viernes, 28 de marzo de 2014

La gran llanura húngara: Alföld



Alföld es una enorme llanura de 52.000 kilómetros cuadrados, que abarca ni más ni menos que el 56 % de la superficie total de Hungría. Apenas está a unos 100 metros por encima del nivel del mar de media. Es también la mayor parte de la llanura Panónica, que abarca, además, territorios de Serbia, Croacia, Eslovenia, Rumanía, Eslovaquia y Austria. Aquí se asentaron los primeros húngaros cuando llegaron a Europa en su viaje desde los Urales, tras atravesar los Cárpatos, y desde aquí establecieron su imperio, llegando hasta la costa Adriática en su mejor época. Fue el campo de batalla de las guerras con los otomanos y los mongoles.




Las ciudades más importantes son Debrecen, Szeged, Nyíregyháza y Kecskemét. El Tisza es el principal río, que divide la región en dos mitades (la oriental y la occidental), aunque oficialmente está dividido en dos partes: la norte y la sur (Észak-Alföld y Dél-Alföld en húngaro). El Danubio también recorre gran parte de la región, al oeste.

Para alguien como yo, acostumbrado a vivir entre montañas, esta enorme planicie impresiona: su gigantesco cielo, el poder mirar al horizonte sin ningún accidente geográfico de por medio, y las increíbles puestas de sol que tiñen las nubes de colores. La agricultura y la ganadería se practican intensamente por toda la región, además de haberse asentado una importante industria en las últimas décadas (especialmente automovilística).





Una de las atracciones principal, además de las mencionadas ciudades, es el parque nacional de Hortobágy, que abarca 800 kilómetros cuadrados, y se encuentra cerca de Debrecen. Conserva la esencia de la región desde el punto de vista histórico, desde que se instalaron los húngaros poco antes del año 900, y puede observarse su paisaje, fauna, flora, agricultura, ganadería y folclore. También hay visitas guiadas en coches de caballos por el parque. Gran cantidad de aves paran aquí durante sus migraciones, durante primavera y otoño, y de hecho, hay un zoo de aves que puede visitarse, además de las salvajes que rondan por el parque.


Construido entre los años 1827 y 1833, el puente de nueve arcos (kilenclyukú híd en húngaro) es una de las atracciones del parque de Hortobágy.



La vaca húngara gris (magyar szurkemarha) es la típica del país, y da una ternera de gran calidad.


Estas curiosas ovejas de cuernos torneados, llamadas Racka, son originarias de la región y se aprovecha tanto su lana como su leche y su carne.


Otra vista del puente con una escultura en primer plano.


En el parque se pueden contemplar exhibiciones que muestran como era la vida tradicional de los húngaros en la llanura Panónica.


El lago Tisza, artificial, tiene algunas zonas habilitadas para el baño, y también es un sitio de veraneo para muchos húngaros que huyen de las masificaciones del Balaton, además de ofrecer precios más bajos. Se construyó para evitar en parte las enormes inundaciones del río Tisza en primavera, cuando se produce el deshielo de los Cárpatos, donde nace el río, y que varias veces han destrozado las poblaciones a su paso, las más famosas son las inundaciones de Szeged.


El lago Tisza es artificial y de mucho menor tamaño que el Balaton, aunque es el segundo mayor lago del país.

Habituales crecidas del río Tisza durante la primavera y el verano en la ciudad de Szeged. Las inundaciones de 2006 (en la imagen) fueron especialmente intensas.


También hay por supuesto los siempre presentes balnearios, los más famosos en Hajdúszoboszló, Szeged, Gyula, Berekfürdö, Moráhalom, Orosháza, Makó... En verano y parte de la primavera y otoño suelen ser muy visitados y pueden disfrutarse sus zonas exteriores. Durante el resto del año estas zonas están cerradas pero dentro de los edificios del complejo hay siempre piscinas termales en las que se puede bañar, saunas y baño turco.


El complejo termal de Hajdúszoboszló es uno de los más grandes del país.


El inconveniente de semejante planicie, es, en mi opinión, que la montaña o la playa quedan muy lejos, y, en realidad, aquí hay poco que hacer (lo dicen los propios húngaros). La pesca es una afición muy practicada, y hay una gran cantidad de lagos naturales y artificiales. Con el fruto de la jornada de pesca se suele elaborar la famosa sopa de pescado (Halaszlé), o bien rebozado y frito. La elaboración de Pálinka artesanal es también otra de las grandes aficiones de los húngaros, así como también de vino.

Ciudades como Szeged, Debrecen, Kecskemét, Gyula o Baja ofrecen un agradable paseo, disfrutar de sus cafés y pastelerías (cukraszdas), o su gastronomía. Especialmente Szeged y Gyula son muy recomendables, aunque la última, no está muy bien comunicada con Budapest.


Debrecen es la segunda ciudad de Hungría en número de habitantes.

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