sábado, 31 de octubre de 2015

Elecciones en Polonia: gana el partido "Orbánista"

Aunque este blog trata sobre Hungría, y la política no es su eje central, he escrito en bastantes ocasiones sobre la misma, ya que lo considero algo básico para comprender la realidad del país. Hoy escribiré acerca de las elecciones polacas, porque tienen mucho que ver con Hungría y con lo que está pasando en los últimos años en parte del este de la UE.

Las relaciones entre Polonia y Hungría son bastante cordiales, de hecho, aunque poco tienen que ver lingüística y culturalmente, polacos y magiares siempre han confraternizado muy bien, y famosa es la frase en ambos idiomas que reza "el húngaro y el polaco beben juntos y luchan juntos". En estas elecciones, de 2015, ha vencido el partido denominado "Orbánista", al tener muchas similitudes su programa e ideas con las de Fidesz y el primer ministro húngaro Viktor Orbán. Por todo ello, en Hungría se han seguido bastante estos comicios, desde mucho antes de celebrarse. En España todo se ha resumido a un análisis superfluo postelectoral, algo parecido a "han ganado los ultraconservadores", o simplemente "conservadores", o "euroescépticos", dependiendo del panfleto de turno. En realidad no son ni mucho menos ultraconservadores, pero es probable que como sus ideas chocan con los intereses de las grandes corporaciones, la prensa rápidamente se haya encargado de insinuar que son peligrosos o locos, para así desacreditarles desde el principio. Más o menos lo mismo que pasó con Viktor Orbán. Casualidades de la vida.

Vencedor fue el partido "Ley y Justicia" (en polaco abreviado como PiS), con el 38% de los votos, desbancando al PO (Plataforma cívica, liberales) que había ganado los dos anteriores comicios en 2011 y 2007. El programa electoral del PiS es bastante más social e izquierdista que, por ejemplo, lo que hasta ahora han hecho los supuestos partidos de izquierda. Plantea un impuesto especial para las grandes cadenas comerciales extranjeras, para compensar al pequeño comerciante polaco. Pretenden conservar su industria del carbón aunque ello suponga violar los acuerdos de emisiones de dióxido de carbono. No quieren entrar en el euro, sobre todo después de ver el desastre griego. Además pretende tasar a los bancos con un 0,39% (no han especificado aún donde se gravará esto). Quieren bajar la edad de la jubilación. Si estos son ultraconservadores, la prensa tiene un problema gordo.

Claro que de esto se ha hablado poco (porque seguramente por ahí no hay donde criticarles), y sí mucho de su otra cara: la defensa de los valores católicos, patrióticos y su rechazo a la globalización y la inmigración. No olvidemos que precisamente Hungría y Polonia son dos grandes suministradores de mano de obra barata, tanto en su territorio como en la Europa rica, donde han emigrado millones de polacos y húngaros. Aunque sus remesas contribuyen de forma definitiva a la economía nacional, es innegable que si trabajasen en su país de origen (por salarios aceptables, claro, no los que se ofrecen ahora), el beneficio para sus economías sería mucho mayor. ¿Podría decirse que una política favorable a la inmigración tiende al conservadurismo y la desigualdad, y una política contraria a la inmigración, al progresismo?

Esta curiosa combinación de política social y económica de izquierdas, junto con valores tradicionales de familia, religión y patriotismo, tradicionalmente conservadores, es precisamente la filosofía de Viktor Orbán y Fidesz, que ha arrasado en la política húngara (dos mayorías absolutas consecutivas, y camino de la tercera) y que ahora lo hace en la polaca. Es como un 2x1: con las políticas socioeconómicas barren a la "izquierda tradicional" que no ha hecho nada de izquierdas en sus años de gobierno, y con su discurso tradicional y conservador barren a la derecha y la extrema derecha. "Orbanomics" le llaman en inglés a esta peculiar forma de hacer política.


La nueva primera ministra de Polonia, Beata Szydlo, junto al presidente del PiS, Jaroslaw Kaczynski.
fotografía: index.hu


Y es que Hungría y Polonia son dos países del este de la UE, cansados, muy cansados, de más de un cuarto de siglo de gobiernos de la derecha y la "izquierda liberal". Sin ir más lejos, los gobiernos postcomunistas en Hungría fueron del Partido Socialista, heredero directo del antiguo Partido Comunista, y que se dedicó a seguir las doctrinas ultraliberales impuestas por occidente: cierre de la industria local, privatización extranjera de todos los recursos y bienes del país, un frágil estado del bienestar (que nada tiene que ver con los de Europa occidental) y salarios míseros para engordar los beneficios de las empresas alemanas, austríacas, francesas y escandinavas. Todo esto con la promesa de alcanzar el ansiado nivel de vida occidental. Ni que decir que todo fue un estrepitoso fracaso, y que la decepción es algo más que notoria en la población húngara, y ojo que esto se puede aplicar a todo el este de la UE: 25 años de capitalismo no han traído aquí ninguna mejora en la calidad de vida. Así se comprende que políticas "Orbánistas" triunfen. Sin ir más lejos, el otro día el gobierno húngaro anunció una ley para obligar a las grandes superficies a contratar más trabajadores, en función de los metros cuadrados que ocupen. De esto nada se habla en España, claro que si se levanta una valla para detener la entrada masiva y descontrolada de inmigrantes rumbo a la Europa rica, portada al canto. Austria va a levantar otra valla y no he visto un gran revuelo en la prensa sobre ello.

En cualquier caso hay diferencias sensibles entre el PiS y Fidesz, por ejemplo el nuevo gobierno polaco no puede ni ver a la Rusia de Putin, y son bastante afines a Estados Unidos y la OTAN, mientras que el Fidesz húngaro ha estrechado lazos con Putin y se ha alejado, cada vez más, del país americano. El otro día, sin ir más lejos, ocurrió el enésimo roce entre la embajadora americana Colleen Bell y el gobierno húngaro. Básicamente Bell puso de vuelta y media al gobierno húngaro, cuyo portavoz le respondió diciendo que Hungría no es un estado de Estados Unidos y que si tiene que tratar algún asunto lo hará con la Unión Europea, o de manera interna. Sobre los roces entre Hungría y Estados Unidos escribí en mi anterior entrada, que repasa precisamente las políticas del MSZP (el partido socialista) y Fidesz de los últimos años.


La embajadora Colleen Bell y el primer ministro húngaro Viktor Orbán. No hay precisamente una amistad entre ambos, todo es postureo.
fotografía: atv.hu


Con precios similares o superiores a los de Europa occidental, salarios medios en torno a los 300 € y un sistema de salud, educación y pensiones precario pese a los elevados impuestos, los países del este de la UE han comenzado a decir basta: ya no se creen las promesas, ni que la UE y las políticas liberales traigan riqueza o bienestar. Es el euroescepticismo en otra versión, algo diferente a la de Europa occidental. Y lo hacen de una forma bastante pacífica: en las urnas. Sinceramente, yo soy de los que piensan que todo esto va a terminar en una revolución a medio plazo, pues el descontento popular es generalizado y no sé cuando se terminará la paciencia. No sé cuanto tiempo durarán las políticas Orbánistas, ni siquiera sé si darán resultado (hasta ahora no lo han dado), lo que sí sé es que después llegará el Jobbik, la extrema derecha húngara (ojo que también tienen en su programa algunas ideas de izquierda). Y entonces no sé qué pasará.

jueves, 22 de octubre de 2015

¿Hay una "mano negra" detrás de esta ola migratoria?

Hoy quería plantear una entrada algo diferente, una reflexión inspirada en artículos que he leído en internet, en webs como la de la Red Voltaire. Para quien no la conozca, está fundada por un Thierry Meyssan, un periodista francés con una visión profundamente antiamericana, y muchas veces acusado de "conspiranoico". Lo digo ya de entrada para que nadie se sorprenda. Me gusta que haya gente como él, porque, más allá de sus ideas, tiene una visión diferente de la que monopoliza la prensa y televisión oficial, simples órganos de propaganda occidental. Vamos, que en cuestión de neutralidad ambos están a la par, y en credibilidad, yo me fiaría más de tipos como él que de tipos como los que controlan los medios de comunicación tradicionales que acaparan la actualidad informativa. Su visión de la guerra de Siria y la ola migratoria hacia Europa, es, como mínimo, para tener en cuenta, y que cada uno extraiga sus propias conclusiones. Las mías las plasmaré aquí, en este blog, en base a la libertad de opinión de la que se supone que disfrutamos en este rincón del mundo llamado Europa, y de la que también se disfruta en países maravillosos como Hungría, digan lo que digan los ignorantes o manipuladores de turno.

No hablaré del origen del conflicto de Siria, ni de historia de Oriente medio, que de eso google va servido. Me voy a centrar en lo que más o menos conozco, que es el tema que toca o afecta a Hungría. Porque con las cosas que han ocurrido, y si uno de documenta o informa debidamente, pienso que no es descabellado creer que hay una intencionalidad y una mano negra en lo que se ha dicho y publicado de este país en estos últimos meses. Que no digo que sea verdad, ojo, por el riesgo de equivocarme y hacer el ridículo. Pero por lo menos creo que es algo a considerar.

En primer lugar dejo un par de links de sendos artículos que, de ser ciertos, confirmarían la conexión entre Estados Unidos y la denominada "ola migratoria". Si alguien no los ha leído, es recomendable echarles un vistazo:

http://www.voltairenet.org/article188619.html

http://www.voltairenet.org/article187416.html

A nadie se le escapa a estas alturas que los inmigrantes no llegan por sí mismos a Europa, y que sin los correspondientes "guías" que les van dirigiendo o conduciendo, no lo harían. Y con esto me refiero a las mafias que hay detrás, cosa que no es ningún secreto. La ruta migratoria está tan organizada y planificada que parecería casi legal, si no fuese por las terribles muertes debido a las condiciones en las que les llevan. Ya escribí anteriormente sobre la ruta de estos inmigrantes y su penoso periplo por el continente, y de hecho casi todos los medios de comunicación han publicado diversos artículos y reportajes sobre el tema, los propios inmigrantes son la fuente y no se cortan un pelo en explicar que han pagado tal cantidad a tal personaje en Turquía antes de comenzar su viaje, y que los traficantes les conducen hasta la costa egea, donde se les proporciona una hacinada embarcación para dejarles en alguna isla como Lesbos, a la suerte de las autoridades griegas, que, lejos de registrarles, les animan a continuar su viaje y abandonar el país lo antes posible.

De hecho se publicó que las mafias tienen gente vigilando en la costa turca para asegurarse que todo el que embarque haya "pagado su billete", persiguiendo a quienes lo hacen en sus propias embarcaciones. Se les entrega a los posibles futuros refugiados un librito explicándoles la ruta a seguir, las organizaciones humanitarias que les atenderán, los teléfonos y asociaciones que les pueden proporcionar ayuda, etcétera. Si no se es sirio, para garantizarse el asilo en Alemania se puede adquirir en el mercado negro un pasaporte y documento nacional que "demuestren" esta falsa procedencia, lo que según las palabras de Merkel, les garantizará asilo, piso y paga, y al poco, permiso de trabajo. El sueño alemán, en otras palabras. Según dicen, hay multitud de pasaportes sirios auténticos en banco que han sido robados.

Porque otra de las cosas que llaman la atención es que la mayoría de los inmigrantes no sean sirios, y sobre todo que la mayoría sean hombres jóvenes. ¿Desde cuando los refugiados que huyen de la guerra son en su amplia mayoría varones jóvenes? Siempre han sido mujeres, ancianos y niños, junto con algunos hombres (ya que muchos son reclutados). Claro que más sospechoso aún son los esfuerzos de la prensa en disimularlo. Pero solo hay que fijarse en las grandes fotografías, o mejor aún, en los vídeos. En comparación, las familias que llegan son muy pocas, lo cual es extraño.

Resumiendo: van a Alemania o Suecia para buscar trabajo y a establecerse después con sus familias, que esperan en los campamentos a que el marido active el proceso. De hecho ellos mismos lo dicen sin ningún problema, vamos, que los inmigrantes no mienten en absoluto, sino que es la prensa quien lo hace. Y la mayoría no viene de de Siria, las estadísticas contradicen lo que muchos medios publican. Muchos están en países seguros, como Turquía, atravesando más países seguros europeos y rehusando pedir asilo. Es decir, más que responder al perfil del refugiado (familias y sobre todo mujeres, niños y ancianos, que buscan salvar sus vidas en países del entorno a su conflicto), responden al de inmigrante económico (mayoría de varones, que emigran a países ricos). La propia Merkel, siguiendo órdenes de la patronal alemana, les ha ofrecido emigrar. ¿Porqué ese interés de los medios en manipular la realidad? ¿Porqué ocultar la verdad con un tema tan serio? ¿Qué hay de los refugiados de verdad, que tienen que huir de su país porque se les persigue? ¿Se pondrán a la cola detrás de un grupo de albaneses, cuyas vidas no corren ningún peligro en Albania?

Estadísticas de Eurostat sobre el país de procedencia de los solicitantes de asilo en 2014:




Siria: 19,5 %
Afganistán: 6,6 %
Kosovo: 6,1 %
Eritrea: 5,9 %
Serbia: 4,9 %
Pakistán: 3,5 %
Irak: 3,4 %
Nigeria: 3,2 %
Rusia: 3,2 %
Albania; 2,7 %
Somalia: 2,6 %
Ucrania: 2,2 %
Mali: 2,1 %

La tabla original al completo está haciendo click aquí. Me gustaría añadir que es muy probable que en las estadísticas de 2015 (por motivos obvios aún no disponibles), aumente el número de sirios, pero no creo que sean más de la tercera parte.

Bien, el objetivo con esto era aclarar que la ruta migratoria está gestionada por las mafias, estas son quienes deciden por qué países y rutas trasladarán a los inmigrantes, y cómo la mayoría de medios de comunicación han manipulado las noticias respecto al tema, lo cual ya nos debería hacer dudar de todo lo que digan. Ahora que las imágenes y vídeos amateur han llegado a todo el mundo, la mayoría hablan menos de "refugiados" y más de "migrantes", en cualquier caso la manipulación es patente (pero igual que lo fue con Ucrania, camuflando a la extrema derecha como "oposición popular").

Lo siguiente que quería mencionar ya es un poco más interpretativo, y desde luego sustentado en bases y fuentes minoritarias, pero visto lo otro la verdad es que no me extrañaría que hubiese algo de cierto. Son ya varios los medios, por supuesto no oficiales, como Al Ahed, que han comenzado a acusar a la CIA y USA de estar detrás de todo esto. O este otro, que provendría de la inteligencia austríaca. Además de los ya citados de la red Voltaire. El objetivo sería desestabilizar Europa y el euro (cierre del espacio Schengen, tensiones entre países fronterizos, manifestaciones...) para atraer capital a los Estados Unidos. Desde luego esto suena menos probable, pero analizando la ruta migratoria, la verdad es que hay motivos para desconfiar. Otro tema sería el porqué llegan todos de golpe, porque la guerra en Siria comenzó  hace 4 años, por no hablar de Afganistán o Irak, conflictos crónicos. ¿Explica todo el efecto llamada de Merkel y las mafias?

Y es que otra de las cosas que desde el principio me sorprendió, y la clave del asunto que quiero tratar, es lo compleja que es la ruta de los inmigrantes desde los campamentos de refugiados de Turquía, Líbano y Jordania hasta el corazón de Europa, pasando por un montón de países europeos hasta llegar a Alemania. Tarea nada fácil, sobre todo habiendo otras rutas a priori más sencillas. Por ejemplo, como se puede ver en el mapa inferior, sería más fácil llegar por el mar Adriático a Italia (un trayecto bastante breve), y cruzar Italia hacia Austria, donde les restarían apenas unos kilómetros para llegar a Alemania, y todo ello sin salir del espacio Schengen. O, de escogerse la ruta occidental, ir desde Albania a la costa italiana, para subir desde aquí a Alemania. Sería la ruta más lógica y sencilla, que, como ya expliqué, eligen las mafias y no los inmigrantes. Pero no, se "escogió" una ruta más complicada, pasando por Grecia, Macedonia, Serbia, Hungría, Austria y finalmente Alemania. Muchos países, demasiados.


Ruta migratoria desde Turquía hasta Alemania (flechas azules) pasando por Macedonia, Serbia, Hungría y Austria (ahora desde Serbia se desvían por Croacia, Eslovenia y Austria, debido al cierre de las fronteras húngaras), antes de llegar a Alemania. Sería mucho más sencillo pasar de Grecia a Italia, estando en espacio Schengen y teniendo solamente que pasar por Austria brevemente. Otra opción sería pasar a Albania, al norte de Grecia, cruzando a Italia también desde allí. Es extraño que se haya elegido una ruta que cruza tantos países y fronteras...


Una explicación razonable sería evitar los Alpes (que sí habría que cruzar en la ruta italiana), pero dudo que esa sea la razón, porque hay valles, carreteras y caminos de sobra, además dudo que ese detuviese a la gente que viene desde Pakistán o Senegal, por ejemplo.

¿No es curioso que los países de esta ruta elegida tienen en común ciertas rencillas con Estados Unidos? Uno de ellos es Serbia, gran enemigo de occidente hasta hace bien poco, y que con su alfabeto cirílico, su religión ortodoxa, su pasado socialista y, por todo ello, cultural y socialmente más afín a Moscú. Recordamos las guerras yugoslavas o el conflicto de Kosovo, y el papel de la OTAN en todo ello. De lo poco se habló de los crímenes croatas y lo mucho que se hizo de los de Serbia. Vamos, que no es precisamente la niña de los ojos de Estados Unidos (como sí los es Kosovo). Otro país de paso es Macedonia, donde ya se cocieron recientemente disturbios e incidentes extraños que amenazaron con desestabilizar el país y su gobierno.

Todo esto ya comienza a adquirir un tufillo de fondo, vamos que las mafias por sí solas no hubiesen escogido una ruta tan compleja y caprichosa, parece como si algún país todopoderoso y especialista en meter las narices en todas partes tuviese algo que ver en el asunto. Pero pasemos al siguiente país en la ruta, que es el que concierne.

Hungría, otro país que en estos últimos años ha dado grandes quebraderos de cabeza a USA. Sobre todo desde que el primer ministro "socialista" Ferenc Gyurcsány, fiel aliado de Estados Unidos, fuera derrotado en las urnas estrepitosamente, después de que su gobierno socialdemócrata condujese al país casi a la bancarrota, lo que le llevó a solicitar un préstamo al FMI (incluso admitió en un congreso de su partido, poco menos que pavoneándose de tener mucha suerte, haber falseado las cuentas, en el siempre agradable lago Balaton del verano húngaro). Momento ideal para que Viktor Orbán, que ya había sido primer ministro de Hungría anteriormente entre 1998 y 2002, arrasase con mayoría absoluta en las elecciones de 2010.

Orbán planteaba un cambio bastante radical, asumía que las terapias neoliberales aplicadas por los gobiernos socialdemócratas (que además eran curiosamente los herederos del régimen comunista) habían fracasado estrepitosamente y que había que dar un gran giro al país, llegando a decir que el concepto de democracia liberal era un fracaso y que él quería comenzar lo que llamó después "democracia iliberal". Realizó duros ajustes, tuvo el dudoso honor de establecer el IVA más alto de la UE (el 27%, que sigue vigente), y con todo ello pudo devolver, incluso antes de tiempo, el préstamo al FMI, para no depender de este organismo. Pero quiso ir más allá: pretender recuperar el control del banco central le supuso su mayor pulso con la UE y Estados Unidos, y desde entonces comenzó a aplicársele el estigma ya conocido de "dictador", "autoritario", "acumulador de poder" y demás calificativos ya conocidos para cualquier gobernante que no haga estrictamente lo que se le dice desde las grandes potencias. Así lo anunciaba El País (ojito a la fotografía de una manifestación de la extrema derecha que no viene a cuento con la noticia, en fin). Otro tema es lo que le gusta a la prensa española mencionar sistemáticamente "el derechista Orbán" o "el ultraconservador", cuando no veo que digan "el derechista" Rajoy por ejemplo.

Reformó la constitución, y se le acusó de mencionar en ella el cristianismo, pero esto solo fue una mentira más de la prensa, como desmintió el blog Crónicas húngaras. Lo cierto es que apenas se menciona, lo hace al principio, con la frase "Dios, bendice al húngaro", pero esto es un verso del himno nacional húngaro, escrito mucho antes de que Orbán siquiera hubiese nacido. Por otra parte, dicha constitución reconoce el papel del cristianismo en el pasado de Hungría, que no es decir ninguna barbaridad, pues fue lo que integró a los húngaros, llegados desde los Urales en el siglo X, en Europa. Otra cosa es que no guste que estas cosas aparezcan en la constitución, pero desde luego no se puede acusar de nada por ello. En cualquier caso todo esto le supuso, como decía, su primer gran enfrentamiento con la UE. Finalmente tuvo que desistir en su intento de controlar el banco central (en Hungría no hay euro, sino moneda propia, el forint, pero pese a ello el banco central está lejos del control del gobierno, en manos privadas). El resto de cuestiones sobre la constitución, fuera de los asuntos económicos, le importaron bien poco a Europa, y la mayoría se quedaron finalmente como estaban.

El gobierno de Orbán anunció nuevos impuestos a la banca, especialmente la extranjera, bajó por decretó el precio de luz y gas un 20% y creó un amplio y mal pagado sistema de trabajo público para luchar contra el creciente paro a raíz de la crisis económica global. Además nacionalizó fondos de pensiones privados. También se aplicaron drásticos recortes en sanidad y educación, para lograr controlar el déficit en torno al 3%. Una cosa está clara, más allá de que estas medidas o ideas funcionasen o no, lo que no se puede dudar es que eran contrarias a los intereses de las grandes empresas y gobiernos extranjeros. Por ejemplo, el mercado energético húngaro está repartido entre las empresas EDF (Electricité de France), GDF-Suez (Gaz de France), ENI (Ente Nazionale Idrocarburi), italiana, y la alemana E.ON. Con el paso de los años, y pese a las políticas de Orbán, Hungría no ha experimentado prácticamente mejora económica alguna, pero sí se ha establecido una oligarquía nacional de empresarios húngaros muy cercanos a Orbán y a Fidesz, los más populares seguramente sean Simicska, Nyerges o Mészáros.

Con todo ello Orbán ya era lo que se podía considerar casi un "enemigo de occidente" (aunque una versión light, claro, pues Hungría es "de los nuestros", así que quizás sería mejor decir un "garbanzo negro"), y de haber tenido petróleo y no haber estado en la Unión Europea no me extrañaría que hubiese sido incluido en la famosa lista del "eje del mal" de George Bush, pero bueno, no me quiero desviar más del tema. Se puso entonces a funcionar la maquinaria habitual estadounidense: ONGs, asociaciones por los derechos humanos y demás grupos extraños, dudosos, y financiados en su mayor parte por George Soros (que además es húngaro) entre otros, que velan, por supuesto, por la democracia y los derechos humanos, especialmente en los países que no son del todo afines a sus intereses. En ese último link hay un blog absolutamente recomendable para entender muchas de las cosas sucedidas en el pasado reciente.

Por aquel entonces yo apenas hablaba húngaro, a lo sumo emitía sonidos que vagamente se parecían a dicho idioma y que, como todo buen recién llegado, nadie entendía. Así que, para informarme sobre la actualidad húngara, tenía que omitir los medios magiares y me lancé a la búsqueda de webs en el idioma oficial de este planeta que es el inglés. Y así conocí páginas como budapestbeacon.hu, hungarianfreepress.com o politics.hu que siempre, siempre, ponían a parir al gobierno de Orbán. Gobierno que desde luego no me despertaba mucha simpatía, pero, hombre, ¿acaso todo lo hacía mal? Además de ser páginas web sin publicidad y que buscaban a gente para trabajar en ellas de manera remunerada. ¿De donde sacaban el dinero? Bingo, de estas asociaciones pro-derechos humanos y con nombres súper-democráticos, financiadas por Soros y compañía. El objetivo bien podría ser convertir a Hungría y Orbán en "apestados internacionales", y, mediante otras asociaciones ya dentro de Hungría y en idioma húngaro, crear o alimentar de manera artificial el movimiento opositor al gobierno (¿no os suena esta historia?...).

Pero lo que ya terminó con la paciencia americana fueron los acuerdos económicos de Hungría con la Rusia de Putin, nombre que con solamente pronunciarlo ya provoca dolor de cabeza en la administración Obama. Por ejemplo, ampliar la única central nuclear de Hungría, o el proyecto del gasoducto South Stream desde Rusia. No era solo por el hecho de que estas obras no estuviesen a cargo de empresas occidentales que sacasen su tajada correspondiente (como si las rusas no lo fueran a hacer), sino el simbolismo político de hacer negocios con el gran rival de los Estados Unidos por la influencia mundial. El propio Orbán dijo que no simpatizaba especialmente con Putin y Rusia (otra potencia imperialista, hablando claro), pero que su oferta era la mejor, ya que incluía un préstamo para sufragar la obra sin el cual un pequeño país como Hungría no podía realizar.

No fue casualidad que poco antes de todo esto, tuviese lugar un importante conflicto entre la diplomacia americana y el gobierno húngaro. De repente, USA anunció la prohibición de entrada a Estados Unidos a varios ciudadanos húngaros, a los que acusaba de corrupción, en una lista que no se publicó, pero de la que fueron filtrándose algunos nombres, como el de Ildikó Vida, presidenta de la Oficina Nacional de Impuestos y Aduanas, y gente cercana a Viktor Orbán y el gobierno de Fidesz. ¿A cuento de qué venía esto? Si fuese simplemente por corrupción, ¿qué haría Estados Unidos con España? ¿cerrar su embajada?

El entonces máximo representante de dicha embajada, André Goodfriend, que era el chargé d'affaires (el embajador estaba pendiente de su nombramiento y votación por el congreso americano) tuvo sus más y sus menos con Ildikó Vida, cuando tras la filtración del nombre de ella en la famosa lista, se presentó por sorpresa en la embajada americana. El vídeo ridículo de la conversación entre el máximo diplomático americano en la embajada de Budapest que no hablaba ni papa de húngaro, y la jefa de la Hacienda húngara que no hablaba ni papa de inglés fue viral en Hungría, y sin duda uno de los más cómicos del año, grabado por unos periodistas húngaros que tuvieron ellos mismos que ejercer de traductores entre Goodfriend y Vida. Goodfriend dijo que había salido a tomar aire, no para huir de la incómoda visita, y declaró que no tenía conocimiento de su presencia y que había pensado que ella acudía a reunirse con otra persona.

Todo esto coincidiría con que, si existiese una conexión entre el tráfico de personas y ciertos intereses estadounidenses, no sería descabellado pensar que, después de cruzar Macedonia y Serbia, en lugar de ir por Croacia (cuyo gobierno , además, tradicionalmente siempre ha sido amiguete yankee), qué mejor idea que tocarle un poco las pelotas a Orbán y mandar a los pobres inmigrantes cruzar Hungría para desestabilizar el país un poco, y que los medios de comunicación den aún más caña: la combinación de teletipos de agencia, becario que cobra 300 € y hemeroteca plagada de errores dan lugar a las barbaridades que se han publicado. Porque poco leí de la solidaridad de los miles de húngaros que cuidaron de los inmigrantes, y de la gran hospitalidad magiar, de la cual he disfrutado durante años, y cualquier persona que haya estado en este país puede dar fe de ello. De los cientos de miles de inmigrantes que Hungría condujo a Austria, facilitando su camino a Alemania, saltándose los acuerdos europeos, y sin el beneplácito de la propia Merkel (al menos de manera pública). Hasta que al gobierno húngaro se le acabó la paciencia. Entonces sí, toda la media estaba enfocando. Y mucho listillo opinando sin tener ni la más remota idea del problema en su conjunto.

Sobre todo se le terminó la paciencia al gobierno húngaro, decía, por la política de Alemania con todo este tema. Le faltó un pelo a Orbán para dejar las cosas aún más claras de lo que las dejó, de porqué Hungría tiene que hacer el trabajo sucio en este asunto, cuando no necesita mano de obra barata, porque para eso ya están los propios húngaros, como los que trabajan en las enormes fábricas de Mercedes o Audi por 300 € al mes, que dominan la economía magiar desde la caída del socialismo, y que han contribuido al empobrecimiento de la mayoría de sus habitantes. Tan solo hay que ver las cifras para darse cuenta que en la antigua Europa del este el capitalismo ha sido muy diferente del que hemos vivido en occidente. ¿Nadie se pregunta porqué se cabrean precisamente los gobiernos de países como Hungría, Eslovaquia, República Checa, Rumanía o Polonia? ¿Podría ser el objetivo reemplazar a los inmigrantes europeos del este de la UE por los refugiados, que seguro que aceptan peores condiciones laborales? La economía de los últimos países incorporados a la UE depende en gran medida de las remesas de sus emigrantes en Alemania, Inglaterra o Suecia. ¿Podría venir de ahí su protesta?

Una entrada de Turquía en la Unión Europea (cosa muy improbable a día de hoy, pese a todo), o al menos, un fuerte acercamiento (esto ya lo veo más probable) reforzaría el cinturón que USA está trazando sobre Rusia (Georgia desde hace años, hace poco Ucrania, y ahora Turquía, al igual que sería Siria si el ganador de la guerra es la fuerza afín a Estados Unidos). Ya estamos viendo en Alemania manifestaciones, cierres de fronteras, suspensiones del espacio Schengen... sin duda Europa se desestabiliza. Hay demasiados interrogantes. Demasiados intereses. Demasiadas cosas raras. Lo único que parece seguro es que esto va a terminar mal, muy mal.

viernes, 16 de octubre de 2015

Hungría cierra su frontera con Croacia

Hungría cerrará hoy, a partir de la medianoche, su frontera con Croacia. Lo ha anunciado Péter Szijjártó, ministro de exteriores, esta tarde, tras la reunión del gobierno húngaro de esta mañana. La decisión se ha tomado tras las reuniones del Consejo Europeo del pasado jueves y del grupo Visegrád (Polonia, República Checa, Eslovaquia y la propia Hungría). Este cierre se suma al de la frontera con Serbia, y tiene como objetivo reducir la entrada de inmigrantes irregulares a territorio húngaro.

Sobre la crisis migratoria europea escribí la última vez hace ya casi un mes, y no ha sido precisamente por falta de acontecimientos, sino más bien lo contrario. Sucedían muchas cosas, demasiadas, que requerían una enorme cantidad de tiempo y esfuerzo para ser analizadas de manera detenida. Además los medios dijeron muchas cosas, algunas de ellas mentiras enormes, tanto los considerados de derechas como los que se supone que son de izquierdas, llegando incluso algunos a insultar directamente, como por ejemplo el presentador del programa "Al rojo vivo", que me desanimó mucho para escribir respecto a todo esto. Las cosas se han calmado un poco, en comparación con la locura que fue Septiembre, pero el tema sigue calentito, y lo que falta.

Para explicar brevemente los tratados de Schengen y Dublín a los periodistas y políticos que aún no comprendan cómo funciona esto (porque hay que ver las cosas que he oído en los medios de comunicación), voy a hacer una historia simple y fácil de entender, al estilo "Barrio Sésamo". Bien, imagínense una comunidad de vecinos en un bloque de viviendas. Una comunidad muy unida y amiga, tanto, que el del 4º va a comer donde el 5º, porque cocina muy bien, y este va a donde el 6º a tomar el sol a su gran azotea, o el del 2º baja al 1º a pedirle una herramienta. Bueno, resulta que un día se juntan todos en una reunión de vecinos y deciden que, como se llevan tan bien y están todo el tiempo de una casa en otra, en vez de llamar al timbre y esperar todo el rato, sería más cómodo quitar las puertas de la escalera, ya que todos se conocen y confían mutuamente. Porque al final, si el del bajo vigila bien el portal del edificio, no hay nada que temer. Eso sería el espacio Schengen. Ahora, el del 3º, que es el vecino más rico y tiene la casa más grande, dice, ojo, que yo me fío mucho del bajo, pero si un día me encuentro en mi casa a aun desconocido que no me quiere decir su nombre, como ha entrado por el portal obviamente, se lo devuelvo al del bajo y que él se encargue, porque es su culpa por no vigilar bien quién entra por el portal. Bueno, pues eso es el tratado de Dublín, por supuesto de una manera muy simple, las cosas son claramente más complejas. En cualquier caso es fundamental para comprender las reacciones de los pequeños países con fronteras exteriores de la UE.

Volviendo al tema, el resumen de este último mes es que desde el cierre de la frontera entre Hungría y Serbia, la ola migratoria se ha desviado (en realidad lo correcto es decir que las mafias han desviado la ruta migratoria que gestionan) a Croacia. Lo último que escribí fue cuando el primer ministro croata, Zorán Milanovic declaró que su país iba a gestionar eficazmente este problema, pero horas después dijo que Croacia estaba "desbordada" (lo que se puede ya considerar como "marcarse un Merkel"), y comenzó a mandar a los inmigrantes que iban llegando a territorio croata y declinaban pedir el asilo, en trenes y autobuses a la frontera con Hungría, donde los abandonaba a su suerte.

El gobierno húngaro, harto de intentar cumplir la normativa de la UE respecto a inmigración (acuerdo de Schengen y protocolo de Dublín), y no llevarse más que feroces críticas e insultos por ello, comenzó a, en lugar de registrarles, montarlos en trenes y autobuses, y plantarlos en la frontera austríaca. El gobierno de Austria hace lo mismo, llevándoles a Alemania, que es el destino final deseado por la gran mayoría de estas personas (algunas de ellas sirias, huyendo de los campamentos de refugiados turcos, libaneses y jordanos, tras años de guerra salvaje e infructuosa en su país, acompañados de albaneses, kosovares, macedonios, iraquíes, magrebíes, asiáticos, subsaharianos y de más rincones del mundo, y estas últimas aprovechando el drama sirio para tratar de establecerse en Europa occidental, espoleados por las declaraciones de Merkel y las mafias traficantes de personas). El ritmo ha variado entre los 5.000 y los 10.000 inmigrantes diarios llegados al país magiar, lo cual ha elevado la cifra a casi 400.000 personas llegadas a Hungría en los últimos 10 meses (la gran mayoría desde este verano). Esto son las cifras oficiales, pero en realidad no se sabe cuántos han llegado a Europa, ocultos por ejemplo en camiones o coches, algunos, por desgracia, falleciendo en el intento.

Mientras tanto, Hungría ha levantado una doble valla en su frontera con Croacia, de manera idéntica a la que erigió en la frontera con Serbia, en los tramos terrestres con el país croata (la mayoría del territorio fronterizo entre ambos países está separado por el río Drava, con lo cual tan solo las zonas sin río han sido valladas, lo que ha permitido la construcción de la verja en apenas un mes). Para evitar repetir el correcalles entre inmigrantes y policía que vimos cuando comenzó a cerrarse el tramo serbohúngaro, ha esperado a tener la valla completamente lista para anunciar el cierre fronterizo. Los militares y la policía se han trasladado allí a la espera del cierre efectivo esta medianoche. Existe la posibilidad de que se repitan incidentes como los de Röszke. De camino a la frontera están ahora mismo centenares de policías.


Frontera entre Croacia y Hungría, a pocas horas de su cierre. Las policías croata (izquierda) y húngara (derecha) controlan el acceso de los inmigrantes de un país a otro. Se calcula que desde mediados de Septiembre han cruzado así casi 200.000 personas.
fuente: index.hu

Un tren húngaro, esta misma noche, con una de las últimas partes de la valla que cerrará su frontera herméticamente con Croacia.
fuente: index.hu


No se sabe qué va a ocurrir ahora, parece que Croacia medita trasladar a los inmigrantes a la frontera con Eslovenia, pero ya veremos, porque la primera vez que lo intentó, la policía eslovena los paró, motivo por el cual Croacia comenzó a mandarlos a Hungría, que sí se encargó de ellos llevándolos a Austria. De hecho, tras el anuncio del gobierno húngaro, Eslovenia ha comenzado a reforzar sus puestos fronterizos con Croacia. El miedo que todos los países "de tránsito" tienen, es que Alemania diga basta (y a juzgar por la saturación que comienzan a mostrar los servicios del país germano, no parece que falte mucho) y de repente miles de inmigrantes se encuentren bloqueados en su territorio, porque el tema puede acabar muy mal, por no hablar de las "devoluciones" que los tratados europeos permiten realizar a Alemania, de todos aquellos a los que no les conceda el asilo (que serán la mayoría de los no sirios, y la mayoría no son de Siria) al país por el que entraron a espacio Schengen.

Entre tanto, Merkel parece ir poco a poco asimilando las consecuencias de sus actos. Parece que ha comenzado a darse cuenta de que una cosa es acoger, y otra muy diferente integrar, a millones de personas de golpe. Que en un cuarto de siglo Alemania no ha integrado aún la parte occidental con la oriental, desde su famosa "reunificación", así que parece difícil que vaya a proporcionar piso, trabajo, seguridad social y clases de alemán a millones de inmigrantes de golpe, cuando es incapaz de hacerlo con sus propios ciudadanos. Y esto se puede extender a toda la UE en general, donde la pobreza, lejos de remitir, sigue aumentando.

Así que Merkel ha optado por la única vía que la mayoría de políticos conocen: meter la mano en el bolsillo del trabajador europeo y darle a Erdogan 3.000 millones de euros para que mejore las condiciones de los campos de refugiados de Turquía, confiando en que esto detendrá la ola migratoria. De momento a Erdogan no le parece suficiente dinero, y pide liberación de visados y capítulos de acceso a la UE. Vamos, que tras la crisis de la deuda soberana, estamos camino de otra nueva crisis, para poner la puntilla. Bravo Merkel y sus súbditos como Rajoy, que nos llevan por este camino. Con políticos como estos me sorprende que aún siga existiendo eso que se supone que es Europa. Sin duda existe por toda la gente que se levanta pronto por la mañana y acude a sus puestos de trabajo. Y no por sus políticos.

domingo, 11 de octubre de 2015

Ruta Nagymaros - Zebegény (giro del Danubio)

Se acerca el otoño, y con él, probablemente, la época del año donde la naturaleza se muestra en su mayor esplendor, con toda su gama de colores. Bajo mi punto de vista, es el mejor momento para disfrutar de el campo y la montaña. En Hungría, cerca de Budapest, se encuentra la que es en mi opinión la zona más bella de este país, y de la que he escrito ya mucho en este blog: el giro o cayado del Danubio. Aquí el río serpentea durante un tramo, gira 180 grados, y cambia su dirección de este a sur en otro repentino giro de 90 grados, entre las pequeñas colinas y pueblos de esta región.

Hay excursión a pie que nos ofrece unas impresionantes vistas de todo esto, por los caminos y senderos que unen las pequeñas localidades de Nagymaros y Zebegény. Ambas se encuentran junto a la orilla del Danubio, en las faldas de estas montañas. La ruta está muy bien marcada con señales y pintura, y es muy popular entre los húngaros, además está muy cerca de Budapest (a unos 40 minutos en tren). En total son unos 13 kilómetros, comenzando a unos 100 metros sobre el nivel del mar, a la orilla del río, y subiendo hasta unos 480 metros en el punto más alto, donde además hay un mirador muy interesante.


Perfil de la excursión en wikiloc.


Para llegar a Nagymaros, comienzo de la ruta, hay que tomar alguno de los trenes que parten desde la estación de Budapest-Nyugati prácticamente a cada hora en dirección a Szob, el último pueblo húngaro junto  la frontera eslovaca. Pasando por Vác, otra localidad húngara muy recomendable, llegamos a Nagymaros, que además está justo enfrente de Visegrád, famosa por su castillo, y otra de las zonas más bellas del giro del Danubio. Los domingos suele haber un pequeño mercado en el pueblo, donde venden queso, miel, chorizos y pancetas, al que se le puede echar un vistazo. Si bajamos hasta el Danubio hay un paseo muy bonito por la orilla.


Paseo junto al Danubio de Nagymaros. Enfrente, en la orilla occidental, el pueblo de Visegrád, y a la izquierda, en la montaña, el castillo homónimo.


Desde el mismo pueblo de Nagymaros comienza una pronunciada cuesta, por una carretera, que termina en pista forestal y después continua en un simple camino que se interna por un bosque, del cual parten pequeños senderos hacia miradores. Según se va ganando altura, las vistas son cada vez mejores. Finalmente se llega a una cueva con excelentes vistas: enfrente, al otro lado del Danubio, está el pueblo de Dömös, desde el cual parte el camino de la ruta de las cascadas. La parte más dura es a partir de aquí, hay una cuestas bastante empinadas, quizás difíciles para los niños (aunque cuando yo fui había unos cuantos), pero en cualquier caso es un tramo pequeño, después es llano y la última parte incluso cuesta abajo en su mayoría. De todas formas, es recomendable llevar buen calzado.




Vistas del giro del Danubio desde los pequeños miradores durante la ascensión inicial.

Vistas del Danubio desde el mirador.


El mirador principal (Julianus barát Kilátó), está justo antes de iniciar el descenso al pueblo de Zebegény, y es una pequeña torre con escalones. Arriba están las mejores vistas de toda la excursión. Al llegar a Zebegény, pasaremos por una iglesia con unos monolitos muy característicos, hay que cruzarlos y tomar al otro lado un camino empedrado que es más cómodo y nos baja directamente al pueblo. Aquí ya se puede descansar, disfrutar de una buena limonada o de una buena hamburguesa, así como de un café o pastel en la pastelería, antes de tomar el tren de vuelta a Budapest, pasando por Nagymaros y Vác de nuevo.


Iglesia y monolitos de Zebegény, hay que cruzarlos para tomar el camino que nos baja al pueblo.

Camino empedrado que nos lleva al pueblo de Zebegény, la última parte de este recorrido.

Nada mejor que una limonada después de la excursión.

Muy recomendables las hamburguesas en el restaurante Vasparipa Falatozó de Zebegény. Para beber, la limonada de la anterior foto, también aquí.

Las pastelerías húngaras son célebres por elaborar este tipo de delicias. Galéria Cukrászda, en Zebegény.

lunes, 5 de octubre de 2015

Concierto de MR2 Szimfonik

El año pasado, más o menos por estas fechas, se celebró el concierto anual de la orquesta MR2 Szimfonik en el parque Millenáris de Budapest (junto a la plaza de Széll Kálmán tér, en Buda). La historia de este espectacular concierto comienza en realidad en el año 2009, con el programa Akusztik de la emisora de radio pública húngara MR2-Petőfi, donde algunos artistas húngaros tocan sus canciones en versión acústica. En vista del éxito del programa, se decidió hacer algo parecido, pero esta vez las versiones serían con una orquesta sinfónica, en un gran concierto anual bajo el nombre MR2 Szimfonik. El del año pasado se celebró el día que conmemora la radiotelevisión pública húngara, que suele ser la primera semana de Septiembre.

La peculiaridad del concierto fue que los cantantes que actuaban (la mayoría de ellos bastante famosos en Hungría) lo hacían por parejas, donde primero ambos cantaban juntos una versión de una canción húngara antigua y luego, cada uno por separado, cantaba una canción del otro artista con el que se habían emparejado para la actuación, dándole otro estilo diferente. El resultado fue bastante agradable.

Una muestra de ello fue la actuación de Szabó Balázs y ByeAlex. Con estilos totalmente opuestos (prefiero claramente el clásico de Szabó Balázs antes que el de neoídolo adolescente de ByeAlex), fue una mezcla curiosa de ver. En cualquier caso la versión de Szabó Balázs, del que ya he hablado mucho en este blog, del tema "Az én rózsám" de ByeAlex quedó impresionante con su voz, sentimiento y violín mágico, y desde luego la orquesta sinfónica de fondo no se quedó atrás. Nos dejaron esta joya:




Por desgracia, y por motivos que desconozco, este año ni se celebró ni se va a celebrar este evento, que además era de los pocos conciertos de alto nivel que podían disfrutarse en Budapest gratis. Era tal la magnitud del concierto, que había varias pantallas gigantes en las inmediaciones porque mucha gente se quedaba en los alrededores al no poder acercarse al escenario principal debido a la enorme afluencia de público.

He tratado de traducir la canción del vídeo al castellano, pero es bastante difícil, porque está escrita en un lenguaje muy poético, y normalmente cada lengua tiene sus recursos y estilos poéticos, haciendo muy difícil que la traducción suene igual de bien que en la lengua original. Está hecha como una canción de duelo, de alguien que ha perdido a su amada, pero la sensación que me da es que en realidad simboliza la relación de una pareja que, pese a amarse, no ha funcionado. Por cierto que no sé porqué Balázs cambió de sitio un par de versos, no sé si aposta o por los nervios, pero en cualquier caso yo he traducido la original de ByeAlex. Acepto mejoras en la traducción :)


Mi rosa


Mi rosa es una chica tan bella,
que su ataúd quizás es una caja fuerte de oro,
dentro de él duerme mi rosa,
de pecas doradas en su rojizo rostro.

Y a veces pido un beso,
mi rosa es dulce veneno,
su ataúd totalmente abierto,
dentro de él yazco yo también llorando.

El lazo de mi rosa,
ondea al viento, la tormenta tira de él,
tanto lo amaba mi rosa,
ya no está en su triste cabello.

Y a veces pido a escondidas,
que mi rosa vuelva a casa,
su ataúd totalmente abierto,
dentro de él yace ella también llorando.

Mi rosa es una chica tan bella,
que si me mece en su pecho, derrite mi corazón,
mi rosa me adormecerá,
y quizás me abrazará otra vez.

Y a veces siento que la estoy viendo,
a mi rosa en la brisa de verano,
su ataúd totalmente abierto,
dentro de él yacemos los dos llorando.



Original en húngaro:


Az én rózsám


Az én rózsám egy olyan szép lány,
hogy koporsója arany széf tán,
benne alszik az én rózsám,
arany szeplők pozsgás arcán.

És néha van hogy csókot kérek,
az én rózsám édes méreg,
koporsója tárva nyitva,
benne fekszem én is sírva.

Az én rózsám pántlikája,
lobog a szélben, vihar cibálja,
úgy szerette az én rózsám,
bús hajában nincsen ott már.

És néha van hogy lopva kérem,
az én rózsám hogy haza térjen,
koporsója tárva nyitva,
benne fekszik ő is sírva.

Az én rózsám egy olyan szép lany,
ha keble ringat szívem szét mál,
elaltat majd az én rózsám,
s ölel újra egyszer madj tán.

És neha van hogy látni vélem,
az én rózsám nyári szélben,
koporsója tárva nyitva,
benne fekszünk ketten sírva.

jueves, 1 de octubre de 2015

Hollókő

Hollókő (traducido al castellano como "piedra del cuervo") es un pequeño pueblo situado en la provincia de Nógrád (región Norte de Hungría), a unos 90 kilómetros de Budapest, de poco más de 300 habitantes, pero muy famoso a nivel nacional por ser el museo etnográfico de los Palóc, un grupo de húngaros étnicos con ciertas peculiaridades (como hablar un dialecto del húngaro y algunas costumbres propias), que habitan el norte de Hungría y el sur de Eslovaquia.

El antiguo pueblo de Hollókő ganó importancia en el siglo XIII al construirse su famoso castillo tras la invasión de los mongoles. Posteriormente las tierras fueron ocupadas por el Imperio Otomano. La parte antigua del pueblo, que es patrimonio mundial de la UNESCO, cuenta con edificaciones de madera, en la disposición del siglo XVII cuando fueron construidas tras la marcha de los otomanos. Es encantador bajar por la calle principal con sus casitas tradicionales a ambos lados.

La mejor fecha para visitarlo es en semana santa, cuando los palóc se pasean por el pueblo con sus trajes típicos y practican la costumbre de "regar" a las chicas, de la cual escribí en la anterior entrada sobre la Pascua en Hungría. Es muy divertido, y también se organizan conciertos y actuaciones. Además, muchas casas muestran algunos de los antiguos oficios, como el herrero, el carpintero, tejedoras, vidrieros... También se puede visitar la pequeña iglesia, la casa de correos o la casa de muñecas. Además hay algunas exhibiciones y talleres, por ejemplo los niños (o los no tan jóvenes) pueden decorar huevos de pascua. El resto del año el pueblo está bastante muerto, salvo los fines de semana.

Lo malo de la semana santa es que, además de estar bastante masificado de gente, hay que pagar una entrada por acceder al pueblo. El precio ronda los 10 €, y permite el acceso a todas las viviendas-museo y al castillo (al que se accede desde el mismo pueblo por una pequeña subida), así que no es tan caro como pueda parecer, pues el resto del año hay que pagar por acceder a la mayoría de los sitios (aunque no por entrar al pueblo y pasear por sus calles). Aún así para una familia puede suponer un buen desembolso (además de tener que pagar también por dejar el coche  aparcado en unos prados cercanos, desde luego saben exprimir al turista).

Se puede comer en algunos puestos, aunque la mayoría son de catering traído de Budapest. Hay los típicos puestos de langós y kürtőskalács, esos sí que son recién hechos. Y puestos de pálinka, claro, estamos en Hungría. Cerca de la entrada hay una cafetería donde comí un krémes excelente y recién hecho, que recomiendo encarecidamente. Y por supuesto la gran atracción son los palóc, con sus trajes y sus regaderas y cubos llenos de agua para regar a sus chicas. También están dispuestos a hacerse las fotos de turno con los turistas llegados de la capital (alguna visitante despistada puede incluso ser regada también, los chicos podemos ir tranquilos).

Resumiendo, si estáis por Hungría en semana santa, sobre todo en Budapest, un buen plan es acercarse aquí a pasar el día, es un lugar curioso que merece la pena. El resto del año también se puede visitar, aunque no es lo mismo sin los palóc con sus trajes por las calles regando a las chicas. Y los conciertos suelen estar muy bien, cuando yo estuve por ejemplo actuó Szabó Balázs.

Para llegar en coche hay que salir de Budapest por la autopista M3 (la que se dirige al este hacia Nyíregyháza), hasta Hatvan, donde se toma una carretera secundaria que poco a poco se adentra en las suaves colinas del norte del país en dirección a Salgótarján. Poco antes de llegar a esta ciudad está el desvío a Hollókő.

Ir en transporte público es algo más complicado: en semana santa, pese a la masificación, existe el mismo horario de siempre (como mucho ponen algún bus de refuerzo). Los buses salen de la estación de autobús de los estadios (metro 2, la línea roja, parada de Puskás Ferenc Stadion). Conviene estar antes de tiempo porque se llenan y mucha gente tiene que viajar de pie en el pasillo (toda una costumbre en Hungría), algo que puede llegar a ser duro si tenemos en cuenta que cada trayecto con 2 horas (y eso si no hay atasco al entrar a Budapest). Para la vuelta ocurre lo mismo, así que hay que estar atentos. Desde luego si podéis ir en coche es bastante más recomendable. En cualquier caso el autobús sale a las 8:30 desde los estadios y llega a Hollókő a las 10:30. Para la vuelta el bus sale a las 16:00.

Os dejo unas fotos del pueblo en semana santa:



Calle principal del pueblo y edificios típicos.

Puesto de kürtőskalács.



Palóc con sus trajes regionales.

El herrero.

Los niños palóc.

El castillo, junto al pueblo.

Vistas del pueblo y los alrededores desde el castillo.
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