo que me parece es que los países del este de la Unión Europea están hasta el gorro de ser el patio trasero de Alemania y de sus políticas neocoloniales, quizás en el peor momento posible desde el punto de vista humano. Continuará.


Algunos inmigrantes, ya en Austria, esta misma mañana, cada vez más cerca de su sueño alemán.
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