lunes, 22 de diciembre de 2014

Navidad en Hungría

La navidad está oficialmente a la vuelta de la esquina. Oficiosamente llegó hace mucho (cada vez antes, de eso se encargan los grandes comercios). Hoy propongo, para cerrar el año en el blog (volveré en Enero), un pequeño recorrido por estas encantadoras fechas en el país magiar.

Como dije, las navidades en Hungría comienzan bien pronto: concretamente el primer domingo de adviento (cuatro domingos antes del día de Navidad). Ese día se enciende la primera vela de la corona de adviento (una corona vegetal con cuatro velas que simbolizan los cuatro domingos, y se enciende una cada domingo hasta navidad). Por estas fechas abren los tradicionales mercados de navidad callejeros y se enciende la iluminación navideña en las calles de las principales ciudades del país.


Deák Ferenc utca en navidad.


Poco después, el 6 de Diciembre, Mikulás visita por la noche los hogares húngaros para llenar de chocolates los calcetines o zapatos que han dejado colgados la noche anterior a la espera de este dulce regalo (así que a los niños se les dice que tienen que limpiar sus zapatos, o Mikulás no les dejará chocolates). También se enciende el tradicional árbol de navidad, al cual, además de bolas, cintas y demás decoración habitual, se le añaden unos dulces muy típicos de aquí llamados szaloncukor (no son mis favoritos, la verdad, siempre me han gustado más los muñequitos de chocolate), aunque en teoría hasta el día de nochebuena no debería ponerse.

Volviendo a los mercados de navidad, son sin duda la atracción más especial. En Budapest el más famoso es el de la plaza Vörösmarty. Muy cerquita de él está el de la plaza Szent István, justo delante de la basílica. Y por último, más pequeñito y desconocido, aunque con mucho encanto, el de Óbuda. En anteriores años había otro en Liszt Ferenc tér, que desde hace un par de años no abre.

El de Vörösmarty es el más grande (aunque tampoco mucho), y es perfecto para pasear bien abrigado una fría tarde invierno, oliendo esa encantadora mezcla del afrutado olor del vino caliente y el dulce aroma del kürtőskalács, mientras ojeamos los puestos de cerámicas, cristalería y gorros y abrigos de invierno. También suele haber música en directo o algún espectáculo para amenizar el ambiente.






El de la plaza Szent István está más enfocado a la gastronomía, con varios puestos de vino caliente, kürtőskalács, rétes, lángos, chorizo y morcilla, y cuenta con una pequeña pista de hielo central y el famoso adventi koszorú. A la noche, con la iluminación de la basílica, tiene un encanto especial.






Por último, el de Óbuda está bastante alejado del centro, pero a cambio ofrece precios mucho más económicos (el vino caliente y el kürtőskalács del centro comienzan a tener ya unos precios preocupantes, enfocados casi exclusivamente a los foráneos, y no hablemos ya de la comida en general) y sin el agobio de la gente del centro de la ciudad, aunque es más pequeñito. Es mi favorito, por ser más íntimo y porque esta plaza me encanta, como se nota en la entrada sobre este rincón especial de Budapest. Es fácil llegar con el metro 3 hasta Árpád híd y desde aquí tomando el tranvía 1 para cruzar el puente hasta Szentlélek tér. De aquí hay tres pasos hasta Fő tér, donde se encuentra el mercado.


Entrada al mercado de navidad de Óbuda.


Finalmente uno puede patinar en la enorme pista de hielo al aire libre en Varosliget, delante del castillo de Hunyadi, en el mismo sitio donde en verano hay un lago y puede pasearse en barca (en invierno este lago es drenado).


Preparación de la pista de hielo de Varosliget.


Uno de mis mercados de navidad favoritos es el de Szeged, que no tiene nada que envidiar al de la capital. La mayoría de puestos están en Szechényi tér, formando una enorme hilera. Antes, había otro mercado en Dóm tér (plaza de la catedral) con un enorme adviento, muchos puestos y una carpa circular en la que refugiarse y sentarse en fardos de paja para beber el vino caliente o krampampuli y ver algún concierto. Por desgracia, en los últimos años este último lo movieron a la reformada plaza Dugonics, probablemente por la presión de las tiendas y locales de Kárász utca, que quedaba fuera de la ecuación. Aún así merece mucho la pena.


Calle Kárász de Szeged, con iluminación navideña.

Árbol de navidad en Klauzál tér, Szeged.

Catedral y mercado de Dóm tér, Szeged.


No conozco el de más ciudades, aunque Debrecen, Miskolc, Pécs o Eger también disponen de sus propios mercados de navidad. Cerca de la frontera está el mercado de navidad de Viena, con mucha fama (quizás demasiada, como casi todo en Viena).

Cada domingo de Diciembre, como expliqué, se enciende una vela del gigantesco arbusto circular llamado Adventi koszorú, hasta que en la nochebuena están sus cuatro velas encendidas. El evento suele tener un pequeño espectáculo y reúne a cientos de húngaros. En las casas también es habitual tener como decoración una versión doméstica mucho más pequeña.

La nochebuena se celebra el habitual 24 de Diciembre, cenando la tradicional halaszlé (sopa de pescado o la töltött kaposzta (col rellena, uno de mis platos húngaros favoritos). El 25, Navidad, es el día de abrir los regalos, que aquí los trae el niño Jesús. Por último el 31 de Diciembre es la nochevieja, y no, aquí no hay uvas ni campanadas (todavía hay muchos españoles que piensan que es algo que se hace en todo el mundo, y lo más gracioso es explicar a los húngaros en qué consiste esta tradición tan typical spanish), sino que se escucha el himno nacional (¿he dicho alguna vez que los húngaros son muy patrióticos?). Después se suele salir de fiesta por el centro o a los tan afamados cotillones de nochevieja.

Y después, se acabó. En Hungría no hay reyes magos (otra costumbre 100% spanish, para alargar las navidades más de la cuenta). Aquí todo termina el 1 de Enero, cuando aún queda mucha travesía
por el largo, frío y oscuro invierno hasta que Lorenzo vuelva por sus fueros allá por primavera. En este día se suele comer lentejas, ya que augura prosperidad económica para el nuevo año (quizás por su forma de pequeñas monedas). Se suele acompañar de cerdo, pero nunca pollo o pescado, ya que da mala suerte, o eso dicen.

Feliz navidad a todos los lectores y muchas gracias por vuestros comentarios y visitas en este primer año de vida! Boldog karácsonyt és B.Ú.É.K.!

jueves, 18 de diciembre de 2014

Comprar como en casa (en Budapest)

En Budapest, una capital de más de millón y medio de habitantes, y con un gran número de extranjeros estudiando y trabajando, se me antojó que era imposible, en el mundo global en el que vivimos, que nadie se hubiese acordado de importar productos de otros lugares y radicalmente alejados de las costumbres gastronómicas húngaras. Y efectivamente, es fácil encontrar algunos de ellos yendo a los sitios adecuados. Por desgracia, son más caros que en nuestro país, pero esto es algo inevitable debido al transporte. Si tenemos ganas de probar cosas de nuestra tierra, o queremos dar una cena u ofrecer una degustación típica a nuestros amigos húngaros o de otros países, que sepáis que se pueden comprar muchos productos de la península en Budapest.


Culinaris

Esta tienda se encuentra muy cerca del parlamento, y es un supermercado tipo deli con comida de varios países, sobre todo España, Francia e Italia. En sus estanterías, vitrinas y cámaras podemos encontrar anchoas, boquerones, aceitunas rellenas, gambas (ya cocidas), jamón serrano e ibérico (desde Joselito hasta otros más económicos), quesos manchegos, chorizo, fuet... en cuanto a productos españoles. Sin embargo también salmón ahumado escocés (noruego no he visto, quizás también hay), queso feta, gorgonzola y parmesano, solomillo Angus, caviar Beluga, paté francés, multitud de panes y baguettes, aceite de oliva, vinagre de módena (y gel), así como un pequeño surtido internacional de vinos, desde Rioja hasta California, además de Champagne. En cuanto a los precios, pues os podéis imaginar que no es precisamente barato, aquí se vende calidad, no precio, pero sí que podéis encontrar muchos productos imposibles de adquirir en otro sitio de Budapest.

Hay varias tiendas, yo conozco la de Balassi Bálint, pero supongo que las otras son similares. En cualquier caso las direcciones son: Balassi Bálint 7 (cerca del parlamento), Hunyadi tér 3 (distrito VI, cerca de Andrássy) y Perc 8 (Óbuda). Por cierto, también hay un pequeño restaurante en la del parlamento, pero no puedo opinar sobre él. Su web, clickando aquí.


Andalgo

Es un pequeño establecimiento situado en la plaza Madách Imre, tiene una parte tipo supermercado deli español y una pequeña terraza que funciona como pequeño restaurante. Además de vinos Rioja o Duero, hay otros productos típicos, entre ellos botes de menestra (eso sí, a precio de oro), gazpacho, jamón ibérico, quesos, patés de casa tarradellas, nocilla... ¡incluso turrón! También hay dulce de leche argentino. Los dueños son unos húngaros enamorados de la gastronomía española. No tienen página web pero os dejo un link (en húngaro) por si queréis echarle un vistazo.

La dirección es: Madách Imre út 5.


Azsia


Es bastante más grande que las anteriores, y tiene muchos productos orientales, sobre todo enormes lineales llenos de todo tipo de especias, aunque buscando podemos encontrar productos mexicanos, como tortillas, frijoles, nachos, salsas, también españoles (como atún en aceite de oliva, una rareza en Budapest). Está justo al lado del mercado central, la dirección exacta es Vámház körút 5. Podéis mirar su página web (en húngaro) aquí. Personalmente me encanta esta tienda, incluso sin comprar nada solamente mirar sus estantes es un espectáculo.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Restaurantes de Budapest (III) : Comer como en casa

En Budapest hay un puñado de restaurantes especializados en gastronomía española, gallega y vasca. Dos razones me empujaron hacia ellos: por un lado la enorme morriña que tenía de los alimentos y productos de mi tierra (pese a llevar siempre algunos en la maleta y recibir paquetes por correo llenos de comida), por otra parte tenía cierta curiosidad por saber cómo se manejarían por estas tierras con la tortilla de patata, el chorizo a la sidra, el bacalao, las croquetas o las gambas al ajillo, platos que para un húngaro están llenos de secretos. Y por supuesto, el jamón, el lomo o el chorizo.

Debo decir que ha sido una grata sorpresa y todo un placer descubrir que los húngaros no lo hacen nada mal. Confesaré que tenía bastante miedo a salir defraudado de estos sitios, llegué a pensar que quizás fueran la típica "trampa para turistas" que no tienen mucha idea de esta gastronomía. Pero a mi no me la podían meter doblada.

La calidad de los platos es muy buena, al mismo nivel que los típicos bares de tapas o pintxos de toda la vida. La principal (y quizás única) diferencia es que las raciones son más pequeñas, lo cual es una ventaja para poder probar muchas cosas aunque por otra parte la factura es algo elevada (no es excesivamente caro, pero tampoco barato). Dos personas pueden cenar bien con 7-8 tapas por unos 30-35 €, bebidas incluidas. Aquí dejo la lista de estos restaurantes, muy recomendables tanto para los nostálgicos como para los que quieran probar la comida española (son sitios muy recomendables para llevar a amigos o compañeros extranjeros en Budapest):


Pata Negra

Fue el primero al que acudí, y me encantó. El local tiene ya varios años de experiencia, y los platos dan la talla. Perfecto para comer croquetas, boquerones, calamares, gambas, setas, chorizo al vino, bacalao a la vizcaína o albóndigas con salsa de tomate, entre otros, además de las típicas tablas de jamón, chorizo o cecina. Y de postre sugiero una copita de patxaran.

El restaurante de Pest fue el primero en abrir. Su dirección en Kálvin tér 8, justo al lado de la iglesia. Hace poco abrieron un segundo restaurante en Buda, en Frankel Leó út 55. Personalmente tan solo he estado en el de Kálvin tér, pero supongo que ambos son iguales. Podéis echar un ojo a su página web, en castellano.




Bontxo Euskal Jatetxea

Es mi favorito. Especializado en gastronomía vasca y española, y decorado con una enorme ikurriña en el piso de arriba, es un pedacito de Euskadi en budapest. Además de jamón, chorizo o lomo, recomiendo el queso (hay manchego e Idiazabal), la txistorra a la sidra, las croquetas o las gambas al ajillo. ¡Solo faltan las gulas! Por cierto, los postres están muy buenos, así que recomiendo dejar un hueco en el estómago para llegar a ellos (aunque sé que es difícil). A veces también preparan pintxos y algunos eventos especiales. La dirección es: Falk Miksa 21.




Padrón

Este restaurante es el más nuevo de la lista, y es una excelente opción. Su palto estrella es, por supuesto, los famosos pimientos gallegos de Padrón fritos (que, como dice la famosa frase, unos pican y otros non, cuando yo estuve no picó ninguno. Y por si alguien no los conoce, hay que probar primero la puntita del pimiento por si es picante, pues en caso afirmativo si nos lo comemos de golpe se acabó la degustación). Las tapas que he probado estaban todas muy ricas, así que ir sin miedo, y son las típicas que he mencionado arriba. Lo único malo es que el local es muy pequeño, así que conviene hacer reserva (apenas tiene 4-5 mesas), y que, al menos cundo yo estuve, la puerta no cerraba muy bien y entraba frío. La dirección es: Horánszky 10.




Sonka Arcok

No está especializado en gastronomía española, pero tiene unas deliciosas tablas para compartir de jamón, queso, chorizo y lomo, aunque de cantidad andan bastante escasas y los precios me parecen un poco elevados, además muchas críticas no hablan demasiado bien del servicio, pero es una opción más. Su dirección es: Kecskeméti 2.




The Big Fish Seafood Bistro


Ya escribí sobre él en otra entrada sobre restaurantes de Budapest, y en realidad no está especializado en comida española, sin embargo es, que yo sepa, el único sitio en Budapest en el que puedas ver mostradores llenos de pescado fresco. Y tienen un plato de paella exquisito, probablemente la mejor paella de Budapest (pedir la que lleva dos langostinos a la plancha, se pude pedir sin langostinos y es más económica, pero puestos a comer paella mejor con ellos). Su dirección es: Andrássy út 44.


viernes, 12 de diciembre de 2014

Restaurantes de Budapest (II)

Seguimos con otro puñado de restaurantes en Budapest que os puedo recomendar:


The Big Fish seafood Bistro


Es una de las pocas opciones en Budapest para comer pescado fresco de mar, pero afortunadamente cumple con creces. Su funcionamiento es algo peculiar: al entrar, y tras ocupar una mesa, hay que ir al mostrador donde se expone la "mercancía", se pueden elegir varias cosas para preparar una parrilla de aquello que os guste, o elegir entre los platos escritos en unas enormes pizarras. Al realizar tu pedido en la caja, pagas y te dan tu número, que deberás poner en la mesa visible, para que traigan tu pedido. Muy recomendables son la paella, el fish and chips y los calamares rebozados, también tienen un pulpo bastante bueno. No es barato obviamente, es pescado y marisco y además en un país alejado del mar y con escasa tradición por esta comida, pero teniendo en cuenta todo ello los precios no son tampoco excesivos. El servicio es amable y hablan inglés.

Dirección: Andrássy út 44.




Castro

Restaurante serbio muy cercano a Deák tér, en la plaza Madach Imre. Cercano a la zona de bares más palpitante de Budapest, es un buen sitio para cenar, tomar cervezas, o un café a la tarde. Para comer recomiendo el plato Serbio para dos personas, siempre y cuando os encante la carne. Tiene pljeskavicza, csevap, pollo, chorizo, cebolla y una gran base de patatas fritas. He de confesar que la carne serbia en Budapest no es tan buena como en Szeged (claro que Szeged está en la frontera con Serbia y llega mejor género), pero los platos tienen muy buen precio y sobra la calidad.

Dirección: Madach Imre tér 3.





Kadar Étkezde

Entrar a Kadar en viajar en el tiempo. Es exactamente igual que un restaurante / comedor de la época socialista, con sus manteles de cuadros rojos y blancos, el sifón en la mesa y platos típicos de la cocina húngara, además los precios son relativamente baratos (sobre todo para los extranjeros). Todo esto lo que lo ha convertido en un lugar casi obligado para los turistas, que abarrotan el bar. Está decorado con fotografías de personalidades húngaras que han visitado el restaurante. Una vez hemos saciado nuestro apetito, se paga al salir a un señor con bata que hace de cajero, y al que hay que decirle los vasos de sifón y los trozos de pan que hemos comido, que se cobran aparte en un acto de buena fe entre casa y cliente.

Dirección: Klauzál tér 9.





Vapiano

Es uno de mis restaurantes favoritos. En realidad es una franquicia que tiene varios establecimientos en Budapest. Tienen pastas, pizzas y ensaladas, y un funcionamiento tipo "fast food". Al entrar te dan una tarjeta y tienes que ir a los mostradores a pedir tu comida, que cocinan delante tuyo en pocos minutos, cargando el importe en la tarjeta. Al salir das la tarjeta y pagas en la caja. Los platos de pasta están buenísimos y rondan los 6-7 €. Lo único malo es que en las horas punta enseguida se forman colas, y como tardan un poco en preparar los platos hay que esperar un rato. Pero si se evitan estas horas apenas hay que esperar.

Dirección: Váci út 1-3 (Centro comercial West End) y Bécsi utca 5.




Hummus Bar

Otra gran opción si nos gustan el hummus, el falafel y otros platos vegetarianos. El único pero es el pan de pita, que no es muy bueno, pero la comida es de gran calidad. Hay varios restaurantes por toda Budapest.

Dirección: hay muchos, se pueden consultar en su web aquí.


martes, 9 de diciembre de 2014

Restaurantes de Budapest (I)

De acuerdo, los últimos días escribí sobre cafeterías, pastelerías y brunch, pero ha llegado la hora de hablar sobre los restaurantes de Budapest. Hacerlo de todos es una tarea imposible, hay cientos de ellos en una ciudad de 1,7 millones de habitantes, ni siquiera sé cuales son los mejores (porque además esto es muy particular, depende de los gustos individuales), pero sí que puedo escribir acerca de algunos en los que he estado y me gustaron, y que puedo recomendar abiertamente a los lectores de este blog (o al menos esta entrada). Por otra parte hay que tener en cuenta que continuamente se abren y cierran restaurantes, por lo que es algo difícil tratar que este tema esté actualizado. En cualquier caso, ahí va una pequeña selección de restaurantes de Budapest:


Vintage Garden

Este restaurante abrió hace poco tiempo, y ha sido todo un éxito. Aparte de sus excelentes platos (os tengo que recomendar encarecidamente la hamburguesa Vintage, que contiene cebolla caramelizada, queso de cabra y bacon, una delicia), también probé la pasta y las ensaladas, y puedo recomendarlas también. Pero junto a la comida, lo mejor del restaurante es la decoración tipo vintage, con sus sofás, muebles clásicos y velas, que lo hace perfecto para cenas en pareja o con amigos. Tenéis que reservar con antelación si queréis estar en el comedor principal, el más bonito, si no conseguís mesa ahí al menos acercaos a echarle un vistazo. La mesa del rincón de las cortinas es sin duda la más bella de todas. Los precios eran relativamente baratos en sus inicios, pero tras el enorme éxito y afluencia que ha tenido han subido considerablemente, aunque sigue sin ser demasiado caro.

Dirección: Dob utca 21.




Mazel Tov

Situado en pleno barrio judío (Budapest tiene una gran herencia judía, especialmente el barrio VII, Erzsébetváros, y sobre todo la zona de las sinagogas), su nombre significa "buena suerte" en hebreo. Está en una especie de pabellón entre ruinas, una especie de "ruin pub" tan típico de Budapest con aire judío, lo que le da un toque exótico. La comida se basa es hummus, falafel, shakshuka y otros platos que mezclan vegetales mediterráneos, aceite de oliva, pan de pita y demás ingredientes típicos de su cocina. Os recomiendo el Shakshuka Merguez, que es shakshuka (un plato a base de salsa de tomate, verduras y huevo escalfado) con longaniza. La cantidad es un poco justa en mi opinión (pero yo soy de buen comer), los precios bastante asequibles.

Dirección: Akacfa utca 47.



Mi recomendación, Shakshuka Merguez.


Kőleves

Otro de los clásicos del barrio judío, fusiona cocina más tradicional con mediterránea y algunos platos hebreos, además de recetas vegetarianas. Su nombre significa literalmente "sopa de piedra", pero tranquilos, este plato no está en su menú. El restaurante interior, con una decoración bastante esmerada y tradicional, se amplía en verano con una terraza-jardín (Koleves kert) justo al lado, que funciona como "ruin pub" al aire libre. La comida es excelente, los precios moderados.

Dirección: Kazinczy 41.


Ensalada, quesos varios y alcaparrones, con pan tostado.


Most Bistro

Su menú consta de pastas, ensaladas, grill y sandwiches. Mi recomendación es el Most Club sandwich, que sirven con un pequeño cubo lleno de patatas fritas, regado con una cerveza de trigo Edelweiss. Hay algunos platos exóticos más como el chili con carne mexicano o el pollo tandori indio, no puedo hablaros de ellos pues no los he probado. Lo más impactante es que en los baños hay una chica a la entrada a la cual se le puede dejar una propina, algo que queda bastante cutre en un restaurante, pero bueno, esto es Budapest y el tema de los baños da para una entrada aparte (tema del que escribiré próximamente).

Dirección: Zichy Jenő 17.




Menza

Situado en la populosa Liszt Ferenc tér, Menza es uno de los restaurantes más populares de Budapest. Su menú diario, por algo más de 1.000 forint es muy recomendable, aunque también tienen carta.

Dirección: Liszt Ferenc tér 2.




Déryné Bistro 

Es un restaurante situado en Buda, en Krisztina tér, alejado del centro pero que merece la pena. La carta no es muy variada pero los platos son deliciosos, el precio no está mal. Muy cerca está el Csészény kávézó en el que se puede culminar la comida con su café.

Dirección: Krisztina tér 3.


sábado, 6 de diciembre de 2014

Cafeterías de Budapest

En mi anterior entrada escribí sobre algunos sitios de Budapest en los que meterse un buen brunch entre pecho y espalda. Hoy cambiamos a algo más clásico, y es que la ciudad está llena de cafeterías de estilo vienés decimonónicas y espectaculares en las que tomar un té o café y degustar la repostería húngara que tantas veces he mencionado en este blog. Algunos cafés de Budapest incluso me atrevería decir que son imprescindibles, y de hecho se han convertido en una atracción en sí misma de la que nadie debería escapar. He elaborado una pequeña clasificación sobre ellos:


1- New York café


La mejor cafetería de Budapest (y la más cara), sin ninguna duda. Mucha gente lo considera el café más bello del mundo, y con toda la razón. De hecho merece una entrada propia en el blog. Y es que este café, que abrió sus puertas por primera vez en 1894, se encuentra en el antiguo palacio New York, sede de la compañía New York Life Insurance Company. En 2001 el edificio se cerró para reformarlo en el actual hotel de lujo de la cadena italiana Boscolo Hotels. El café también se renovó y se volvió a abrir en 2006 junto con el hotel. Construido en pleno apogeo del Imperio Austrohúngaro, fue lugar habitual de reunión de escritores y poetas húngaros. Hoy en día sus precios son muy elevados y casi todos los clientes extranjeros y turistas, pero aún así sigue manteniendo la esencia de sus orígenes por su espectacular arquitectura decoración.

Recomiendo pedir una pequeña degustación de varios postres que hay en la carta, es perfecto para compartir entre dos. También tiene una parte que es restaurante, pero ir allí nos disparará el presupuesto. Solamente la cafetería ya lo hace: dos cafés latte y la degustación de postres costaron alrededor de 20 € (últimas dos fotografías, debajo). En la cuenta va incluido ya un 12% de servicio. Eso sí, si este café estuviese en París o Roma sería aún mucho más caro (son las cosas buenas de Budapest). Además tiene de fondo la música de un pianista en directo. El servicio impecable, con buen nivel de inglés. Sin duda un viaje en el tiempo. Se encuentra en Erzsébet körút 9-11. Las fotos hablan por sí solas (extraídas de su propia página web, excepto las últimas dos).









2- Szamos cukrászda (Vörösmarty)


Mi segunda favorita de Budapest. Szamos es una famosa cadena de pastelerías húngara repartidas por todo el país. Sus mazapanes, bombones y pasteles son muy apreciados entre los húngaros. He estado en varias de ellas, y si bien la calidad de sus productos es incuestionable, el servicio deja un poco que desear en la mayoría de ocasiones, pues los camareros suelen ser bastante lentos (y encima te cargan un 15% de servicio en la cuenta). Sin embargo los pasteles son excelentes, y en concreto la cafetería que está situada en la plaza de Vörösmarty, llamada Gourmet Palace, es preciosa por dentro.

Os recomiendo el café Szamos, que es un espresso con leche de vainilla, buenísimo (debajo, en la foto). En cuanto a la repostería, es el lugar indicado para probar las tartas húngaras más famosas, la Dobos (de bizcocho, chocolate y caramelo) la Erzsébet (de nueces, merengue y bizcocho), así como la Somlói galuska. La tarta Sacher (que en realidad es austríaca) también es otra buena opción (consta de chocolate y mermerlada). Este sitio no es tan famoso como el New York café o el Gerbeaud, aunque al estar en Vörösmarty puede que no haya mesa libre, sobre todo en verano. En cualquier caso cuando yo he estado hay una mezcla agradable de húngaros y turistas. Su web dispone de la carta.





3- Gerbeaud cukrászda


También situada en Vörösmarty, es uno de los clásicos de Budapest. La cafetería es elegante y lujosa (y los precios son obviamente muy elevados), y cuenta con más de un siglo de vida. Sus pasteles y cafés son excelentes, el servicio también (15% de propina incluido en la factura). Gerbeaud es el resultado de una larga tradición familiar que se remonta a 1848. Su página web, a la cual pertenecen las fotos, la podéis ver clickando aquí.





4- Alexandra Bookcafé


De esta ya escribí una entrada anterior. Se encuentra en la avenida Andrássy, en un edificio cuya planta inferior es una libería, y el café está situado en la planta superior. Es una de mis favoritas, y sus precios son bastante más económicos que en las otras (y el edificio es igual de espectacular).


5- Central kávéház


Otro de los cafés más famosos de Budapest. Está muy cerca de Ferenciek tere. Tiene una parte que es restaurante y otra cafetería. El lugar no es tan espectacular como las anteriores, los precios también bajan un poco, pero mantiene la esencia de café austrohúngaro. En cualquier caso está en todas las guías de Budapest, y a nadie le defraudará. Dentro pueden verse fotos firmadas de personalidades húngaras que estuvieron aquí.



miércoles, 3 de diciembre de 2014

Desayunar y "brunchear" en Pozsonyi út y alrededores

Pozsonyi út es una calle del distrito XIII de Budapest (Pozsony es el nombre húngaro de Bratislava, antigua capital del reino de Hungría y hoy en día capital de Eslovaquia). Comienza justo en su cruce con el puente Margarita (Margit híd), en la plaza Jászai Mari, y se dirige hacia el norte. Es la calle más elegante y popular de Újlipótváros, con sus baldosines rojizos y su arbolado, y tiene una serie de locales que han obtenido merecida fama en la capital, sobre todo en cuanto a desayunos y brunch se refiere, especialmente los fines de semana, pero también se puede ir a almorzar o a comer. En general la comida es excelente, el servicio es bueno y los precios son elevados (y para ser Budapest, bastante elevados), pero merecen la pena.

El más famoso y concurrido es probablemente la cafetería Briós, donde en verano la terraza está siempre llena desde bien temprano. Además de zumos, cafés y chocolates calientes, tiene una amplia carta de tostadas, croissants, bocadillos, sandwiches, huevos revueltos y ensaladas. El pan, recién hecho, caliente y crujiente, los ingredientes frescos y naturales. Aquí es posible desayunar sano, con pan recién hecho (chapatas y bageles) e ingredientes mediterráneos como berenjena, calabacín, lechuga, albahaca y esas cosas que normalmente son una rareza en la cocina húngara. Eso sí, es caro, pero está siempre lleno y su calidad es incuestionable. El servicio es bastante bueno (y más teniendo en cuenta que suele estar siempre lleno). Muy recomendable para darse un buen desayuno. La encontrarás en Pozsonyi út 16. Aquí su web.





Un poco más adelante, está Sarki fűszeres (tienda de especias de la esquina, traducido del húngaro), con una buena carta (ensaladas con aceite de oliva, atún, bocadillos de jamón serrano, los clásicos huevos con bacon...) todo muy mediterráneo, una especie de combinación de cocina italiana, francesa, española y griega que se ha puesto muy de moda. Su dirección es Pozsonyi út 53-55. Aquí su web.



Podemos pedir un café cortado (el favorito de España, dice la carta).


Al lado de Briós se encuentra otra pastelería llamada Édesmindegy. Las tartas están muy buenas, no tienen mucha variedad pero sí la suficiente. Personalmente cuando estuve no me convencían del todo porque tenían toques exóticos como coco, chili o mermelada que a mi no me gustan mucho, pero depende de cada uno, así que me decanté por unos pasteis de nata que estaban buenísimos y que os recomiendo encarecidamente probar si vais (creo que en húngaro se llaman Portugália krémes). Si no los conocéis, son una especie de hojaldres con crema y canela, que se sirven calientes y están para chuparse los dedos. El sitio es bastante caro, las tartas rondan los 900 forint, algo que para Budapest es excesivo, los pasteis de nata creo recordar que eran tres por unos 600 forint. Pese a todo el servicio y la comida son excelentes.

No exactamente en Pozsony, pero cerquita, en Újpesti Rakpart, está otra cafetería de la misma línea llamada café Panini. En verano, su terraza al lado del Danubio es muy apetecible, pero su interior también es muy acogedor y cuidado. Los bocadillos están muy buenos, pero recomiendo los sandwiches de bundas kenyer, donde las rebanadas de pan se untan con huevo y posteriormente se fríen (en la foto, es el plato más alejado). De acuerdo, esto ya no es tan sano, pero está riquísimo. Está en la calle Radnóti Miklós 45.




Desde Szent István Körút hacia el norte, paralela a Pozsonyi út, parte la calle Hollán Ernő, que en su inicio peatonal, muy agradable, hay varios establecimientos, entre ellos Vanilin Cukrászda. Es un sitio bastante pequeño, dentro solo hay unas barras contra la ventana para sentarse, pero en verano hay una terraza bastante amplia en esta calle. Sus pasteles son muy buenos, y acompañar el tejes kávé con una rica Dobos torta, Eszterházy torta o incluso una tarta de chocolate de Malasia es una excelente opción, y los precios son económicos, entre 300 y 400 forint cada porción. También tienen macarons, pastas de té, y bollos salados (con queso por ejemplo). Su dirección es Hollán Ernő 8.




Casi enfrente de Vanilin, hay otra cafetería llamada Madal café, cuyo café es excelente (y caro), de hecho está considerado uno de los mejores lugares de Budapest para disfrutar de una buena taza de café o té. Mi favorito es el Chai Latte de té verde (totalmente recomendable). También hay algunos pasteles y galletas para acompañarlo. La decoración es preciosa. Si no recuerdo mal también puedes comprar allí café molido para llevar y prepararte en casa, al estilo de Csészényi kávézóAquí está su website en inglés.

Por último, si seguimos por el körút hacia la estación de Nyugati, justo al lado del teatro (Vígszínház), está haciendo esquina una cafetería llamada Kino. Es una de mis favoritas de toda la ciudad. La terraza no es muy grande, pero dentro cuenta con más mesas. Tiene la misma calidad que cualquiera de las terrazas de Pozsonyi út, y sus precios son más asequibles. Recomiendo el desayuno Kino, por 1.500 forint (menos de 5 € al cambio actual), tienes un vaso de zumo, un café a elegir, un croissant con mermelada y mantequilla y una rantotta (huevos revueltos) de varios tipos. La que yo elegí tenía cebolla, bacon y queso rallado. Buenísimo todo. Además hay tostadas, bocadillos y unas tartas con una pinta buenísima. Me atrevería a decir que todo está riquísimo. Puedes disfrutarlo en Szent István körút 16.


Terraza de Kino.

Por último, si os apetecen donuts, podeis pasar por The Donut library, de la cual ya escribí hace no mucho. Está en Pozsonyi út 22.

Si queréis desayunar como ministros, especialmente en verano, cuando se puede hacer en las terrazas de los locales, puedo recomendaros personalmente todos ellos. Los fines de semana viene gente de toda la ciudad a desayunar y almorzar, así que quizás hay que esperar un poquito para conseguir una mesa (sobre todo aquellos a los que se les pegan más las sábanas, madrugar tiene su recompensa), pero me atrevería a decir que aquí se desayuna como en pocos sitios.


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