martes, 12 de marzo de 2019

Hungría y el escándalo de los inmigrantes venezolanos

Hace algunos meses, varios lectores venezolanos de este blog comentaban que el gobierno húngaro les había ofrecido la posibilidad de establecerse en Hungría y comenzar una nueva vida allí, por ser descendientes de húngaros que emigraron a Venezuela décadas atrás. Esto en su momento me pareció algo sorprendente, aunque no le di demasiada importancia, más allá de ofrecer la modesta ayuda que este humilde blog puede ofrecer a aquellos que se interesan por la cultura magiar, como era el caso de estos lectores.

En cualquier caso, como decía, me sorprendió que el gobierno húngaro, abiertamente contrario a la inmigración, organizase un programa con fondos del erario público para favorecer aquello de lo que oficialmente reniega. No le di más vueltas a este asunto, hasta que hace poco, el diario húngaro Index publicó un reportaje sobre un supuesto programa secreto del gobierno húngaro para asentar inmigrantes procedentes de Venezuela en Hungría, que más o menos confirmaba aquello que los lectores del blog me habían contado meses atrás. La noticia levantó una gran polémica en todo el país e incluso tuvo cierta repercusión internacional, precisamente por la postura oficial del gobierno húngaro de Fidesz presidido por Viktor Orbán acerca de la inmigración.

Se calcula que alrededor de 5.000 húngaros, la mayoría excombatientes o colaboradores del régimen nazi, huyeron a Venezuela tras la segunda guerra mundial, por temor a las represalias de los países aliados, asentándose fundamentalmente en Caracas. Años más tarde se produjo un segundo éxodo, más pequeño que el anterior, tras la fallida revolución húngara contra la URSS de 1956. Esto no fue un fenómeno exclusivo del país bolivariano, sino que ocurrió en casi toda Sudamérica. Una vez asentados, terminarían formando colonias relativamente importantes en cada país, con casas culturales donde se reunían para mantener sus tradiciones, costumbres y fiestas. Con el paso del tiempo, las generaciones descendientes fueron integrándose hasta el punto de ir perdiendo paulatinamente muchas de sus costumbres y cultura originarias, quedándoles como único vestigio de magiaridad algún apellido húngaro perdido en su árbol genealógico.

Dado el agravamiento que ha sufrido en los últimos años la situación en Venezuela (tanto por factores internos como externos, en ese debate no pretendo entrar), el gobierno húngaro comenzó a facilitar el retorno de estos descendientes de magiares emigrados, probablemente con el doble objetivo de paliar la escasez de mano de obra que hay en Hungría.




Según el portal index.hu, una vez admitidos en este "programa de retorno", se les facilitaría de manera gratuita un pasaje aéreo a Budapest, alojamiento gratuito durante el primer año, un programa de integración con clases de húngaro e inglés y permiso de residencia para poder trabajar en Hungría al poco tiempo de su llegada. Una vez transcurrido este primer año deben tener la capacidad de vivir con sus propios recursos. El único requisito para acceder a este programa sería poder demostrar un ancestro húngaro (generalmente un abuelo emigrado en las épocas descritas).

Lo más curioso es que las personas a las que entrevistó el diario húngaro aseguraron que desde el gobierno se les había pedido máxima discreción con el tema, algo que no comprendieron, ya que consideraban que se les daba el permiso de asilo como a cualquier persona procedente de un país con un conflicto especial. En el artículo se menciona que unas 300 personas habrían llegado así a Hungría, procedentes de Venezuela. Casi ninguno hablaba húngaro y pocos lo hacían en inglés, por lo que no pudieron realizar muchas entrevistas. Básicamente recalcan la dura situación de Venezuela en los últimos años, con desabastecimiento de alimentos y medicamentos, atracos y robos continuos, etc. y destacan la seguridad y el buen funcionamiento de Hungría en comparación con su país de origen.

Según Index, la mayoría de quienes se acogieron a esta medida aprendieron sus primeras palabras de húngaro después de llegar a Hungría, y en muchos casos ni siquiera sus padres hablaban ya húngaro.

La mayoría, al llegar a Hungría, eran alojados en el lago Balaton, en un hotel de la turística localidad de Balatonőszöd, y enseguida llamaron la atención a los locales, quienes comenzaron a llamar a la policía pensando que se trataba de inmigrantes ilegales procedentes de la ruta de los Balcanes (véase entradas previas sobre la ola migratoria de 2015).




El hecho de que sea un programa bastante meticuloso y organizado, y que el gobierno no haya anunciado nada al respecto, da que pensar. Los políticos de Fidesz consultados por Index insisten en que no se trata de inmigrantes ni refugiados, sino de "húngaros repatriados", y que todo húngaro tiene derecho a volver a la madre patria independientemente de donde vivan, un tema sensible dado el gran número que magiares que quedaron fuera de las fronteras tras la firma del tratado de Trianon. (véase esta entrada haciendo click aquí).

Segun Index, habría dos organismos principales gestionando el asentamiento de venezolanos en Hungría: la embajada de Hungría en Quito, Ecuador, (dado que Hungría no dispone de embajada en Venezuela), y la Hungarian Charity Service of the Order of Malta, organización fundada por la baronesa húngara Csilla von Boeselager, quien en su momento huyó a Venezuela. Su propia hermana preside la Federación de Organizaciones Húngaras en Latinoamérica. Estos dos organismos son los que se pondrían en contacto con los descendientes de húngaros en Venezuela.

Los solicitantes deben presentar en la Casa Húngara de Caracas alguna prueba de tener un antepasado húngaro, aunque los reporteros de Index refieren que un entrevistado mencionó que su hermano, que además hablaba algo de húngaro, fue rechazado en el programa, por lo que la elección de los candidatos parece cuanto menos algo aleatoria (por no pensar teorías más rocambolescas).

A pesar de que son considerados por el gobierno húngaro como húngaros repatriados, lo cierto es que la mayoría de ellos, según los periodistas de Index, no hablan húngaro, desconocen la cultura húngara y todos son en realidad ciudadanos venezolanos. Sin embargo, esta peculiaridad de ser descendientes de húngaros, aunque sea de forma remota, les permitiría evadir las complicadas leyes y normas que el propio gobierno húngaro, que impulsa este programa, aprobó recientemente como consecuencia de la crisis migratoria europea vivida hace unos años.

El invento no es nuevo, y parece una especie de copia de la famosa "ley de retorno" del estado de Israel. Desde el blog animo a aquellos venezolanos instalados en Hungría, o aquellos pendientes de ver si son aceptados desde Venezuela, a compartir sus experiencias y dudas.


Casa húngara de Caracas, Venezuela.

nota: la información y las fotografías se han obtenido de index.hu y wikipedia. El artículo original (en húngaro) lo puedes encontrar haciendo click aquí.

martes, 18 de diciembre de 2018

Oleada de protestas por la "ley esclavista"

Estos días en Budapest se están viviendo intensas manifestaciones y protestas de una intensidad pocas veces vista en Hungría, contra el gobierno de Fidesz y el primer ministro Viktor Orbán, por la aprobación en el parlamento de la denominada "ley esclavista". La noticia acapara la prensa húngara, sin embargo, y a diferencia de otro tipo de protestas, ha pasado casi de puntillas por la prensa internacional.

La ley aprobada en el parlamento el pasado 12 de Diciembre básicamente elimina las trabas burocráticas que existían para poder aumentar las horas extra anuales hasta 400 (con lo que la jornada laboral pasaría de 40 a 48 horas semanales). Además aumenta de 1 a 3 años el período de tiempo que tienen las empresas para pagar estas horas (aunque suele hacerse de forma mensual). En teoría, requiere de un acuerdo entre trabajador y empresa de forma individual (sin mediación sindical). El sueldo será de un 50% más en las horas extra y del 100% más si es día festivo. Esta ley contó con el rechazo frontal de casi toda Hungría (las encuestas hablan de un 83% de la población en contra), sobre todo porque parece difícil que los trabajadores puedan negarse a realizar esta gran cantidad de horas extra si son presionados por las empresas.


Viktor Orbán en la sesión del 12 de Diciembre, día en que se aprobó la ley.


El argumento principal que sostiene Fidesz (el único partido a favor), es que esta ley es de interés para el obrero, ya que con ella la persona que quiera puede trabajar más y ganar más dinero, además requiere del acuerdo previo entre trabajador y empresa. El primer ministro Viktor Orbán no ve posible que el obrero sea despedido si se niega a ello, debido a la falta de mano de obra en Hungría. Además negó públicamente que esta ley fuese una condición impuesta por BMW (que en verano anunció la construcción de una gran fábrica en Debrecen). Defendió también que en la UE hay países con leyes similares (aunque en realidad el único es Letonia, el resto están bastante por debajo)

Evidentemente los ciudadanos húngaros se han lanzando a la calle en masa, especialmente en Budapest, donde se han vivido manifestaciones de una virulencia muy poco habitual en Hungría. Los partidos de la oposición han encabezado gran parte de estas marchas y ha habido enfrentamientos entre manifestantes y policías, algo que no suele ocurrir en este país.


Manifestación encabezada por numerosas personas con banderas de Jobbik (nótese alguna del MSzP y del DK al lado de ellos).


Como decía, el pasado 12 de Diciembre se aprobó en el parlamento húngaro esta llamada "ley esclavista" en medio de un gran "show" (primero con un intento de bloquear la tribuna de oradores por parte de diputados de DK y MSzP, que ocuparon la escalera que sube al estrado para evitar que se pudiese abrir la sesión, finalmente se tuvo que abrir desde el asiento de un diputado), el LMP se dedicó a tirar papelitos por la sala... Finalmente se produjo la votación con el resultado de 130 votos a favor (los de la coalición del gobierno, Fidesz-KDNP), 1 abstención y 52 en contra. Como protesta, después de la votación la oposición se retiró del parlamento.

Las manifestaciones en Budapest contra esta ley comenzaron varios días antes de que se celebrase la votación, encabezadas por una amalgama de líderes de los partidos opositores, sindicatos y las clásicas organizaciones opositoras (los llamados "chicos de Soros"), pero esta vez han contado con un apoyo popular poco habitual (probablemente no se veía algo igual desde las protestas por el impuesto especial a Internet que quiso implantar Fidesz hace 4 años (ver este link del blog al especto), además de peleas entre algunos manifestantes y policías, e incluso intentos de entrar por la fuerza a la sede de la TV pública húngara (algo muy simbólico por los sucesos del año 2006). Por cierto que la tasa a Internet fue en su momento retirada antes incluso de entrar en vigor a raíz de las protestas.




El mismo día que se aprobó la ley, en Budapest se organizó una gran manifestación que finalmente se dividió en varios grupos, uno que se dirigió a la sede de Fidesz, otro al puente de las cadenas (que cortó el tráfico), otro intentó entrar al parlamento húngaro y otro que protagonizó diversos choques con la policía, que tuvo que emplear gas lacrimógeno. Una minoría arrojó piedras, huevos, petardos y bombas de humo a la policía, e incendió mobiliario urbano, muchas veces siendo recriminados por otros manifestantes. Parece que los jóvenes de Momentum fueron los más violentos, aunque también había sectores de extrema derecha y extrema izquierda. Muchas protestas eran espontáneas y se dividían en grupos que ocupaban lugares emblemáticos, provocando que la policía estuviese desorientada y confusa.

El día 16, una gran manifestación salió de la plaza de los héroes hacia el parlamento húngaro en una gélida tarde a varios grados bajo cero (Hungría atraviesa estos días la primera ola de frío de este invierno), y desde allí una parte se dirigió a la sede de la TV pública húngara, donde varios diputados de la oposición (Hadházy y Szél) entraron al edificio y se negaron a salir hasta que no consiguiesen leer una serie de oposiciones. La TV se negó a retransmitir estas peticiones y finalmente los diputados decidieron salir, para dirigirse a las oficinas de varios medios de comunicación afines a Fidesz.

Hoy día 18 se han reproducido las protestas en la capital, aunque con menos intensidad, sin embargo se han extendido a otras ciudades húngaras como Szeged, Miskolc, Debrecen, Békéscsaba, Veszprém o Győr.


Manifestación antes de salir de la plaza de los héroes

Junto a la estación de tren de Nyugati.

Manifestantes cruzando el puente Margarita sobre el Danubio.

La policía utilizó gas lacrimógeno en la plaza del parlamento.

Coche de la policía con la luna trasera destrozada.


fotografías: index.hu


Como decía antes, ha habido un gran apoyo popular que ha provocado manifestaciones mucho más masivas de lo habitual, similares a las que se produjeron hace 4 años por el impuesto a Internet que quería implementar el gobierno. En esta ocasión, al igual que en aquella, el gobierno húngaro ha ido en solitario contra su propio pueblo, ese que dice defender de la tiranía de las multinacionales y los dictados de la Unión europea. Y es que esta ley parece hecha a medida de las propias multinacionales, que probablemente hayan puesto al gobierno como condición a cambio de expandir sus fábricas en Hungría, para asegurar sus inversiones, teniendo en cuenta la falta de mano de obra del estadio magiar por la gran emigración que sufre como consecuencia de los bajos salarios, que hace que muchos jóvenes hagan las maletas y se vayan a la cercana Alemania, a Austria o al Reino Unido.

En este caso es evidente la estrategia populista del primer ministro Viktor Orbán, que hace poco criticaba a Tesco o Audi por los bajos salarios y se situaba junto a las clases trabajadoras en sus reivindicaciones. Esta sería sin duda una buena ocasión para la prensa internacional para azuzar un poco más al líder húngaro, pero sin embargo apenas ha publicado nada al respecto (por ejemplo, hace meses, cuando hubo manifestaciones más minoritarias por el traslado de la CEU a Viena, no faltaron los clásicos artículos "periodísticos" criticando a Orbán). Algo que sin duda da que pensar. Cada uno puede sacar sus propias conclusiones.

Estaremos pendientes de cómo acaba todo esto, pero al contrario que en 2014, no parece que ahora Fidesz vaya a retractarse, lo cual puede costarle una buena parte del apoyo popular que tiene (que es mucho, y que seguramente le permita hacer este tipo de cosas, aunque ya veremos). Desde luego es una maniobra política, cuanto menos, arriesgada.

sábado, 15 de septiembre de 2018

Hungría vs. la UE: el informe Sargentini

Estos días Hungría ha vuelto a la palestra debido a la amenaza de la Comisión Europea de adoptar medidas contra el Estado magiar, en base al informe Sargentini. Este informe debe su nombre a una eurodiputada holandesa de un partido "verde", llamada Judith Sargentini, consta de varios puntos, y pide que se ponga en marcha el procedimiento sancionador contra Hungría previsto en el artículo 7 por violación grave de los principios democráticos. Es la primera vez que una medida de este tipo se utiliza en la historia de la UE a iniciativa del parlamento. Haciendo un breve resumen, los puntos en los que se basa son los siguientes:

- Aumento de las denuncias de solicitantes de asilo e inmigrantes por parte de las autoridades fronterizas en Hungría, así como la restricción en las medidas fronterizas y legislativas en cuanto a acceso a los procedimientos de asilo.

- El actual marco legislativo húngaro no garantiza plenamente una prensa sin censura u obstáculos a la libertad de informar. Se restringen los derechos para acceder a la información sobre el gobierno.

- Corrupción y conflictos de intereses entre los diputados húngaros, y hallazgo de graves irregularidades en la investigación sobre 35 contratos de alumbrado público.

- Injerencia en el derecho a la intimidad, al existir leyes húngaras sobre la vigilancia secreta con fines de seguridad nacional que permiten la interceptación masiva de comunicaciones.

- Actitudes patriarcales estereotipadas en Hungría con respecto a la posición de la mujer en la sociedad, y que el código penal húngaro no protege plenamente a las mujeres víctimas de la violencia doméstica.

- Preocupaciones sobre el sistema electoral húngaro, con restricción al acceso a la información y las libertades de los medios de comunicación par informar en la campaña y que pese a que esta era amplia, estaba muy polarizada y carente de análisis crítico.

- Falta de transparencia en las consultas ciudadanas e insuficiente participación de la sociedad civil, así como enmiendas a la constitución de Hungría en repetidas ocasiones, y preocupación sobre el proceso de la elaboración de la constitución en Hungría.


La eurodiputada holandesa Judith Sargentini, impulsora de este informe.
fuente: index.hu


Vamos, básicamente es un documento que agrupa todas las acusaciones que se han vertido contra el gobierno del Fidesz, encabezado por el primer ministro húngaro Viktor Orbán, durante estos últimos años. La mayor parte de las fuentes de este informe son: la ONU y su Comité de Derechos Humanos, la CE, ONGs varias, la OLAF, la OSCE y "periodistas de investigación".

El miércoles 12 de Septiembre se produjo la votación de este informe, con los siguientes resultados: de los 750 europarlamentarios, había presentes en la votación 693. De ellos, 448 votaron a favor de la aprobación del informe, 197 en contra y 48 se abstuvieron. Es decir, teniendo en cuanta solamente a los que votaron "sí" o "no", algo más de 2/3 lo hicieron a favor, requisito que era necesario para que la votación prosperase.


Resultados de la votación: participantes 693, a favor 448, en contra 197, abstenciones 48.
fuente: origo.hu


Ahora Hungría tiene tiempo para reiniciar las conversaciones y rectificar en estas materias. Si los otros gobiernos no están satisfechos con las respuestas, se haría una segunda votación sobre de si creen que se violan los valores europeos fundamentales en Hungría. Al menos 4/5 partes de ellos (22 de los 27 países, descontando Hungría) deberían hacer tal declaración. Y posteriormente, de aprobarse lo anterior, para iniciar las sanciones, se requiere una última votación con unanimidad total entre los países (obviamente Hungría no tendría tampoco voto en esta segunda ocasión).

Estas sanciones engloban suspender determinados derechos de Hungría en la UE, como el derecho a voto. De todas formas el gobierno polaco ya ha anunciado que va a vetar las sanciones contra Hungría, así que en teoría no podrían prosperar. Varios países como República Checa o Eslovaquia harían los propio de suspenderse el derecho a veto a Hungría y Polonia simultáneamente.

El gobierno húngaro, lejos de amedrentarse, va a solicitar la anulación de esta votación, ya que argumenta que no se han tenido en cuenta las abstenciones (con ellas no se llega a esta mayoría de 2/3). Además está muy disgustado con el informe, en el que podrían haberse falseado algunos datos, por ejemplo, el informe menciona a dos universidades húngaras como colaboradoras, pero ambas han rechazado categóricamente haber participado en su elaboración. Según Orbán, la sentencia ya estaba dictada de antemano y que es una venganza por haberse cerrado ante la inmigración. Lejos de rectificar, promete seguir luchando, ya que, según él, en las políticas internas de los países no pueden sobreponerse organizaciones externas sobre los gobiernos votados legítimamente por sus ciudadanos.


Viktor Orbán sigue firme en su pulso con la UE: la soberanía nacional está por encima de las órdenes de Bruselas en los asuntos internos de cada país.
fuente: index.hu


Lo cierto es que la mayoría de las fuentes de este informe, tienen bastante poca credibilidad. A estas alturas, salvo los más cándidos, todos saben de qué palo van estas supuestas ONGs, por no hablar de la ONU, esa organización fundada por los ganadores de la 2º guerra mundial, que utilizan para legitimar y justificar sus intervenciones en terceros países.

En cualquier caso, la guerra entre Orbán y la UE está llegando a su punto álgido tras años de batallas. De todas formas, dado que varios países le apoyan en la UE (especialmente el grupo de Visegrado), y que para aprobarse las sanciones se requiere unanimidad, todo esto no va a tener finalmente consecuencias severas para Hungría. Sin embargo, al Fidesz de Orbán es posible que le expulsen del Partido Popular Europeo, del que aún forma parte (en la votación, el PPE votó mayoritariamente a favor del informe).

Hay que tener en cuenta un probable escenario: si tanto la UE como Orbán siguen avanzando en su pulso, se corre el riesgo de dividir a la propia UE en dos bloques polarizados, algunos analistas ya se han puesto en el peor de los casos y han denominado a la votación del informe Sargentini como "el comienzo del fin de la UE".

A lo largo de estos años escribiendo en el blog, he repasado las políticas de Orbán y su poca sintonía con las de la UE. Que es básicamente el quid de la cuestión, aunque se disfrace de derechos humanos, libertad de prensa, discriminación y demás. El primer ministro húngaro no está  a favor de ceder soberanía nacional, considera que la UE tiene su campo en el marco de política y economía exterior, pero no en el de los asuntos internos de cada Estado miembro. Su intervencionismo en la economía nacional frente al liberalismo económico, la apertura a mercados como China y Rusia, o su defensa de valores como familia, tradición y cristianismo frente a multiculturalismo y globalización le han generado numerosos y poderosos enemigos. Entre ellos, el famoso George Soros.

Para aquel que le interese profundizar en todo esto, y en qué está pasando realmente en Hungría frente a las manipulaciones que cuenta la mass media (es imposible hacerlo en un solo artículo), dejo unos enlaces a entradas antiguas, donde en su día traté de analizar las políticas de Viktor Orbán y sus encontronazos con la UE:

Elecciones de Abril de 2018 (mayoría absoluta de Fidesz) y panorama político en Hungría

Polémica acontecida entre la Universidad Central Europea y Viktor Orbán

Cierre del periódico Népszabadság y protestas en Hungría

Referéndum en Hungría contra las cuotas migratorias de la UE

Instauración del capitalismo en el antiguo bloque socialista europeo (I)

Instauración del capitalismo en el antiguo bloque socialista europeo (II)

Tensión entre Juncker y Orbán: "hola dictador"

Corrupción en Hungría: el caso de Felcsút

domingo, 19 de agosto de 2018

San Esteban, 20 de Agosto y la tarta del país

El próximo lunes 20 de Agosto se celebra en Hungría el día de San Esteban, uno de los días festivos más importantes del año. Además de los tradicionales fuegos artificiales por la noche que se lanzan desde el Danubio en Budapest, se monta el mercadillo anual en la ribera del Danubio, que durante este día se cierra al tráfico y los peatones pueden pasear tranquilamente entre puestos, degustando bebidas y comidas típicas húngaras, o ver a los artesanos trabajar diferentes materiales. Generalmente está bastante masificado, pero merece la pena echarle un vistazo. En años pasados, por lo que imagino que en este también, se celebra una jornada de puertas abiertas en el parlamento de Budapest, que puede visitarse de forma gratuita si uno está dispuesto a hacer una enorme cola (visitar el parlamento húngaro era gratuito todos los días hasta hace algunos años para los ciudadanos de la UE, ahora toca pasar por taquilla). Este año, además, al caer en lunes, mucha gente tiene fiesta tres días seguidos, por lo que seguro que muchos aquincenses se escapan al lago Balaton o a hoteles-Spa de provincias. Sin embargo mucha gente de provincias acude a visitar la capital en este día festivo. Así que dudo que el ambiente de la capital esté tranquilo.


Puente de las cadenas y fuegos artificiales del 20 de Agosto.


Además, el 20 de Agosto se desvelará la receta de la tarta nacional de este año, que se llama Komáromi kisleány (niña de Komárom) y está elaborada con una base de pasta de miel y nuez, sobre la que se asienta una gruesa capa de crema de vainilla, con una lámina de pera interna y otra de chocolate por encima, especiada con canela y jengibre. Promete.

Sobre este concurso anual, llamado en húngaro Az Ország tortája (traducido como "la tarta del país"), ya he escrito previamente en el blog, pero a modo de resumen diré que es una competición en el que cada año los maestros pasteleros húngaros de las confiterías más importantes de cada ciudad inventan una nueva tarta, generalmente fusionando la repostería tradicional magiar con toques modernos y creativos. Un jurado decide cuál es la ganadora, y aunque su nombre y principales ingredientes se dan a conocer un poco antes, es el 20 de Agosto cuando se desvela la receta que muchas pastelerías húngaras imitarán a partir de ese día para que sus clientes puedan degustarla. Además, el propio 20 de Agosto se reparte de forma gratuita en un stand de Budapest situado junto al mercado de la ribera del Danubio.


Tarta ganadora de 2018: Komáromi kisleány
fuente: origo.hu


Esta competición se celebra desde 2007, y desde 2012 también se otorga un premio a la mejor tarta sin azúcar. Cada vez es más habitual ver en las pastelerías de Hungría muchas tartas sin azúcar, algo importante en un país donde la obesidad en uno de los principales problemas de salud. Este año la ganadora es Három kívánság (tres deseos), y se elabora con una base de bizcocho de almendra, semilla de chía y nuez, sobre la cual se extiende cereza y requesón.

San Esteban fue el fundador del Reino de Hungría, allá por el año 1000, y primer rey húngaro, recibiendo el título "rex" del papa. Su reinado duró casi cuatro décadas, hasta el año 1038. San Esteban ha sido fundamental en la historia de Hungría, ya que fomentó el cristianismo y el latín en Hungría con el objetivo de integrarse con sus países vecinos tras décadas de batallas (recordemos que los húngaros habían llegado a Europa en forma de tribus paganas, tras una larga migración desde los urales). A su vez, centralizó los poderes en la capital y creó un sistema de condados, estabilizando de forma importante la política, sociedad y economía nacional de la época, y sentando las bases del Estado húngaro. El rey Esteban fue canonizado el 20 de Agosto de 1083 y por ello este día es festivo nacional en Hungría.


Estatua del rey San Esteban en el castillo de Budapest.
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