lunes, 21 de diciembre de 2015

Festivales de Szeged (II)

Continuando con un repaso a los festivales de Szeged, que dejamos en plena navidad, tenemos otros tres: el del pálinka, el majális y el mercado del puente.


PÁLINKAFESZTIVAL (Festival del aguardiente Pálinka)

(Mediados de Marzo)

El aguardiente nacional tiene su propio festival, como no podía ser de otra manera. Es entre Marzo y Abril. Aunque muchas casetas venden pálinka, muchas veces elaborado de forma casera y con marcas tradicionales y con poca producción, también hay vino, los siempre presentes chorizos, pancetas y morcillas y todo tipo de curados y embutidos. No faltan tampoco los puestos que venden comida cocinada allí mismo lista para comer, con el cerdo como ingrediente estrella, aunque, eso sí, el frío aún suele rondar el mes de marzo, cuando suele celebrarse este festival, cosa que no parece importar a muchos húngaros que comen y beben sentados en las mesas al aire libre con temperaturas bastante bajas. Uno de mis personajes favoritos es el herrero, del que hay una foto debajo, con sus típicos chistes como el de "si en lugar de grabarte el nombre de tu novia pongo amor, te vale para la siguiente novia". Un clásico que no falta en ningún festival de Szeged.







fotografías: torosfesztival.hu



MAJÁLIS (Festividad del 1 de Mayo)

El 1 de Mayo es festivo nacional, y en todas las ciudades hay diversos programas. En el caso de Szeged, el festival es característicamente en Újszeged (Nuevo Szeged), la parte de la ciudad situada en la parte oriental del río Tisza, concretamente en el gran parque que hay justo tras cruzar el puente (llamado Erzsébet Liget). En mi opinón es más tipo "fiestas de barrio", con puestos de chucherías y algodón de azúcar, atracciones de feria (barracas), puestos de comida y bebida y demás. También hay algunos conciertos y actividades al aire libre. Mucha gente lleva la comida en plan picnic, o incluso improvisa barbacoas.






fotografías: facebook y wikipedia


HÍDIVÁSÁR (Mercado del puente)

(Pentecostés, Mayo-Junio)

Probablemente el más característico de los festivales de Szeged. El día de pentecostés (que varía cada año en función de la semana santa, pero que suele ser entre Mayo y Junio) el puente del centro de la ciudad (Belvárosi híd) se cierra al tráfico y se instala una larga fila de puestos de artesanía, también ha de bebida y comida, pero sobre todo de artesanía. También se extiende por las calles aledañas de Oskola y Híd utca, incluso hasta Szechényi tér.. Además el buen tiempo está prácticamente garantizado, casi siempre hace mucho calor, aunque algunos años por la tarde pueden caer enormes tormentas. Puestos de helados, limonadas o incluso mojitos son muy útiles para combatir el calor. En mi opinión es uno de los mejores festivales de Szeged, de hecho es relativamente popular en toda Hungría y mucha gente viene desde otras ciudades del país a pasar el día o el fin de semana. El único problema para los estudiantes es que son fechas ya algo delicadas, a la mayoría les pilla comenzando la época de exámenes, pero siempre se puede sacar un hueco para una visita rápida.







fotografías: facebook

jueves, 10 de diciembre de 2015

Festivales de Szeged (I)

En la ciudad de Szeged, al sur del país, que cuenta con alrededor de 160.000 habitantes, se celebran durante el año varios festivales. La mayoría son en el centro de la ciudad, especialmente en Széchenyi tér, aunque algunos se celebran en Dóm tér (la plaza de la catedral) y en la zona del río Tisza, tanto en el paseo por su ribera como en el puente que lo cruza en el centro de la ciudad. Aunque cada festival se especializa en algún tema concreto, todos son bastante parecidos, y giran en torno a la comida, la bebida y la artesanía local (con los años incluso uno va conociendo a personajes como el herrero, que está siempre, además diciendo los mismos chistes), pero, desde luego, es más que recomendable acercarse a alguno de ellos si estamos en Hungría, y darse un garbeo por todos ellos si estamos en la propia Szeged. Como cuando vivía allí era estudiante universitario, los ordenaré secuencialmente en función del calendario académico, es decir, comenzando en Septiembre y finalizando en el verano del año siguiente.


TISZAI HALFESZTIVÁL (Festival del pescado)

(Primeros de Septiembre)

Es el primero que todo universitario, recién llegado a la ciudad, previo comienzo del período académico, se va a encontrar. Mucha gente llega más tarde, una vez empezado el curso, y se lo pierde, pero si uno ya está en Szeged es muy recomendable empezar la "temporada" en este festival.

Es el festival de la sopa de pescado, y del pescado en general. Ya he explicado en el blog que Hungría, al ser un país sin salida al mar, cuenta con el pescado de río o agua dulce en su gastronomía como uno de sus pilares fundamentales. En el sur del país, especialmente Szeged y Baja, se preparan dos recetas especiales de sopa de pescado, muy parecidas, básicamente a costa de cebollas, pimentón y pescado (la de Baja además tiene pasta). Hay una gran afición a la pesca, especialmente en los lagos artificiales creados con este fin, a lo largo de toda Hungría.

Durante este fin de semana decenas de puestos a lo largo del río Tisza, en la orilla occidental, se agolpan por el Rákpart. Se cocinan enormes calderos de sopa de pescado, la mayoría son de restaurantes conocidos de la zona, y además se fríe el famoso Hekk (merluza rebozada), y cualquier pescado rebozado (rantott hal). Por supuesto no pueden faltar otros platos típicos húngaros, vinos y el omnipresente pálinka. La gente come bajo la sombra de las carpas instaladas para resguardarse del poderoso sol del verano húngaro, que cuentan con mesas y bancos, o sentado por ahí en los alrededores (incluso compran para llevar). Por la noche suele celebrarse algún concierto de grupos húngaros de reconocido prestigio (por ejemplo yo he visto un año a Republic en este festival). También suele haber espectáculos de fuegos artificiales.





fotografías: facebook.com



BOR TÉR (Festival del vino)

(Mediados de Septiembre)

Poco después del Halfesztivál, a mediados de Septiembre, y aprovechando los últimos días de calor del verano que ya se agota, se celebra en la plaza de la catedral (Dóm tér) el festival del vino. El nombre es un juego de palabras entre Dóm tér (el nombre oficial, plaza de la catedral, y Bor tér, que significa plaza del vino). Por toda esta plaza empedrada se instalan casetas de madera y mesas con bancos, siendo la tarde-noche el momento idílico para su visita, con la catedral iluminada de fondo. En Hungría hay una larga tradición de este tipo de festivales del vino. Lo apropiado es comprar una copa de vino de cristal y ir probando diferentes vinos. en cada caseta hay una bodega vendiendo sus caldos, secos o dulces, tintos, blancos o rosados. Normalmente se va en grupos de amigos o parejas, se compran varias botellas y se comparten, aunque también puedes comprar copas de vino (por decilitros). El vino barato se ofrece con vasos de plástico, pero los caldos de calidad, con buen criterio, serán negados salvo si es en copa de cristal.




fotografías: facebook.com



MANGALICAFESZTIVAL (Festival de la raza de cerdo "mangalica")

(Primeros de Noviembre)

Con el frío ya instalado, y en homenaje a esta época en la que comienzan las matanzas porcinas, comienza en Noviembre el festival del Magalica, que es una raza húngara de cerdo especial, muy peludo (véase la foto inferior) y característica, protegido en Hungría y que se considera el idóneo para elaborar los afamados embutidos magiares. Los chorizos, pancetas, morcillas y todo tipo de carnes, junto al siempre presente pálinka se venden para ser degustados allí mismo o para llevar, igualmente se cocinan de manera tradicional diferentes platos de la gastronomía húngara. También hay puestos de artesanía y de chucherías para los más pequeños, así como conciertos y otras actividades junto al mercado. De postre, nada mejor que un rétes, postre típico húngaro a base de hojaldre y relleno de fruta o semillas de amapola. El festival se realiza en Széchenyi tér, frente al ayuntamiento, a lo largo del paseo principal.








KARÁCSÓNYI VÁSÁR (Mercado de navidad)

(Diciembre)

En mi opinión es el mercado de navidad más bonito de Hungría. No tiene nada que envidiar a los de Budapest, de hecho de tamaño andan parejos y además el de Szeged tiene el encanto de las pequeñas ciudades. Comienza en Dóm tér, sigue con algunos puestos y decoración navideña por Árpád tér, la calle Kárász (luces) Kláuzal tér (árbol de navidad y algunos puestos) y termina en Széchenyi tér, donde están la mayoría de casetas. Imprescindible, por supuesto, probar un vino caliente que nos inyecte algo de calor en las normalmente gélidas jornadas navideñas húngaras. Otra delicia nacional es el famoso kürtőskalács, un bollo dulce con forma de tubo cocinado lentamente sobre brasas. Y por supuesto pasear por los puestos, donde se exhiben todo tipo de artesanías, ropas invernales y decoraciones navideñas diversas, mezclado con el dulce olor aromático del vino caliente que se cuece en enormes calderos y el kürtőskalács que se hornea en algunos puestos. Para resguardarse del frío, nada mejor que sentarse en los fardos de paja del interior de la carpa blanca del Dóm tér, donde además suele haber alguna actuación.








fotografías: facebook.com


El resto de festivales, en la segunda entrada (en preparación).

lunes, 30 de noviembre de 2015

Szeged congelado y desde el aire

Hace ya unos años, tuve la oportunidad de realizar un vuelo en avioneta sobre la ciudad de Szeged, durante el mes de Febrero de uno de los inviernos más duros de los últimos años en Hungría. Tal era el frío y la nieve que de hecho pensé que el vuelo se cancelaría, pero nada más lejos de la realidad, el piloto dijo que no era problema. Cuando llegamos, estaba calentando el motor de la vieja Cessna en la que íbamos a volar con una estufa, lo cual, dijo, evitaría que se congelase y parase en pleno vuelo.

Tuvimos la doble suerte de que nos llevasen durante una clase de autoescuela aérea, con un piloto de prácticas y otro piloto a su lado, con lo que la duración del vuelo fue mayor de lo normal, además el piloto era húngaro-argentino y hablaba castellano, lo cual agradecí, ya que por aquel entonces apenas entendía un poco del idioma magiar. Un saludo a Esteban si algún día llegase a leer esto. Me consta que hoy en día ya maneja pájaros más grandes.

Sobrevolar Szeged totalmente nevado con el río Tisza congelado y cuya superficie también estaba nevada fue una experiencia fantástica. También se puede hacer el vuelo nocturno, aunque no es precisamente Szeged una ciudad que cuente con mucha iluminación, pero parece interesante. A pesar del pequeño tamaño de la avioneta, no mayor que el espacio de un automóvil, fue un vuelo bastante cómodo y tranquilo. Digamos que he tenido vuelos mucho más moviditos en los Boeing y Airbus. Es una experiencia que recomiendo a todo el mundo, y no es especialmente cara. En mi caso fue un regalo que disfruté como un niño. Podéis contactar con la empresa en la web rivair.hu. También realizan vuelos privados a otras ciudades de Hungría y países cercanos (no muy lejos debido a la escasa autonomía de estas pequeñas avionetas).

Os dejo unas fotos de la ciudad durante nuestro vuelo.


Szeged, con su Nagykörút y las torres de la catedral en el fondo.

Puente Bertalan sobre el río Tisza congelado y nevado.

Puente del centro de la ciudad (Belvárosi híd).

Plaza de la catedral (Dóm tér) y Belvárosi híd.

Antigua torre de agua, en Szent István tér.

Torre de comunicaciones junto al pequeño lago Zápor congelado.

Distrito de Tarján, construido en la época socialista.

La avioneta en la que volé es la del fondo, con decoración marrón. El piloto está calentando el motor con la chimenea de una estufa para evitar que se congelase al poco de despegar.

jueves, 26 de noviembre de 2015

Dulce Budapest (IV) : Chez Dodo, Luis Teaház, Fragola

Hace ya tiempo inicié una serie de entradas sobre tiendas y establecimientos de Budapest que me encantaban a la hora de darle al dulce. La capital húngara, al igual que el resto del país, es una ciudad muy golosa, amante de las tartas, los pasteles y todo lo relacionado con el azúcar. Además, estos meses de oscuridad y frío son la mejor época para los planes "de interior". La entrada de hoy es por partida triple, con tres sugerencias más: los deliciosos macarons de Chez Dodo, los tés y muffins de Luis Teaház, y los helados de sabores imposibles de Fragola.


Chez Dodo

No sé si tiene los mejores macarons de Budapest, porque es casi imposible probarlos todos, pero desde luego me atrevo a decir que los de aquí son excelentes. La tienda está muy cerca de la basílica de Szent István. Los precios son algo elevados, en torno a 1 € por cada macaron, que apenas son dos bocados, pero merece la pena darse un día el capricho. Hay de muchos tipos y los hacen de manera artesanal constantemente, allí mismo, junto al mostrador y el escaparate, por lo que no hay trampa ni cartón. Se pueden tomar allí con un té o café en una de las escasas mesas que hay en este pequeño local, o pedir para llevar (o para regalar en una cajita). La dirección es Sas utca 7.






Luis teaház

Es uno de los grandes descubrimientos de mi antiguo y querido barrio, Újlipótváros, el distrito XIII de Budapest. Una pequeña tienda llena de detalles decorativos para hogar y decenas de tipos de té para comprar o tomar allí mismo. El paraíso de los amantes de esta bebida. Además también tienen muffins caseros deliciosos. El local es diminuto y apenas hay una mesa, pero casi siempre está libre porque la mayoría de gente compra cosas para llevar. La pena es que es una tienda, no una cafetería, y su horario incluye domingos y tardes de sábado cerrados, aún así merece la pena venir aquí. Está en Hollán Erno 14.






Fragola

The last but not the least es Fragola, una franquicia de heladerías muy curiosa y famosa por sus sabores extraños e imposibles con las cremas heladas. Los precios son algo elevados y las bolas relativamente pequeñas, pero lo compensan sus curiosos sabores. Algunos ejemplos: cavernet sauvignon, vino aszú de Tokaj, queso gorgonzola con piñones, bayas de espino cerval, galletas de chocolate, nutella, gengibre, tarta de queso, lavándula con limón o higo con caramelo. ¡Como para no probarlos! En Budapest hay varias tiendas por toda la ciudad: Nagymező 7, Károly körút 3, en Pozsony utca, así como en Buda en Csévi út 7.


jueves, 12 de noviembre de 2015

Cserpes Tejivó

Cserpes Tejivó (en castellano sería algo así como "Lechería Cserpes"), es una marca de productos lácteos húngara, que además posee varios locales especializados en lácteos, bocadillos y repostería, para llevar o tomar allí mismo. Son muy conocidos y concurridos entre los húngaros, no tanto entre los extranjeros, aunque cada vez se ven más foráneos (normalmente llevados por los locales).

La historia de estos establecimientos es interesante. El dueño, István Cserpes, un conocido empresario magiar, comenzó con un negocio de quesos y derivados lácteos, mercado hoy en día conquistado por las grandes empresas como Mizo o Danone, aunque apostando por la calidad y evitando el uso de conservantes y colorantes artificiales. Logró hacerse un hueco en el país y, además de distribuir sus productos por los supermercados y tiendas, abrió un local en Budapest en el año 2012. El éxito fue inmediato y desde entonces ya ha abierto varios más en la capital húngara. El más concurrido y popular es el que está en Deák tér, en pleno centro, junto a las clásicas franquicias como McDonald's o Starbucks, atiborradas de turistas y extranjeros que desconocen la existencia de Cserpes.




También hay otro Cserpes en Corvin Plaza, junto al centro comercial, y me consta que han abierto alguno más en Buda (en el centro comercial Allee). Desde luego es toda una apuesta por la comida relativamente sana en un país amante de la grasa y la carne del cerdo y todos sus derivados, donde a veces encontrar una lechuga puede ser toda una odisea. Yo suelo acudir (solía, en realidad) al de Deák.

El funcionamiento de estos locales es sencillo: para pedir hay que ponerse a la cola, que a veces llega hasta la calle, aunque avanza muy rápido, ya que suele haber varias personas atendiendo. Eliges lo que quieras del mostrador o de las pizarras, pagas y te vas a una mesa a comer. La que está junto a la ventana (en Deák) es difícil de conseguir, aunque en el piso de arriba hay también una zona bastante agradable. El local no es demasiado grande, y en las horas punta puede ser difícil pillar sitio. La decoración es moderna pero curiosa, sin duda lo más característico son las lámparas (bombillas dentro de botellas de leche de vidrio) y los lavabos (que en realidad son cubos para ordeñar las vacas).


Cserpes de Corvin.


Cserpes de Deák.


Mis favoritos son los bocadillos (muchos con pan integrales o con cereales), sin duda, el de jamón serrano (de la raza de cerdo húngara mangalica) o los de ensalada y huevo, también hay tostadas muy buenas recién hechas (estas tardan algunos minutos desde que las pides), ensaladas, macedonias y yogures. Para beber, el café o los batidos de frutas están muy ricos, aunque la especialidad de la casa son los lácteos, claro.

Mucha gente que trabaja por la zona viene en su descanso a devorar algo rápidamente antes de volver al trabajo, o simplemente compra para llevar. Por las tardes y los fines de semana el ambiente es algo más tranquilo.



Algunas de mis visitas a Cserpes. Hay cosas más sanas que estas, lo admito, pero a veces la tentación es un arma muy poderosa. Al menos en Cserpes se atreven a meter lechuga en un bocadillo, toda una locura en Hungría.


Un lugar muy recomendable para almorzar, merendar o tomar algo en Budapest. El único "pero" podrían ser los precios: no es un sitio barato, aunque tampoco excesivamente caro, teniendo en cuenta que son productos de elaboración diaria (o eso dicen al menos), aunque también es verdad que no hay servicio (tú lo pides y tú lo llevas).

Por cierto, he de confesar mi adicción a los yogures de Cserpes, disponibles en muchos supermercados, además por un precio muy razonable. Los recomiendo encarecidamente, son los de la foto.


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