jueves, 22 de diciembre de 2016

La diáspora húngara

La entrada de hoy, en plenas fechas navideñas (una buena época para hablar de este tema), está dedicada a la diáspora húngara, es decir, a todas aquellas personas de etnia húngara que viven fuera del Estado húngaro actual, por razones personales, económicas... etc. Algunas de las cuales, además, son lectoras de este blog.

Se calcula que hasta 5 millones de húngaros viven fuera de la cuenca de los Cárpatos (de la cual la actual Hungría es tan solo una parte, es decir, que no se tienen en cuenta los húngaros de Rumanía, Eslovaquia o Serbia, entre otros, cuando se suele hablar de diáspora húngara). Este es un tema controvertido, ya he escrito en este blog que muchos húngaros consideran la cuenca de los Cárpatos su hogar, ya que el Reino de Hungría (casi toda la historia del período europeo de los magiares) abarcaba toda esta región geográfica, hasta que el acuerdo de Trianon, tras la primera guerra mundial, dejó una Hungría reducida a tan solo una parte de esta cuenca, y a cientos de miles de húngaros viviendo de la noche a la mañana en países extranjeros. Estos húngaros de los países de alrededor se encuentran fuera del Estado húngaro, con todo lo que ello implica (legalmente, socialmente...). En cualquier caso este no es el objetivo de esta entrada, y, como decía, hoy me centraré en los húngaros de fuera de la cuenca Cárpata. La mayoría vive concentrada en un puñado de países que repasaremos en esta entrada.

- Estados Unidos (1.400.000 húngaros): concentrados sobre todo en las ciudades de New York, New Jersey y Cleveland (Ohio), donde se encuentran las mayores comunidades de húngaro-estadounidenses. También Los Ángeles y San Francisco cuentan con numerosos ciudadanos de etnia húngara. Pero es curioso el caso de Cleveland, una ciudad mucho menor en cuanto a tamaño, donde se celebra anualmente el festival Hungarian Scout Day. La localidad de Fairport Harbor es considerada la más húngara de todos los EE.UU., con un 11% de población total húngara, de los cuales un 2% aún hablan húngaro en sus casas. En Nueva York, en torno a las calles E 82 y Lexington Avenue puede visitarse la principal zona húngara, con iglesias, escuelas, tiendas y edificios comunitarios, donde miles de descendientes de magiares (algunos de varias generaciones) siguen las tradiciones culturales heredadas.


Iglesia de Szent István en Ohio.

Estatua de Kossuth Lajos en Manhattan, New York.

Fairport Harbor, con un 11% de población húngara, en Estados Unidos.
fotografías: wikipedia


- Canadá (316.000 húngaros): la gran mayoría de húngaros de Canadá viven en la provincia de Ontario. Muchos llegaron tras la revolución de 1956 contra la URSS, y un número importante lo hicieron antes, tras la segunda guerra mundial. En Toronto, con unos 53.000 húngaros, hay incluso una publicación en lengua magiar, así como iglesias húngaras y restaurantes.


Molino de Eszterházy, en Canadá.
fotografía: wikipedia


- Israel (200.000 húngaros): la mayoría son judíos de Hungría que emigraron a Israel, especialmente tras el holocausto de la 2º guerra mundial. Y es que Hungría tenía una enorme población judía, fruto de ello es la Gran Sinagoga de Budapest, en la calle Dohany, la tercera más grande del mundo. No obstante, las nuevas generaciones de israelíes con raíces magiares no practican tanto la cultura húngara como los húngaro-americanos, por ejemplo, al no formar comunidades tan definidas y agrupaciones culturales específicas.


fotografía: hungarytoday.com


- Londres (150.000 húngaros): hay una famosa frase en Hungría que dice que la segunda ciudad con más húngaros tras Budapest es Londres. Y es que todo húngaro tiene, como mínimo, un amigo, familiar, vecino o al menos conocido viviendo y trabajando en Londres. Y una gran mayoría está sin haberlo comunicado a las autoridades húngaras, vamos, que oficialmente sigue contando en los censos de sus ciudades natales en Hungría. La posibilidad de un trabajo con una buena remuneración, tanto no cualificado como de alta cualificación es una realidad en Londres, donde muchos húngaros van a realizar el mismo trabajo que hacían en su tierra pero multiplicando su salario varias veces. Tras unos años ahorrando suelen regresar a Hungría, por lo que la población magiar de Inglaterra es tremendamente dinámica. La cifra es orientativa, pero muy probablemente sea mayor.

- Alemania (140.000 húngaros): con el país germano ocurre algo parecido que con Londres, salarios mucho más atractivos que los del país natal, además se le suma la cercanía que permiten a muchos viajar fines de semana o festivos en coche a Hungría, en un viaje de apenas unas horas de autopista. Las grandes ciudades del sur de Alemania, como Munich o Stuttgart son el asentamiento de la mayoría de húngaros de Alemania, muchos de los cuales forman grandes comunidades culturales, celebrando banquetes, bailes o actividades relacionadas con la cultura húngara.


Festival húngaro en Alemania.
fotografía: hungarytoday.com


- Argentina (40.000 húngaros): especialmente en Buenos Aires se encuentra una amplia comunidad húngara, muchos de los cuales se remontan al siglo XVIII, cuando numerosos curas llegaron al norte de Argentina y Paraguay y se asentaron allí formando misiones jesuíticas, así como muchos ciudadanos húngaros que emigraron tras las guerras mundiales. Tras la revolución de 1848, muchos húngaros emigraron a Argentina, donde se calcula que entre 40.000 y 50.000 habitantes son descendientes de húngaros. Existe un movimiento folk importante, con reuniones y celebraciones anuales. En poblaciones como Coronel Du Graty (donde hay una asociación llamada Colectividad húngara de Coronel Du Graty), Villa Ángela o Santa Silvina, en la provincia de Chaco, muchos de sus habitantes hablan húngaro con dialecto transilvano.


Colectividad húngara, en Argentina.
fotografía: hungarytoday.com


Además de estos países, hay comunidades húngaras importantes en Benelux, Brasil o incluso España. Cada uno de ellos es un trocito de Hungría en el extranjero, porque Hungría, como cualquier otro país, está presente en todo el mundo.

Nota: este artículo se ha basado en un artículo del website hungarytoday.com que puede visitarse en este enlace: http://hungarytoday.hu/news/thursday-top-ten-top-ten-countries-largest-hungarian-diasopra-world-99916

martes, 13 de diciembre de 2016

Városliget, el parque de Budapest

Városliget (literalmente, bosque de la ciudad), es uno de los principales parques de Budapest y centro de ocio de la capital húngara. Cuenta con aproximadamente 100 hectáreas de superficie (1 kilómetro cuadrado) y varias de las atracciones más populares de la ciudad. Imprescindible en toda visita turística o para los residentes habituales, se llega desde el centro gracias a la preciosa Avenida Andrássy y a la elegante línea de Metro 1, ambas construidas durante las celebraciones del milenio de la llegada de los húngaros a Europa en el año 1896, ya que la mayoría de las celebraciones se celebraron en este parque, que se comunicó con el centro con la segunda línea de metro de Europa (tras Londres) y esta elegante avenida donde se asientan edificios emblemáticos como la Ópera, plazas como el Oktogon o numerosas tiendas de lujo de moda y complementos, así como elegantes palacios residenciales y museos.


Avenida Andrássy.


A la entrada del parque está Hősök tere, o plaza de los héroes, donde termina (o comienza, según como se mire) la avenida Andrássy. Esta plaza es un gran monumento a la mencionada llegada de los húngaros a Europa, y a muchos de los reyes húngaros del pasado. En esta entrada más antigua hay más información sobre este emblemático lugar. Además se encuentra flanqueada por dos edificios interesantes como son el museo de bellas artes y el museo de arte moderno.


Plaza de los héroes, o hősök tere.

Museo de arte moderno.


Nada más entrar, a mano derecha nos encontramos con el Castillo de Vajdahunyad, construido también para el Milenio húngaro, y cuya arquitectura se basó en los castillos de Transilvania, especialmente en el de la actual Hunedoara, que por aquel entonces era parte del Reino de Hungría. Junto a él está la estatua de Anonymus, el escritor de nombre desconocido del libro Gesta Hungarorum, un escrito que recoge numerosos detalles de la llegada de los húngaros a Europa y su asentamiento en la Cuenca de los Cárpatos, y que ha sido una pieza fundamental para comprender la historia magiar.



Castillo de Vajdhunyad y lago.


Otro edificio imprescindible es el balneario Szechényi, del cual también he escrito en este blog hace tiempo. Sus termas son una gran atracción turística de Budapest, y extranjeros se mezclan con locales en estas piscinas azuladas entre edificios amarillos, tanto bajo el sol del verano como bajo la nieve del invierno.



Balneario Szechényi.


Cerca de las termas, cruzando la carretera, está el Zoo de Budapest, al cual ya dediqué una entrada en este blog. Para los residentes de la capital es muy recomendable, ya que además de ver a los entrañables animales de los zoos, la arquitectura de este es un tanto peculiar, con estilo art decó y la huella del arquitecto Kós Károly. Se construyó originalmente en 1866 y quedó destruido casi en su totalidad en la 2º guerra mundial.


Zoo de Budapest, edificio de los elefantes.


Además hay un pequeño parque de atracciones, un lago que puede recorrerse en pequeñas barquitas en verano y que es drenado en invierno para instalar una enorme pista de patinaje sobre hielo, y numerosos puestos de helado y cafeterías, así como pequeñas sendas por las que pasear y bancos en los que descansar. Como decía, merece la pena una visita, o varias para los que viven en Budapest, a este pulmón verde que no tiene nada que envidiar a la isla Margarita.


Bancos decorados de Városliget.

martes, 6 de diciembre de 2016

El ángel de Budapest

Ángel Sanz Briz, conocido como El ángel de Budapest, fue un diplomático español destinado a Hungría durante la segunda guerra mundial, famoso por salvar las vidas de más de 5.000 judíos húngaros mediante la expedición de documentos diplomáticos españoles fraudulentos que les protegieron de las autoridades húngaras y alemanas durante el holocausto.

Nacido en Zaragoza en 1910, fue destinado a Hungría en 1942 como encargado de negocios de la embajada española en Budapest. Debido a su puesto, fue testigo del exterminio judío que se estaba practicando durante la guerra y de las deportaciones masivas a Alemania rumbo a los campos de concentración. Gracias a su cargo y sus influencias, y de espaldas al gobierno español franquista que simpatizaba con el régimen de Adolf Hitler, pero cuya postura oficial durante la segunda guerra mundial era de país neutral, ideó un proceso para salvar las vidas de miles de judíos que estaban a punto de ser deportados a Alemania a toda prisa debido a la cercanía del ejército rojo a la capital húngara.

En virtud de un antiguo Real Decreto de Primo de Rivera de 1924, que reconocía como españoles a aquellos judíos de origen sefardí (Sefarad es el término judío para la península ibérica, y sefardíes son los descendientes de los judíos originarios de España y Portugal, expulsados por los Reyes Católicos en 1492), Sanz Briz consiguió la base legal para comenzar a conceder pasaportes españoles a los judíos sefardíes de Budapest. Se le concedieron oficial y legalmente 200, número que amplió mediante el uso de letras adicionales para no expedir ningún pasaporte con número superior al 200. No obstante, viendo el escaso número de sefardíes en Hungría, decidió extender la concesión a cualquier judío que tuviese parientes en España, e incluso finalmente a cualquier judío independientemente de su origen, con el objetivo de salvar el mayor número de vidas posible.

El ambiguo papel de España en la segunda guerra mundial jugó a favor de Sanz Briz, ya que la simpatía de Hitler hacia Franco y España permitía ganarse la confianza de los alemanes, sin embargo, la postura neutral de España en la guerra, a su vez, le ayudó con el resto de diplomáticos de países neutrales, así como sus contactos con la iglesia. Así, logró conceder, pasaportes, salvoconductos y cartas de protección a unos 5.200 judíos que evitaron ser deportados a los campos de concentración. Finalmente tuvo que abandonar la embajada española a las puertas del fin de la guerra.

Desde hace años, en Budapest, Madrid y Zaragoza hay esculturas, placas e incluso calles en homenaje a Ángel Sanz Briz, que falleció en 1980 cuando ejercía de embajador español en el Vaticano.

En 2011 se rodó la película El ángel de Budapest, que narra esta historia basada en el libro Un español frente al holocausto, ambos muy recomendables. El filme se rodó en Budapest en el año 2010, el protagonista que encarna a Sanz Briz es el actor Francis Lorenzo.


Fotografía de Ángel Sanz Briz.

Memorial en Budapest.
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