viernes, 14 de noviembre de 2014

El Nagykörút de Budapest

Si una de mis primeras entradas en este blog fue sobre la avenida Andrássy, la calle "elegante" y parisina de Budapest, perfecta para pasear, me parece justo escribir hoy sobre la avenida "funcional", la del día a día de la capital húngara, con menos glamour pero que recoge toda la esencia cotidiana que puede respirarse en la ciudad.

Nagykörút es el nombre popular con el que se denomina a una de las principales arterias de Budapest, una gigantesca vía compuesta por 5 avenidas consecutivas que conforman un semicírculo de 4,5 kilómetros de longitud íntegramente en Pest. Uniendo las grandes avenidas radiales que comunican el centro con la periferia, es la bulliciosa circunvalación interior de la capital húngara. Hoy vamos a zambullirnos en ella.




Comienza oficialmente después de Margít híd, con Szent István körút (553 metros) hasta la estación de tren de Nyugati, donde confluye con otra gran avenida, Váci út (no confundir con la turística y céntrica calle Váci utca). A partir de aquí pasa a denominarse Teréz körút (1054 metros), ya que atraviesa el distrito VI (Terézváros), y en su cruce con la avenida Andrássy se halla otro punto neurálgico de la ciudad, la plaza Oktogon. Sigue hasta Király utca, donde pasa a llamarse Erzsébet körút (764 metros) y se adentra en el distrito VII (Erzsébetváros). Al llegar a Blaha Lujza tér, donde se cruza con otra gran vía, Rákóczi út (que viene desde Astoria y se dirige a la estación de tren de Keleti), comienza su recorrido por el distrito VIII (Józsefváros) donde se denomina József körút (1223 metros). Finalmente, el último cruce importante, con la avenida Üllói út, es Corvin-negyed. El semicírculo se cierra al llegar al puente Petőfi tras atravesar el distritio IX (Ferencváros), tramo que se denomina Ferenc körút (556 metros). En Buda hay una avenida llamada Margit körút que a veces se incluye dentro de esta gran circunvalación, aunque no está conectada directamente.


Teréz körút.

Jászai Mari tér, en Szent István körút.


La anchura de Nagykörút varía entre los 35-40 metros, y cuenta con amplias aceras a ambos lados con arbolado, 2-3 carriles de tráfico por cada sentido y una doble vía en el medio por la que circulan los tranvías 4 y 6, siendo la línea de tranvía con más pasajeros de Europa (200.000 al día) y por la que circulan los tranvías más largos del mundo, los Siemens Combino Supra de 54 metros de longitud. Probablemente dentro de bastantes años esta línea de tranvía se cierre y se sustituya por una de metro (como pasó con la línea 2), aunque de momento la cosa no está lo suficientemente boyante en Hungría como para una obra de esa envergadura, que además tendría durante años patas arriba esta avenida de fundamental importancia (y más aún después de la reciente experiencia con la línea 4 de metro, que tuvo ni más ni menos que diecisiete retrasos hasta su inauguración).

Sin ser tan romántico ni nostálgico como el tranvía 2, el 4-6 (que comparten ramal excepto por dos paradas en Buda) es realmente un metro sobre tierra, repleto de gente que va al trabajo, la universidad o a reunirse con alguien. Un viaje en él se me antoja esencial para sentirse húngaro por unos minutos. También es exótico cómo una voz de narrador cuenta en algunas paradas hechos históricos sobre la revolución de 1956 contra la URSS según va pasando en su recorrido, en estas fechas aún cercanas al aniversario (el 23 de Octubre es día festivo nacional). Como curiosidad, parte del Nagykörút se denominó oficialmente Lenin körút durante la época socialista.



El tranvía más largo y con más usuarios de Europa, en el cruce con Oktogon.


En los principales cruces se encuentran estaciones de metro de todas las líneas. El M3 en Nyugati, el M1 en Oktogon, el M2 en Blaha Lujza, el M4 en Rákóczi tér y el M3 de nuevo en Corvin-negyed.

Algunos de los edificios más representativos de Budapest están en esta gigantesca avenida, que combina, como toda la ciudad, zonas modernizadas hace pocos años con  otras más decadentes de majestuosos edificios de la época dorada del Imperio austrohúngaro que piden una restauración a gritos. Su construcción comenzó a finales del siglo XIX, en las fechas cercanas al milenio de la llegada de los húngaros a Europa.

Por sus bulliciosas aceras caminan miles de húngaros y extranjeros a diario, estudiantes, turistas, gente de negocios, vendedores ambulantes, barrenderos, obreros, abuelas vendiendo pasteles, gitanas vendiendo flores, mendigos, personas-anuncio... Por la carretera, siempre con tráfico congestionado, circulan coches particulares, taxis, autobuses, bomberos, policía, ambulancias y coches diplomáticos con sus escandalosas sirenas y bicicletas sorteando todo este tráfico. En todo su recorrido podemos encontrar decenas de tiendas, restaurantes, bares, cafés, centros comerciales, franquicias de comida rápida, terrazas, pequeños comercios...

Además, en los grandes cruces entre avenidas hay pasos peatonales subterráneos llenos de vida, con todo tipo de tiendas y kioskos, de comida, ropa, bazares, supermercados, pequeños bares, revistas, estancos, músicos ambulantes y mendigos durmiendo en sus esquinas a cualquier hora, como si fuesen pequeñas ciudades subterráneas dentro de la gran ciudad (la de Nyugati es sin duda la más espectacular). Y todos latiendo al pulso de la aorta aquincese, el Nagykörút.


Plaza de Blaha Lujza, intersección con Rákóczi út.

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