lunes, 30 de junio de 2014

Szeged (II)

La parte final del paseo es junto a las clínicas del hospital de Szeged, y finalmente termina en un monumento para conmemorar las inundaciones del río Tisza que asolaron la ciudad en varios años. Por ello se ha construido el muro de contención a lo largo de todo el paseo. Casi todos los años, en primavera, el deshielo de los Cárpatos provoca enormes crecidas de este río, y la carretera del Tiszapart, paralela al río, se cubre de agua y es cerrada al tráfico.



Clínicas y universidad.

Río Tisza desbordado (nótese la señal de tráfico en el agua).


Además de la gran inundación de 1879, el río ha inundado la ciudad en varias ocasiones, la última fue en 2006, cuando el ejército tuvo que intervenir mediante la colocación de sacos de arena para evitar mayores daños. No nos sorprenda que si visitamos la ciudad en primavera el río haya crecido enormemente. Sin embargo en verano y otoño su caudal se reduce a niveles que hacen difícil imaginar su poder real.


Río Tisza congelado en invierno y puente del centro (Belvárosi híd).


Por último, podemos cruzar el río Tisza por el Belvárosi híd, el puente del centro de la ciudad, que comunica la parte occidental de la ciudad (la más antigua) con la parte oriental (más nueva, que de hecho se llama Újszeged, que significa Nuevo Szeged), y ver la pequeña iglesia de Újszeged y el Érzsebet líget, un gran parque. Además, aquí se encuentra también uno de los mejores balnearios de Hungría, el Napfény fürdo, que tiene un enorme parque acuático cubierto con toboganes, un gigantesco Spa, y en verano una gran parte exterior con piscinas y jardines.


Iglesia de Újszeged.


Szeged cuenta con un importante club de balonmano a nivel europeo, el Pick Szeged, que frecuenta la Euroliga y que suele disputarse la liga húngara junto con el Veszprém (todo un clásico en el país). Juega como local en el estadio de Sportcsarnok, en Újszeged.


Partido de Euroliga entre Pick Szeged y F.C. Barcelona que tuve el placer de presenciar.


Pasear por la orilla del río Tisza es muy agradable, especialmente en verano, con un buen helado. Mucha gente sale a correr también por esta zona. Desgraciadamente en estos momentos todo Tiszapart (su nombre, significa costa del Tisza) se encuentra en remodelación, pero cuando terminen quedará mucho mejor. Por lo visto las últimas crecidas del río en primavera (cuando se deshiela la nieve de los Cárpatos, donde nace el río) habían debilitado la estructura del muro considerablemente.


Ríos Tisza en verano (con menor caudal), al atardecer, desde Tiszapart.


ALREDEDORES DE SZEGED

A pocos kilómetros, tanto al este como al oeste, se encuentran dos de los balnearios más populares del país. A unos 20 kilómetros por la carretera 55 (la que se dirige a Pécs), está Mórahalom, con su balneario Erzsébet, que cuenta con unos precios muy asequibles (unos 2000 forint un día entero para un adulto sin descuento), bastante frecuentado por húngaros y serbios que cruzan la cercana frontera. Cuenta con hotel y restaurante, además de saunas, piscinas interiores y exteriores. Es perfecto para una escapada desde Szeged.


Imagen nocturna de una piscina exterior del balneario de Mórahalom.


Hacia el este, a unos 30 kilómetros, cruzando el río Maros, llegamos a la pequeña ciudad de Makó, donde se encuentra el Hagymatikum, un balneario inspirado en la forma de una cebolla (de hecho Makó es conocido por su producción de cebollas a nivel nacional). Incluso hay un edificio llamado Hagymaház (casa de cebolla), un multiusos que sigue la arquitectura del balneario (mejor dicho es al revés, ya que el balneario es la construcción más reciente). Al estar cerca de la frontera de Rumanía, muchos rumanos van a pasar el día a sus instalaciones. Hay piscinas exteriores, interiores y un interesante circuito de saunas aromáticas (que necesita una entrada especial algo más cara, pero recomendable).


Hagymatikum.


Al norte tenemos Hódmezővásárhely (lo sé, a mi también me costó bastante aprender a pronunciarlo, será por eso que se le conoce vulgarmente como vásárhely, que significa mercado), la segunda población más grande de Csongrád, que además de edificios interesantes (la ciudad tuvo bastante importancia en el pasado), cuenta con su propio balneario, y además a precios muy económicos. También hay restaurantes, cafeterías y pastelerías, que hacen muy agradable una escapada desde Szeged.



Hotel Águila Negra (imagen superior) y sinagoga (inferior) en Hódmezővásárhely.


También al norte está Ópusztaszer, un pequeño pueblo que cuenta con una gran parque-exhibición que muestra la llegada de los húngaros a Panonia y su forma de vida, con las antiguas casas nómadas (las gyurta), algunas exhibiciones y demás. Es una buena opción para empaparse con un poco de la historia del país. Otro parque de este tipo, algo más famoso, es el de Hortobágy, cerca de Debrecen.


Imagen aérea del parque de Ópusztaszer. El edificio principal, en la foto, acoge la exhibición sobre la llegada de los húngaros a Panonia. También se ve el lago y las gyurtas, las tiendas nómadas donde vivían los húngaros durante su migración a Europa.


Una de las cosas más atractivas e interesantes para un extranjero que ofrece Szeged, además de todo lo anterior, es la posibilidad de viajar a los cercanos países de Serbia y Rumanía. Ambos se encuentran a poco más de una decena de kilómetros de Szeged. Por desgracia las comunicaciones del transporte público con ambos países son muy deficientes: para ir a Serbia tan solo hay un autobús con escasas frecuencias y un tren con todavía peor horario, y además la espera en la frontera puede demorarse bastante tiempo (Serbia no forma parte de la UE ni del espacio Schengen). Con Rumanía no hay comunicación directa desde Szeged, para ir hay que tomar el lentísimo tren hasta Bekescsába y allí cambiar al tren que viene desde Budapest (además de la parada en la frontera, pues Rumanía no forma parte del tratado de Schengen). Sin embargo, es muy recomendable escaparse a la cercana Subotica (a unos 45 kilómetros de Szeged, en el norte de Voivodina, Serbia) así como a Palic (a escasos kilómetros de Subotica). También, en un viaje más largo, se pueden visitar las ciudades de Novi Sad y la propia capital Belgrado. Sobre esto escribiré más adelante (salir de la UE a veces puede ser toda una experiencia).

A continuación una lista bastante completa de hoteles, restaurantes, cafeterías, comercios y servicios de Szeged, muchos de los cuales ya mencioné en la anterior entrada.

Hoteles:

Art Hotel
Novotel
Hotel Mozart
Hotel Korona
Hotel Soleil
Hotel Tisza
Hotel Tisza Virag

Restaurantes:

Szeged Étterem: en mi opinión el mejor restaurante de Szeged.

John Bull: muy recomendable, con decoración e influencia al estilo británico.

Bistorant: cocina creativa y tradicional, buena carta de vinos y buen trato. Es parte del Hotel Soleil, por lo que a veces está cerrado al público.

Oldies: realtivamente nuevo, con influencias mediterráneas en su cocina.

Tisza Virag: cocina creativa, parte del Hotel.

Regi híd: excelente restaurante y muy céntrico. Cocina húngara.

Alabardos: una buena opción, céntrico y muy afamado en la ciudad.

Roosevelt Halászcsarda: buenísima sopa de pescado (es un restaurante especializado en pescado de río, halász significa pescado en húngaro).

Gringo's: restaurante al estilo mexicano. Para ponerte la botas. Mi plato favorito lo dice todo, se llama "antivegetariano" y es una enorme bandeja de carnes para 2 personas. Algo alejado del centro.

Forza Italia: cocina italiana, la mejor pasta y pizza de Szeged.

Don Quijote Pizzería: excelente relación calidad/precio.

Öreg Kőrössy Halászcsarda: alejada del centro pero famosa por su sopa de pescado.

Kiskőrössy Halászcsarda: al lado de la anterior, buen sitio para comer pescado.

Fast Food:

McDonald's (Kárász u. y Budapesti körút)
Burger King (Árpád tér, en Nagyárhuház)
Subway (Kárász u.)
KFC (Árkád)

Pastelerías:

A Capella (Kárász u.)
Dóm Cukraszda (Oskola u.)
Hatos Retes (Klauzál ter)
Kalvária Cukrasza (Kalvária surgarút)
Harmónia Cukraszda (Harmónia lakopark)

Cafés

Dock Café (en verano hay un barco cafetería en el río Tisza, llamado Dokk)
Corso Café (Kárász u.)
Marlenka Café (Stefánia u.)
Assam Téaház (Tisza Lajos)
Átrium Café (Kárász u.)

Bares, Pubs y discotecas:

Number One
Zacc
Cooltour (en verano tiene también una terraza frente a Árkad)
Rétro (Szechényi tér)
JATE (Toldy u.)
Sing Sing (Mars tér)

Balnearios:

Annafürdő
Napfényfürdő Aquapolis

Centros Comerciales y Grandes Superficies:

Árkád Szeged
Szeged Plaza (con cines)
Napfény Park
Nagyáruház
Rokusi Tesco

Estaciones de Tren:

Szegedi Palyaudvar (estación principal)
Rokusi Vasutállomas
Újszegedi Vasutállomas

Estación de autobuses:

Mars téri Autobuszállomas

Aeródromo:

Szegedi Repülőter

sábado, 28 de junio de 2014

Szeged (I)

Hoy me gustaría comenzar una guía completa de la que ha sido mi ciudad durante 5 años, y de la cual, obviamente, es de la que más largo y tendido puedo hablar.

Con 162.000 habitantes, Szeged es la tercera ciudad de Hungría por población tras Budapest y Debrecen. Se encuentra al sureste del país, cerca de las fronteras con Serbia y Rumanía, y a 170 kilómetros de la capital húngara. Se la conoce como "A napfény városa" en húngaro, traducido como "The sunshine city" en inglés o "La ciudad de la luz del sol" en castellano, debido a que es una de las regiones húngaras que disfruta de más horas de sol al año. Eso dicen las estadísticas.

Cómo llegar:

Se encuentra muy bien comunicada: la autopista M5 la une con la capital en poco más de hora y media en automóvil, y el tren lo hace en dos horas y veinte minutos con la estación de Budapest-Nyugati, y en apenas 2 horas desde la estación de Ferihegy (cerca del aeropuerto). El tren será el medio de transporte público a elegir, salen cada hora aproximadamente en ambas direcciones. Los autobuses tardan más y las frecuencias son peores.

Un poco de historia:

La ciudad existe desde hace muchos siglos, probablemente ya estaba habitada por los Hunos, aunque la primera vez que se la menciona en un documento histórico es mediante el rey Béla III en 1183. Ganó gran importancia estratégica en los enfrentamientos contra el Imperio Otomano, por su situación, hasta ser finalmente ocupada por los turcos en 1543 y liberada por los Habsburgo en 1686. En 1879 sufrió una gran inundación que devastó la ciudad, quedando en pie tan solo 265 de los 5723 edificios que existían. El emperador Francisco José de Austria visitó la ciudad tras el desastre y aseguró que construirían una ciudad aún más hermosa (era la época del imperio Austrohúngaro, la más floreciente de la historia del país). Palacios y amplias avenidas se levantaron poco después. Muchos edificios siguen la arquitectura imperial de la época, y la mayoría piden a gritos una obra de restauración que les va llegando poco a poco, lentamente, debido a la situación económica actual, y que no deja de ser la mejor representación de un país que fue poderoso hasta hace un siglo, pero que a día de hoy vive momentos difíciles.

Durante la época socialista, se asentó una importante industria alimentaria (productos porcinos, sobre todo gracias a la fábrica de Pick, así como elaboración de paprika o la fábrica de lácteos de Mizo, entre otros). También hay una considerable industria ligera y en los alrededores las principales (aunque modestas) reservas de petróleo y gas del país. Esto unido a su importante universidad, que tiene más de 30.000 estudiantes, y que fue trasladada desde Kolozsvár (Cluj-Napoca en rumano) a raíz de la pérdida de los territorios de Trianon en 1921, le ha dado una importante prosperidad dentro del país, además de su situación próxima a la unión de los ríos Tisza y Maros y a las actuales fronteras de Serbia y Rumanía, donde se dirigen las autopistas M5 y M43 desde Szeged.

Qué ver:

A continuación expongo el que es mi recorrido favorito por la ciudad.

Una vez llegamos a la estación de tren de Szeged, nada más bajarnos, tendremos la vista de las dos torres de la catedral en el horizonte, que nos indican la dirección a seguir.


Estación principal de tren de Szeged.


La estación de tren de Szeged se encuentra algo alejada del centro. Al salir del edificio tenemos dos opciones: tomar el tranvía (pasan dos líneas, 1 y 2, ambas nos sirven), o caminar siguiendo sus raíles. No tiene pérdida, así que recomiendo caminar por la avenida Boldogasszony (que significa curiosamente "mujer feliz", aunque se refiere a la Virgen María). En diez minutos habremos llegado al Arco de los héroes, una curiosa estructura que da el acceso a Aradi Vertánuk tére (la plaza de los mártires de Arad, en homenaje a varios líderes húngaros de la revolución de 1848 contra Austria que fueron ejecutados en represalia por los Habsburgo en la localidad de Arad, hoy en día Rumanía). El arco es un homenaje a los muertos de la 1º guerra mundial, y fue pintado en 1936, aunque se restauró en el año 2000. Además veremos el imponente y recién restaurado edificio de la facultad de Ciencias de la Universidad de Szeged, de color salmón.


Aradi vertánuk tére y el arco de los héroes al fondo.


Si vinimos en tranvía, aquí es donde nos tenemos que bajar, y si lo hicimos andando, abandonamos sus raíles que continúan por Zrínyi utca (nombre impronunciable para muchos hispanohablantes), y cruzamos otros arcos de ladrillo marrón oscuro que dan acceso al Dóm tér (plaza de la catedral). Es el sitio más característico de Szeged. La catedral se comenzó a construir en 1913 y no se terminó hasta 1930, ya que le pilló la primera guerra mundial de por medio. Las dos torres laterales miden 91 metros de altura, y la bóveda central 54. Merece la pena entrar a echarle un vistazo por dentro. Mucha gente descansa tomando el sol en los propios escalones de la catedral o en los bancos. La plaza está rodeada por los departamentos de la universidad de Szeged, especialmente la facultad de medicina. Un paseo por debajo de los arcos nos ofrece ver una exhibición de esculturas y bustos de artistas o científicos húngaros, como toda ciudad magiar que se precie.


Dóm tér, o plaza de la catedral.



Dejando atrás la catedral, giramos a la izquierda, bien por la calle Eötvös o por la calle Somogyi, hasta llegar a otro lugar importante: Árpád tér (Plaza Árpád), donde se hayan el edificio principal de la Universidad de Szeged, en color ocre, y una interesante fuente cuyos chorros realizan una especie de coreografía al ritmo de una música que suena en unos altavoces. Es un buen lugar para hacer una breve parada.





Después seguimos por Kárász utca, (calle Kárász, que es el nombre de un pescado, Carassius), la más famosa y populosa de Szeged. Allí tenemos varias franquicias de comida rápida (McDonald's y Subway) y varios cafés. Al llegar al McDonald's, recomiendo girar a la izquierda por Kölcsey utca hasta una pequeña placita en Tisza Lajos donde está el Reók Palóta, un edificio de arquitectura art nouveau, que en realidad es un museo, y que recuerda por un momento a la Barcelona de Gaudí. Por dentro, aparte de una escalera preciosa, tampoco ofrece mucho más aparte de las exhibiciones de turno. También está la Facultad de Derecho. Volvemos por donde vinimos de vuelta a Kárász.


Kárász utca, centro neurálgico de Szeged.

Reók Palóta.


Mi recomendación es continuar hasta una plaza, Klauzál tér, el centro neurálgico de la ciudad, donde se haya la famosa fuente de los leones. Allí recomiendo entrar en A Capella Cukrászda, una pastelería que hace esquina con una enorme terraza, y probar algunos de los típicos dulces húngaros. Mis favoritos son la Sómloi Galuska (hay de chocolate con leche y chocolate blanco, no puedo elegir y termino pidiendo las dos) la Dobós torta (bizcocho y chocolate con una costra de azúcar glaseado) y la Eszterházy torta (de bizcocho, crema y almendras), también está la famosa tarta austríaca Sacher, pero hay muchísimos más pasteles, es casi imposible elegir entre tanta variedad. Mi recomendación es, antes de sentarte en la terraza, entrar dentro y elegir ante sus espectaculares mostradores. Puedes pedirlo allí directamente o al camarero en la terraza. También hay muchísimos tipos de helado en verano. Si hace mal tiempo y no podemos disfrutar de la terraza, en el piso de arriba hay mesas y están los baños. La pastelería es probablemente la más cara de Szeged, y también la más famosa, y en los últimos tiempos la calidad del servicio ha disminuido considerablemente, no obstante aún sigue siendo un "must" entre los visitantes.


Klauzál tér


Al lado de A Capella tenemos Hatos Rétes, una pastelería especializada en este dulce (Retes en húngaro o Strudel en alemán), una especie de hojaldre relleno de fruta confitada. Es bastante popular entre los húngaros, aunque no tanto entre los extranjeros. Hace años había otras dos pastelerías (Virag cukrászda y Kisvirag crukraszda), y aún pueden verse sus letreros, aunque cerraron y los locales siguen vacíos, no sé qué va a pasar con ellas en el futuro. Probablemente por esto A Capella ha monopolizado la plaza y subido los precios considerablemente. Pese a todo, en comparación, no es tan cara como las pastelerías Budapest, y ya no hablar de las de Viena.

A mano derecha, tenemos Oroszlán utca (calle del león), donde están algunos de los mejores restaurantes de la ciudad, uno al lado del otro: Bistorant (con buenos vinos,  una buena carta con mezcla de cocina tradicional y moderna, y un menú tipo bistró francés más asequible inspirado en Albert Szent-Györgyi, el descubridor de la vitamina C y premio Nobel, que da nombre a la facultad de medicina de la ciudad), Oldies (restaurante de estilo más mediterráneo) y John Bull (restaurante tipo pub inglés, el más veterano, famoso entre los extranjeros, y con excelente carta y servicio, enfrente hay una característica cabina de teléfono estilo London). Cualquiera de los tres es una buena opción.

Saliendo de Kárász utca, cruzamos la calle del puente (Híd Utca) y entramos en Szechényi tér, teóricamente una plaza (de las mayores de Europa dicen) aunque parece totalmente un parque, con sus jardines, esculturas, bancos y paseos. Sin embargo, como no es un recinto vallado, no se considera parque sino plaza. Sea como fuere, es un sitio predilecto entre los locales para pasear o descansar. A la izquierda está el ayuntamiento de Szeged, un precioso edificio con una torre, que a ciertas horas pone música. Al final de la plaza hay también edificios de gran belleza, de oficinas y viviendas, y un restaurante serbio muy recomendable llamado "Classic café". Si entrais aquí a comer, olvidaos de la carta y pedir directamente Plyeskavicza o Csevap. Ambos son una mezcla de carne picada mezcla de ternera, cordero y cerdo, el csevap es en forma de salchichitas y el plyeskavicza en forma de hamburguesa (filete ruso en españa). Viene acompañado de patatas fritas y dos salsas: la roja es ájvar (elaborada con pimiento, berenjena y algunas especias, riquísima) y la blanca es tejföl (crema agria o sour cream en inglés, con trocitos de cebolla picada).


Városháza, ayuntamiento de Szeged.


Aquí giraremos a la izquierda por una avenida donde volvemos a encontrarnos con el tranvía. Enseguida llegamos a Anna Kút, una fuente de aguas termales sulfurosas en la cual, a casi cualquier hora, puede verse a húngaros haciendo cola para llenar botellas y garrafas. No es muy agradable su sabor (su olor tampoco, por el azufre), pero dicen que es buena para la salud, en cualquier caso es muy popular en la ciudad. La fuente está presidida por una pequeña escultura de una bailarina, supongo que la que le da nombre. El palacio de Máv (los ferrocarriles húngaros) está al otro lado de la calle.


Fuente de Anna-kút.


A la derecha está Kálvin tér, con su iglesia, un elegante edificio amarillo de viviendas (en el cual viví yo un año) llamado Reformatus Egyház, y enfrente, Anna Fürdő, un balneario que debemos visitar. Por las noches, entre semana, abre desde las 9 a las 12 de la noche, y es más barato. Durante el día abre creo que de 8 a 20. Obligatorio entrar y bañarse en todas sus pequeñas piscinas: las hay más calientes, más fresquitas, para nadar, para sentar, para jugar al ajedrez, con barros, sauna y cabina de gas. Cerca de la plaza, siguiendo hacia el norte la calle Tisza Lajos, hay otro pequeño palacio en la línea del Reók, aunque este no está restaurado: Gróf palóta, que alberga viviendas y que el día que arreglen la fachada será precioso.


Anna-fürdő, balneario del centro.

Gróf Palóta.


La siguiente parada es Szent István tér y su espectacular torre de agua (hoy en día de uso meramente turístico, pero que antaño almacenó el agua extraída de los acuíferos). Si está abierta (solo lo hace algunos días), se puede ver una pequeña exposición sobre la torre, las inundaciones de Szeged y subir hasta arriba, donde hay espectaculares vistas de la ciudad.



Torre de agua de Szent István tér (imagen superior) y vistas desde el mirador de la torre (imagen inferior).


Si volvemos a Anna Kút, podemos seguir por la avenida Kossuth Lajos hasta la iglesia blanca de Rókus, que por desgracia necesita un buena arreglo. Al lado está el mercado de Szeged, donde los pequeños agricultores de los alrededores van a vender su género, en Mars Tér (plaza de Marte). Al lado están la estación de autobuses, una discoteca y la cárcel de máxima seguridad de Hungría, que unido al nombre del lugar le da un toque más que curioso a la ciudad.





Volviendo de Márs tér por Guttenberg utca, veremos la espectacular sinagoga de Szeged de 49 metros de altura, la 4º sinagoga más grande del mundo y la 2º de Hungría. Siguiendo esta calle pasamos por el restaurante Indio Taj mahal, donde hacen un exquisito pollo Tikka Masala. Si entramos aquí a comer, no pidáis otra cosa hasta no haberlo comido al menos una vez. Se debería acompañar de Tojásos rizs (arroz al huevo) y Fokhagymas kenyér (pan de ajo). La comida es excelente, aunque el servicio es bastante lento por desgracia, y el precio está bastante bien.


Sinagoga de Szeged.


Desde aquí, volveremos de nuevo a Szechényi tér, y podemos dirigirnos a la calle Stefánia, donde está el Teatro de Szeged, otro edificio de gran belleza, el edifico del antiguo Hotel Hungária (hoy en día cerrado, aunque el inmueble es uno de mis favoritos de la ciudad), la cafetería Marlenka (cambió de nombre hace poco, antes era Stefánia, como la calle), donde se puede tomar un café y degustar sus tartas Marlenka, deliciosas, y por último, un parque, Várkért, desde donde podemos comenzar un agradable paseo en dirección sur por la orilla del río Tisza (Tiszapart) a la sombra de los enormes árboles. Llegaremos así al museo Móra Ferenc, espectacular edificio, con una bonita fuente, y varios bancos para descansar.


Museo.

Teatro.


Siguiendo hacia el sur, cruzamos el Belvarosi híd por debajo, construido en 1883 en plena época Austrohúngara. Ahí tenemos la Roosevelt Halászcsárda, un tipo de restaurante especializado en pescado, donde hacen una espectacular y deliciosa sopa de pescado, además de, por supuesto, otros platos (incluyendo no-pescado por si a algún comensal no le gusta pero se ve forzado a entrar). Podemos seguir por el paseo de Tiszapart o desviarnos a Oskola utca, donde hay otra de las mejores pastelerías de Szeged, la Dóm cukraszda, aunque es muy pequeña y apenas tiene mesas, por lo que muchas veces no hay sitio libre. En verano, es imperdonable no probar aquí el Jegeskávé (café helado), que es una café con leche con una bola de helado de vainilla sobre la cual echan espuma de nata y chocolate líquido. Aunque hay en muchos sitios, el mejor de Szeged es sin duda en esta pastelería, y me atrevería a decir, después de haber viajado por buena parte del país, que es una de los mejores jegeskávé de toda Hungría. Enfrente de la Dóm cukrászda está el que tiene a mi juicio el mejor Durum de Szeged, el Duna Kebab.


Edificio de entrada a la parte occidental de la ciudad desde Újszeged (al otro lado del río Tisza). Tienen una curiosa historia: pertenecen al ayuntamiento pero están abandonados. No hay suficiente dinero para mantenerlos pero tampoco los venden ya que los utilizan para avalar préstamos.

Edificios característicos de la calle Oskola.

Edificio del centro con un característico color rosado.


Sigue el recorrido por Szeged en la segunda parte haciendo click aquí.

jueves, 26 de junio de 2014

Sigue la batalla entre Orbán y RTL

Como publiqué anteriormente, el gobierno húngaro cumplió su amenaza y aprobó una ley que grava la publicidad en los medios de comunicación con un impuesto variable que puede llegar al 40%, y depende de los ingresos totales por publicidad que tengan los medios de comunicación.

Esto afecta especialmente al grupo RTL, el de mayor volumen y calado en Hungría, en manos privadas (dueños alemanes) y uno de los pocos críticos con el gobierno húngaro, que es quien deberá pagar la máxima tasa del 40% de sus ingresos por publicidad. Sin embargo esta ley afecta en menor medida al resto de medios húngaros, incluyendo los más pro-Fidesz, aunque al tener menos ingresos, deben abonar una tasa menor. Como ya comenté, se produjo una histórica protesta simultánea, cuando canales de televisión emitieron a la vez varios minutos en negro, y periódicos también publicaron páginas tan solo en negro. Sin embargo, poco le importó al gobierno húngaro, al igual que las protestas internacionales a esta ley que muchos han interpretado como un castigo a los pocos medios de comunicación que escapan al control de Fidesz.

RTL contraatacó a los pocos días desvelando informaciones que afectan al propio primer ministro húngaro, como una noticia sobre la boda de la hija de Viktor Orbán, donde alguien robó dos teléfonos móviles de alta gama, y que investiga un cuerpo especial de la policía científica (vamos, lo típico cuando uno denuncia el robo de un smartphone), que ha gastado ya varios millones de forintos tan solo en realizar pruebas de ADN al personal del evento (camareros, etc).


El primer ministro húngaro Viktor Orbán, acompañando a su hija en la boda, donde ocurrió el famoso robo del teléfono.


Tras esto, comenzó una guerra sucia en toda regla. El diario Napi Gazdaság (cercano a Fidesz) contraatacó publicando que la directiva de RTL (compuesta por 14 personas) se había repartido unas primas extraordinarias el año anterior de 1,6 billones de forintos (unos 5 millones de euros).

Lo mejor del asunto es que la información resultó ser errónea. Los directivos de RTL se habían repartido 1,6 millones de forintos (con M de millones, no con B de billones), es decir, unos 5000 euros. El diario Napi Gazdaság tuvo que rectificar y pedir disculpas en su propia portada al día siguiente, argumentando que el culpable había sido un simple error técnico, no sin que antes el diario Index publicase la historia completa y el propio canal RTL recomendase a Napi "repetir el graduado escolar" para mejorar sus matemáticas.

La cosa promete seguir entretenida.

martes, 24 de junio de 2014

Polémica con los vinos de Tokaj

La calidad de los famosos vinos húngaros de la región de Tokaj, al noreste del país, está en entredicho. Muy codiciados entre los amantes del vino blanco dulce son los Tokaji aszú, de merecida fama mundial, aunque también se elaboran vinos secos en la región, que incluye una pequeña área de Eslovaquia con esta afamada denominación de origen, productora de caldos desde el siglo XVII.




La empresa encargada de esta labor, Tokaji Kerszkedőház Zrt., que está en manos públicas, anunció recientemente que suspendía los envíos de sus vinos hasta que se aclarase el contenido de las añadas anteriores a 2013, que presuntamente habían sido "manipuladas incorrectamente", es decir, mezcladas o adulteradas. Los registros de la empresa habían detectado etiquetados erróneos en las botellas, y con el objetivo de mantener el prestigio internacional de la marca, suspendía sus ventas hasta concluir una auditoría interna que resolviese este turbio asunto de manipulación y etiquetado.



Pero si por si esto fuese poco, a los pocos días saltó otro nuevo escándalo relacionado. Investigando las partidas del probable vino defectuoso (en realidad no hay ningún peligro, solamente es posible que algunos lotes hayan sido mezclados con vino de inferior calidad), dieron con una partida de 250.000 botellas a Estados Unidos en el año 2010, enviadas a la empresa Vinum Tokaj International LLC, con sede en California y cuyo dueño era un húngaro con raíces de Transilvania, llamado Attila Balla.

La razón de este pedido de tal magnitud era el de distribuir, promocionar y vender el vino de Tokaj en el mercado americano. La empresa de Attila Balla,  del cual se desconoce incluso si tenía experiencia previa en el ramo, se garantizaba la exclusiva en estas tareas. La gran sorpresa fue que, 4 años después, la gran mayoría de botellas enviadas no solo nunca se llegaron a distribuir y vender en las tiendas americanas, sino que acumulan polvo en las estanterías de un gran almacén de California al que fueron vendidas. La empresa de Balla, Vinum LLC, tan solo consiguió licencias de venta de vino y cerveza en el estado de California (que además expiran este año). El caso es que también tiene la exclusiva del vino de Tokaj en Canadá, donde se abrió un restaurante - boutique sobre este vino el año pasado. Balla tenía planes de otras tiendas en Nueva York y Los Ángeles con el mismo formato (o eso decía).


Viñas en la región de Tokaj, que producen su prestigioso vino.


Además de no tener que costear el transporte y almacenaje del vino (que corrió a cargo de Tokaji Kereszkedőház), la compañía de Attila Balla recibió de esta empresa 20.000 dólares mensuales para la promoción y marketing del vino de Tokaj. No se sabe ni si Balla tuvo siquiera que pagar por el vino en sí, el cual se suponía que debía vender en el período de un año. A pesar de ello, Vinum LLC estuvo  a punto de recibir otro pedido de 500.000 botellas, el cual finalmente no llegó a América después de que la empresa húngara Tokaji Kerszkedőház Zrt. se echase para atrás en el envío. Attila Balla no tardó en denunciarles por incumplimiento de contrato. Difícil de comprender que se estuviese a punto de enviar medio millón de botellas a la empresa de un señor que, un año antes, había sido incapaz de vender una mínima parte del anterior pedido (que era de la mitad del género). 

El antiguo director y responsable de Tokaji Kereszkedőház Zrt., István Kiss, que dirigía la empresa en aquella época, echó balones fuera cuanto se le interrogó por este espinoso asunto. La duda es si Attila Balla tan solo quería el dinero de la promoción (20.000 dólares al mes) y en lugar de distribuir el vino, vendió todo a un almacén (por lo que habría cumplido su parte del trato de venta). El hecho de que ahora se dude de la calidad de las cosechas probablemente le beneficie, argumentando que él adquirió un vino que a posteriori se sabría que era defectuoso.

En cualquier caso, el problema es serio, especialmente para la gente de la deprimida región de Tokaj (una de las más pobres de Hungría) que vive del vino, englobando tanto empresas públicas como privadas, y familias enteras.


Pueblo de Tokaj, cabecera de la región, en las lomas de los montes donde se encuentran los viñedos.

domingo, 22 de junio de 2014

Telekocsi

Hace poco se ha levantado una enorme polémica con la huelga de los taxistas en muchas ciudades de Europa por la famosa aplicación Uber, que, por cierto, poco tiene que ver con las webs creadas para contactar con conductores y compartir gastos. Uber tiene una flota de vehículos y conductores a sueldo (de manera ilegal, sin su seguridad social, impuestos, seguro y esas cosas), y no hay que confundirla con otro tipo de aplicaciones y páginas web que contactan particulares que van a realizar un viaje en su coche y buscan a personas que quieran viajar con ellos compartiendo gastos (algo que obviamente es absolutamente legal).

En cualquier caso, este último tipo de webs funciona, y muy bien, en Hungría desde hace ya varios años, aunque últimamente, con el encarecimiento del transporte público, está en pleno auge. Webs como oszkar.com o autohop.hu te permiten anunciar que vas a viajar de tal ciudad a tal otra, y que buscas o bien pasajeros o bien conductor. Los precios varían dependiendo del trayecto y del propio conductor.

La ventaja de este sistema es que es bastante más barato que el tren o el autobús, mucho más rápido, más cómodo y más ameno. Muchos conductores buscan alguien con quien compartir conversación y gastos en un viaje que iba a hacer en solitario, si bien es cierto que hay algunos "semiprofesionales" que se hacen varios recorridos al día llevando el coche lleno para sacarse un dinero extra. Sin embargo no pertenecen a ninguna empresa ni son asalariados. La mayoría no hablan inglés, aunque algunos sí lo hacen. Los pasajeron son húngaros casi en el 100% de los casos (nunca he viajado con otro extranjero). Entre los turistas y residentes extranjeros no es muy popular. Para un viaje aislado tampoco supone un gran ahorro, además de la barrera idiomática, pero para el que se desplaza frecuentemente sí es una buena forma de ahorrar tiempo y dinero. Los viajes estrella son entre Budapest y las principales ciudades (Debrecen, Szeged, Pécs, Miskolc...), y el Balaton (especialmente en verano), aunque también hay muchos que viajan a Austria o Alemania (donde trabajan y viven muchos emigrantes húngaros).

Mis experiencias con telekocsi han sido en general bastante buenas. Cada conductor tiene un perfil en la web donde los viajeros ponen su opinión, qué tal conduce, si llega tarde, si es simpático... etc, por lo que la seguridad es muy grande. Los precios pueden acordarse o ser fijos y generalmente te recogen cerca de casa o en un punto establecido (por ejemplo en Budapest, Népliget es la zona estrella de recogida y destino de pasajeros).

El gran éxito de este sistema se debe a un transporte público cada vez más caro y de peor calidad, y a la crisis. La gente ha encontrado una buena alternativa al transporte público convencional, y sigue subiendo como la espuma.

Unos ejemplos sencillos: viajar entre Budapest y Szeged supone más de 4.000 forint y 2 horas y media en tren, hacerlo con Telekocsi son unos 2.000 forint (el precio varía dependiendo del conductor) y poco más de hora y media. Entre la capital y de Debrecen, en tren son 4.600 forint y casi 3 horas, con Telekocsi los precios rondan los 2000-2500 forint y supone dos horas de viaje.


Menú principal de la web oszkar.com

viernes, 20 de junio de 2014

Hungría podría modificar la ley de hipotecas de manera retroactiva

El poder judicial húngaro abre la puerta a modificar las hipotecas en moneda extranjera, incluso de forma retroactiva. 

La Kúria, el tribunal supremo húngaro, determinó el pasado 16 de Junio, que la mayoría de las hipotecas en divisa extranjera (particularmente en francos suizos), fueron injustas, y que los riesgos por las fluctuaciones en las divisas que sufrieron los hipotecados también fueron abusivos. Especialmente afectada ha sido la banca extranjera, que concedió la mayoría de estos préstamos. Se calcula que el potencial a devolver podría llegar a los 325 millones de euros.

Esto no significa que se vaya a devolver este dinero de forma automática, sino que puede servir como precedente en los juicios individuales en los que se encuentran miles de ciudadanos y los bancos a cuenta de las hipotecas en moneda extranjera, que se encarecieron enormemente en en último lustro como consecuencia de la brutal devaluación del forinto, la moneda nacional.




El epicentro del asunto es determinar cuando los bancos informaron adecuadamente a los solicitantes de los créditos sobre las condiciones del contrato, o cuando incluso haciéndolo se excedieron al exponerles de forma desmesurada a dichos riesgos.

La Kúria trataba tres cuestiones: ¿fue ilegal trasladar todos los riesgos del cambio de moneda extranjera a los clientes? ¿fue ilegal incrementar las tasas de interés? ¿fue ilegal utilizar un cambio en divisa extranjera con "spread" (diferencia entre precio de compra y de venta)?

La Kúria resolvió que dichas hipotecas no son injustas simplemente por exponer al cliente a las fluctuaciones en el cambio de la divisa, ya que en eso se basaban precisamente ese tipo de créditos. Sin embargo, si el cliente no fue convenientemente informado de todos los riesgos que asumía, sí podría haber indicios de ilegalidad. De la misma forma, las modificaciones realizadas en los préstamos serían ilegales si no se explicaron con claridad, fueron fáciles de entender y fueron totalmente explícitos con las consecuencias de rescindir dichos contratos. Especialmente ha condenado el "spread", es decir, la diferencia entre el precio de compra y de venta de la divisa extranjera, que la encarecía aún más.

Veremos a ver qué pasa ahora, ya que como dije, no hay un macrojuicio estatal sino que los particulares se encuentran individualmente enfrentados a los bancos en los tribunales, y estos deben decidir uno por uno cuando dichos créditos cumplieron las condiciones mencionadas anteriormente y cuando no lo hicieron. Lo que está claro es que, como ya ha dicho el gobierno, las hipotecas en moneda extranjera están condenadas a desaparecer en Hungría, aunque para ello deberán modificarse varias leyes.

martes, 17 de junio de 2014

Similitudes entre el Euskera y el Húngaro

La mayoría de las lenguas de los países europeos comparten origen: algunas lenguas derivan del latín, son las lenguas románicas, como el español, francés, italiano o rumano, otras encajan en el grupo de las lenguas anglosajonas y germánicas, como el inglés, alemán y las lenguas escandinavas, y otras dentro de las lenguas eslavas (polaco, checo, eslovaco, ucraniano...). Hace ya tiempo, se descubrió que estas grandes ramas provenían, a su vez, de una primitiva lengua indoeuropea (llamada lengua proto-indoeuropea) que sería como la madre de todas ellas. Y digo casi todas porque hay notables excepciones: el húngaro, el finés, el estonio y el euskera. Y estas excepciones se las saben casi todos los húngaros (al principio me sorprendió que en este lugar tan lejano del País Vasco conociesen la existencia del euskera).

Dentro de dichas excepciones, hay una más: que húngaro, estonio y finés proceden de una primitiva familia de lenguas ugrofinesas provenientes de pueblos en los Urales (caso del húngaro). Ellos vinieron a Europa poco antes del siglo X con sus lenguas foráneas. En el caso del euskera, no se tiene ninguna pista de su origen, y se ha supuesto, por ello, que es la única lengua pre-indoeuropea que ha sobrevivido.

Algunos ejemplos visuales que demuestran fácilmente la gran diferencia del húngaro y el euskera con respecto al resto de lenguas europeas, con palabras básicas de uso cotidiano. Uno puede entender así que sean dos de las lenguas más difíciles de aprender del mundo, debido a sus escasas coincidencias con el resto de idiomas de su entorno.


La palabra "vino" es totalmente homogénea en europa excepto en el caso del euskera, el húngaro y el griego: "ardo", "bor" y "krasi" respectivamente.

La palabra "manzana", "sagar" en euskera o "alma" en húngaro.

La palabra "queso": "gazta" en euskera y "sajt" en húngaro.

Palabra "primavera": "udaberri" en euskera y "tavasz" en húngaro.

Palabra miel: "ezti" en euskera y "méz" en húngaro.


A estas alturas no creo que nadie dude de que tanto euskera y húngaro poco se asemejan al resto de lenguas europeas.

Sin embargo, no deja de ser curioso que dos idiomas tan aislados compartan algunas de sus normas. Por ejemplo, los plurales. Tanto en euskera como en húngaro, el plural de una palabra se construye añadiendo una "k" al final de la palabra. Por ejemplo, "manzana, manzanas" es "alma, almak" en húngaro y "sagar, sagarrak" en euskera. "Kotxe, kotxeak" en euskera y "Kocsi, kocsik" en húngaro. Etcétera.

Pero hay más similitudes. Para señalar un lugar, se añade una "n" al final del nombre de la ciudad o país (en el caso del húngaro, esta norma es tan solo para ciudades de Hungría, no para los demás países). Así, tanto en euskera como en húngaro se dice "Budapesten" para referirse a "en Budapest". Por ejemplo, estoy en Budapest se dice "Budapesten vagyok" y "Budapesten nago" en húngaro y euskera respectivamente.

De la misma forma, los sonidos "cz", "cs" o "c", tienen su recíproco en euskera con "tz", "ts" y "tx" respectivamente. Es por ello que para un euskaldun (vascohablante) no supone mucho esfuerzo aprender a pronunciar el sonido "ch" con diferentes variantes, pues son muy similares al euskera.

Como última curiosidad, ambos pueblos húngaro y vasco comparten colores de bandera. ¿Es todo coincidencia? Feliz coincidencia si así lo es.




domingo, 8 de junio de 2014

Guerra entre Orbán y los medios de comunicación

Esta ha sido una semana movidita en Hungría debido al pulso que están teniendo Fidesz y el primer ministro Viktor Orbán por una parte, y los medios de comunicación privados húngaros por otra.

Si ya en los últimos años el gobierno húngaro estaba siendo acusado de hacerse paulatinamente con el control de los medios de comunicación del país, los últimos acontecimientos no han hecho sino echar más leña al fuego.

La semana arrancaba con el escándalo de Origo.hu, un conocido portal web húngaro de noticias, que recientemente publicó información acerca de los lujosos viajes que el Vicepresidente de Fidesz, secretario de Estado y futuro ministro János Lázár había realizado por Europa. Sin ir más lejos, Lázár había gastado cerca de 2 millones de forintos del erario público (unos 6.600 euros) tan solo en alojamiento en 3 viajes a Inglaterra, Suiza e Italia durante 2012 y 2013, que sumaron en total 7 noches de hotel (a razón de casi 1.000 euros por noche) para él y su acompañante. Además, János Lázár se negó a revelar quién había sido dicho acompañante, y argumentó que los detalles de aquellos viajes eran secretos por la seguridad del país. Además otros medios revelaron facturas de lujosas cacerías de faisanes en la República Checa, con valor de 30.000 €.

Cuando Origo.hu denunció a Lázár, y el juez exigió saber más detalles de estos viajes al emplearse dinero público en ellos, Lázár, en lugar de dar explicaciones, respondió que iba a devolver los dos millones de forintos. El caso es que ha devuelto el dinero, aunque tampoco ha aclarado su procedencia.


János Lázár.


Este lunes, el director de Origo.hu, el medio que, como dije, había destapado todo esto, Gergő Saling dejó su cargo, siendo presuntamente obligado a dimitir. Al día siguiente, uno de sus miembros fundadores y colaborador, Péter Györgyi, también dimitió en solidaridad con Saling. Ese mismo martes alrededor de 2.000 personas (la mayoría periodistas) se manifestaron frente a las oficinas de Origo.hu a favor de la libertad de prensa, protesta a la que se unieron más medios de comunicación. El jueves, los trabajadores de varias secciones de Origo.hu dimitieron en bloque. Los roces entre Gergő Saling y los dueños de Origo.hu venían de lejos, como cuando Saling se negó a cubrir la noche electoral de Fidesz en solidaridad con otros medios a los cuales no se les permitió hacerlo (444.hu, Hír24 y Magyar narancs). Otras teorías dicen que los dueños de Origo.hu, que pertenece a Magyar Telekom (subsidiaria a su vez de Deutsche Telekom), quieren hacer un guiño al gobierno de cara al futuro reparto de las frecuencias para la red 4G. La versión oficial es que quieren dar un nuevo enfoque a Origo.


Protestas en solidaridad con Origo.hu en Budapest, esta semana.


Por si esto fuera poco el gobierno de Orbán medita seriamente aplicar un nuevo impuesto a los medios de comunicación húngaros de hasta el 40% de sus ingresos por publicidad, algo que castigaría enormemente a los medios privados, especialmente a RTL, el mayor canal de televisión del país, con fama de independiente y que sería el más perjudicado al tener que pagar esta tasa íntegra del 40%. Sin ir más lejos, TV2, la segunda televisión por audiencia del país, fue recientemente vendida a unos empresarios alemanes cercanos a Orbán. Los propios medios de comunicación pro-Fidesz también deberían pagar este impuesto, aunque algunos rumores dicen que el propio gobierno les compensaría publicitándose en ellos.

En protesta, canales de televisión húngaros emitieron durante el jueves 15 minutos en negro, y muchas páginas web mostraron también un mensaje de rechazo a este impuesto. Fueron los canales de televisión: Cool, FEM3, Film+, Film+2, HírTV, Muzsika TV, PRO4, RTL Klub, RTLII, RTL+, Sorozat+, Story4, Story5, TV2, Super TV2, Viasat3, Viasat6. Entre las radios: Class FM, Gazdasági Rádió, Info Rádió, Juventus Rádió, Katolikus Rádió, Lánchíd Rádió, y Music FM. Prensa: Blikk, HVG, Hír7, Magyar Nemzet, Metropol, Népszabadság, Népszava, Nemzeti Sport, TVR-7. Portales web: Babaszoba.hu, Blikk.hu, Citromail.hu, Femina.hu, Gphirek.hu, Hazipatika.hu, Hirkereso.hu, Hir24.hu, Hvg.hu, Index.hu, Investor.hu, Iwiw.hu, Komment.hu, Kremmania.hu, Life.hu, Mandiner.hu, Metropol.hu, Mno.hu, Napi.hu, Nepszava.hu, Nlcafe.hu, Nol.hu, Nosalty.hu, Nso.hu, Origo.hu, Portfolio.hu, Postr.hu, Quart.hu, Startlap.hu, Storyonline.hu, Szoftverbazis.hu, Tafelspicc.hu, Uzletresz.hu, Vezess.hu, Videa.hu, Wellnesscafe.hu, y 444.hu. También se adherieron a la protesta: Life Network, Ozone Network, Klubrádió, 168óra, Blog.hu, Eszakhirnok.com, Ffidelio.hu, Liveinfo.hu, Hir7.com, Netfolio.hu, Port.hu, Propeller.hu, Szinhaz.hu, Vasutasvizio.com, Vipcast.hu, 10kerkult.hu y 168ora.hu.

Hace apenas 2 meses se celebraron elecciones generales en Hungría, en las que Fidesz obtuvo una amplia victoria electoral aunque con una polémica mayoría absoluta.
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