La planificación de estas nuevas ciudades (y las ampliaciones de las ya existentes), fue el resultado del enorme crecimiento demográfico tras la segunda guerra mundial. En una Europa del este devastada por las batallas más duras y sangrientas de la guerra entre soviéticos y alemanes, pocos edificios quedaron en pie. La solución pasó por edificar a toda velocidad barrios clónicos a base de edificios prefabricados de paneles (panellakás en húngaro). Además mucho tenía que ver el modelo socialista que se impuso en estos países: la idea de residir en viviendas iguales (al menos por fuera), contrariamente al sistema del bloque capitalista, que fomentaba la competitividad mediante las diferencias entre los individuos (empezando por sus casas).
En los bajos de estos edificios apenas había (y sigue sin haber) comercios, con la idea de reducir el consumo todo lo posible. En su lugar se hicieron o más viviendas (son muy típicos en Hungría los bajos elevados, llamados magasföldszint), o almacenes (donde guardar los escasos coches de la época, motocicletas, bicicletas...). Hoy en día muchos dueños de estos locales tienen pequeños talleres donde guardar el coche o simplemente herramientas y entretenerse por las tardes o el fin de semana, ya que no hay mucho que hacer en estos barrios. Las zonas verdes, mediante la construcción de parques o lagos artificiales, son muy características, con la idea de crear lugares de esparcimiento en plena jungla de hormigón. Y por supuesto las amplias avenidas y anillos de las ciudades, por donde circulaban los famosos trolebuses, esos autobuses eléctricos alimentados por catenarias, tan extraños en Europa occidental, y que perduran por estos lares, y los tranvías (ahora más en auge en toda Europa), que reducen la contaminación urbana, si bien ambos exigen un enorme y poco estético cableado, que en los cruces aún es más acusado. El objetivo era crear una importante red de transporte público que eliminase la necesidad de los vehículos privados. Por último las instalaciones recreativas (teatros, cines y casas de cultura públicas) y las deportivas (campos multiusos, piscinas...) se construyeron estratégicamente en algunos barrios para el ocio de los ciudadanos (además la rivalidad deportiva con el bloque capitalista exigía buenas instalaciones para forjar a los jóvenes talentos).
Como ya expliqué en la entrada sobre los Panellakás, con el declive del sistema socialista y la dura transición al capitalismo, estas casas comenzaron a deteriorarse, pues aparte de tener ya cierta edad, debido a su rápida construcción y los materiales baratos empleados, necesitaban urgentemente ser arregladas. Se iniciaron programas sociales con ayudas y préstamos del gobierno para aislar las viviendas y mejorar su eficiencia energética (introduciendo materiales aislantes y sustituyendo puertas y ventanas), así como pintar las fachadas con colores más alegres que el triste gris del hormigón o las fachadas que habían ennegrecido como consecuencia de la contaminación.
De la misma forma las amplias zonas verdes exigen un gran mantenimiento y mucha mano de obra, que debido a la precaria situación económica actual de muchos municipios han creado áreas más bien salvajes y descuidadas, donde la vegetación ha comenzado a ganar terreno al asfalto y al adoquín, y los árboles se han vuelto enormes y algunas ramas llegan casi hasta el suelo y tapan señales de tráfico, incluso comienzan a invadir balcones y ventanas.
Contrariamente a lo que muchos piensan, los centros comerciales ya existían hace décadas en los países socialistas, aunque obviamente poco tienen que ver a los actuales. Las pocas tiendas que había abastecían de alimentos y otros productos y normalmente estaban en el centro de las ciudades y en las confluencias de grandes avenidas.
Algunas de las imágenes más representativas del pasado socialista de Hungría:
Pécs, 1960.
Miskolc, 1964
Százhalombatta, 1976.
Tatabanya, 1965.
Budapest, 1969.
Zona comercial en Nyíregyháza, 1969
Centro comercial en construcción en Kazincbarcika, 1968.
Szolnok, 1969.
Planificación de los barrios, 1976.
Dunaújváros, 1962.
Dunaújváros, 1955.
Dunaújváros, llamada Sztálinváros en 1951.
Dunaújváros, 1964.
Kazincbarcika, 1961.
Kazincbarcika, 1957.
Dunaújváros, 1962.
Miskolc, 1963.
Tatabanya, 1970.
Tatabanya, 1980.
Tatabanya, 1970.
Miskolc, 1963.
Miskolc, 1963.
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