No ha habido grandes sorpresas en las elecciones al parlamento europeo de ayer domingo, salvo por el hecho de que los resultados del MSZP han sido peores incluso de lo que se esperaba. Fidesz (conservadores) ha arrasado con el 51,5% de los votos y enviará 12 parlamentarios, el Jobbik (extrema derecha) ha sido la segunda fuerza con el 14,7% y tendrá 3 representantes en Bruselas, el partido socialista (MSZP) terceros con el 11% y 2 parlamentarios, cuarta ha sido la Coalición democrática (DK) de Gyurcsány con el 9,8% y que ha conseguido 2 escaños, después entra Együtt con el 7,22% y por último LMP (verdes) ha entrado, justito, con el 5% (que es el mínimo necesario para enviar representantes a Bruselas), los dos últimos con un asiento en el parlamento cada uno.
La participación ha sido bastante baja, tal y como se esperaba, con un 29%. De los poco más de 8 millones de húngaros llamados a las urnas, 2,3 millones han ido a votar. Mucha gente, harta de las enormes colas que se formaron en los comicios nacionales del pasado mes de Abril, directamente ni se planteó ir a votar esta vez. No obstante tampoco ha sido tan baja como la de la vecina Eslovaquia, que se ha quedado con un paupérrimo 13% de participación. En España la participación ha sido del 46%.
Nada nuevo bajo el sol: el Fidesz de Orbán siguen siendo la opción mayoritaria, los socialistas continúan en caída libre de la mano de Mesterházy y el Jobbik sigue consolidándose como la alternativa a Fidesz. Destacar la baja participación y la menguante confianza en la Unión Europa. Una Unión Europea que aquí, da trabajo (mal pagado), ayudas para el desarrollo (que son imprescindibles para mejorar este país), pero que se inmiscuye demasiado en asuntos propios y que, como se ha visto en esta crisis, poco hace por sus ciudadanos. Algo que en general ha ocurrido en todos los países (especialmente Francia, Reino Unido, Austria, Dinamarca y Grecia). No hay que olvidar que los húngaros son muy suyos (tanto o más que los ingleses), y que aunque comprenden que la UE es necesaria (más que nada porque Hungría está en sus manos, es una enorme fábrica barata exportadora para la UE), no les gustan muchas de las decisiones que se toman en la lejana Bruselas. Y de esto, Fidesz y Jobbik son expertos en sacarle rendimiento electoral.
Jobbik, con su discurso populista, patriota y de extrema derecha, sigue acaparando votos, aunque su crecimiento se ha estancado. Fidesz no parece tener rival, aunque sigue perdiendo votos, pero su enorme colchón con los rivales que aún tiene le permiten respirar tranquilo. Y como decíamos, la izquierda se desmorona. Si no llega una limpieza urgente (algo que lleva años pidiendo a gritos) no se sabe donde estará su fondo. Orbán puede dormir tranquilo de momento. El caso es que tras este fiasco electoral, el propio Attila Mesterházy ha anunciado que piensa dimitir. Vamos a ver qué pasa.
Los socialistas siguen sin levantar cabeza.
Por lo demás, la campaña electoral ha estado animada con las acusaciones a Béla Kóvacs, miembro del Jobbik en el parlamento de Bruselas desde 2010, de ser ni más ni menos que un espía ruso. El artículo apareció en el periódico Magyar Nemzet (cercano a Fidesz) 10 días antes de las elecciones, lo cual recuerda, y mucho, al escándalo Gábor Simon, que afectó a los socialistas, a pocos días de las elecciones nacionales para el parlamento húngaro del pasado mes de Abril, también desvelado por el mismo periódico. Casualmente poco se habló de los asuntos de corrupción de Fidesz, como el de Antal Rogán, quien reveló que tenía unas cuantas propiedades por Budapest que había olvidado declarar en años anteriores, y que no quedó muy claro como las había pagado. Lo cierto es que la noticia podría ser verdad, y ciertamente Béla Kovács está muy ligado a Rusia (allí se licenció, y su esposa es de origen ruso).
Por cierto, el mencionado Gábor Simón abandonó recientemente la prisión donde había ingresado para no obstaculizar la investigación que se está llevando contra él, bajo la acusación de tener varias cuentas en Austria no declaradas con importantes sumas de dinero y posteriormente, intentar abrir una cuenta en Hungría con un pasaporte falso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario