Tras el parón navideño del blog, comenzamos el nuevo año con un tema muy apropiado para regenerar el cuerpo tras estas fechas de excesos y celebraciones: las aguas terapéuticas húngaras.
Budapest puede ser considerada la capital mundial de los balnearios.Y es que repartidos por la capital húngara hay casi una decena de Spa. De algunos ya escribí en una entrada anterior sobre balnearios en Hungría, pero hoy toca centrarse solo en los de Budapest.
Budapest puede ser considerada la capital mundial de los balnearios.Y es que repartidos por la capital húngara hay casi una decena de Spa. De algunos ya escribí en una entrada anterior sobre balnearios en Hungría, pero hoy toca centrarse solo en los de Budapest.
He elaborado una especie de ranking según mi opinión y punto de vista, que no tiene porqué coincidir con la de todos. Además, creo que es conveniente dar una serie de consejos prácticos, ya que no es fácil guiarse por estos sitios: son bastante grandes, tienen muchos pasillos laberínticos, hay pocas indicaciones y carteles (que suelen estar solo en húngaro, a pesar de que la mayoría de los visitantes son extranjeros). Sin embargo, merecen totalmente la pena hasta tal punto que nadie debería marcharse de Budapest sin haber estado en al menos uno o dos de ellos. Si vamos por primera es importante tener algo de paciencia al principio y sobre todo tomárselo con humor. Una vez entremos en el agua termal calentita todo se ve de otra manera.
INFORMACIÓN BÁSICA:
En general hay que prestar atención a las tarifas, que varían en función de si vamos el fin de semana o entre semana, a partir de determinada hora, solo por la mañana, a pasar el día entero... También en algunos hay descuento para estudiantes (con carnet). Los diferentes precios pueden consultarse en la página web de cada balneario. Los vestuarios pueden estar separados por sexos o ser mixtos (con cabinas para cambiarse, claro), las duchas y WC en cualquier caso están siempre separados, obviamente. Casi siempre nos darán una pulsera magnética para la taquilla y que a veces nos permite el paso por tornos a determinadas zonas (depende del tipo de ticket que tengamos podemos tener acceso total o restringido).
Aunque depende del tiempo que vayáis a estar en Budapest, en mi opinión merece la pena pasar un día entero. Además de las piscinas, saunas y cabinas de masaje, hay zonas de descanso, tumbonas, restaurantes y cafetería, por lo que un día se nos pasa volando perfectamente en estos sitios. Sobre el baño, en general suele haber una o varias piscinas grandes para nadar, con el agua más bien templada (unos 26 ºC), y varias piscinas con agua más caliente (suelen venir las temperaturas indicadas, normalmente desde 32 ºC hasta un máximo de 42 ºC). En mi opinión la mejor es la de 38 ºC, más de esa temperatura es agobiante, y por debajo con el tiempo uno se queda frío. Claro que la subjetividad con las temperaturas del agua es tan diversa que justifica esta gran variedad. Lo mejor es probar todas y luego quedarnos más tiempo en las que más nos gusten. En general suele venir indicada la temperatura del agua así como el tiempo recomendado en cada una. No obstante hay un sencillo truco: las piscinas con más gente son muy calientes, en las que hay poca suelen ser un poco menos calientes, y las que están vacías son agua muy fría (suele haber siempre alguna, sobre todo al lado de las saunas, con temperaturas de 18-20 ºC). ¡La experiencia de salir de la sauna sudando a chorros y sumergirnos en este agua helada que se clava como cuchillos no es apta para cardiacos!
Normalmente no hace falta gorro para bañarse, a veces sí es necesario para las piscinas de natación, pero no para el wellness. Es recomendable llevar toalla (aunque en muchos sitios pueden alquilarse) o mejor aún albornoz. Las chanclas son también aconsejables. Y el bañador, claro.
1- Széchenyi
En mi opinión es el mejor balneario de Budapest. Son los más grandes en superficie y los más famosos junto con el Gellert (aunque el de Szechényi es mucho mejor bajo mi punto de vista). Sus espectaculares piscinas exteriores de aguas azuladas contrastando con las paredes amarillas del elegante edificio, junto con la gran cantidad de piscinas que hay dentro de él lo justifican. Además se encuentra en Városliget, un precioso parque con estanque, y cerca de Hösök tere (la plaza de los héroes) y al que se puede llegar paseando por la elegante avenida Andrássy o con la línea 1 de metro, de más de un siglo de antigüedad.
Los vestuarios son algo viejos, y están separados por sexos. También puede alquilarse una cabina privada por un poco más de dinero. Una vez en el patio, llegamos a las piscinas exteriores, las más famosas que aparecen en todas las guías turísticas. Sin duda todo un placer para los sentidos bañarse ahí, además puedes ver a los jubilados jugando al ajedrez en el agua. No están conectadas con el interior, así que en invierno o si hace frío toca correr un poco hasta el agua. Mejor si llevamos albornoz. La salida del agua también puede ser un poco dura. Al otro lado, enfrente de donde salimos, hay unas escaleras que conducen a la parte interior, donde hay varias piscinas más a diferentes temperaturas.
Si solo tenéis tiempo de visitar un balneario, mi recomendación son las termas de Szechényi, sin duda.
Precio: 4.100 forint (entre semana) ó 4.300 (fin de semana).
Dirección: Állatkerti körút 9-11
Dirección: Állatkerti körút 9-11
Página web: sp.szechenyifurdo.hu
2- Rudas
Es uno de los clásicos de la ciudad. Construido originalmente hace ya cinco siglos como baños turcos, ha sido recientemente renovado y ampliado, y se merece mi segunda posición en los balnearios de Budapest. Su funcionamiento es un poco complejo, pero si tenemos en cuenta unas pequeñas reglas podemos disfrutar de sus magníficas instalaciones. Antes el acceso era exclusivo para hombres, pero hace años por fin salieron de la cueva y permitieron el acceso femenino, aunque sigue habiendo ciertas normas: entre semana hay un día solo para mujeres, los martes, el resto de lunes a viernes es solo para hombres. Los fines de semana la entrada es mixta. Viernes y sábados también abre de 22 a 04 horas (por la noche). Mi consejo es evitar las noches, ya que están muy masificadas y además no abre la piscina de la azotea. Por desgracia, si vais en pareja solo queda la opción del fin de semana (cuando más gente hay), pero aún así merece la pena. El baño turco es espectacular, con una cúpula con varios filtros de colores que puedes mirar tan ricamente sumergido en el agua (y alucinar sin necesidad de drogas psicotrópicas). También tiene varias saunas a lo largo de un pasillo con compartimentos, y en los que la temperatura va progresivamente en aumento. A la salida hay unos cubos de madera colgando, puedes tirar de la cuerda y refrescarte (¡atención! vigyazz! están llenos de agua fría).
Al otro lado está la pisicina típica de nadar, con agua no tan caliente, y cruzándola llegamos a la parte nueva, con varias piscinas wellness (una de ellas a 42 ºC, en la que puedes experimentar lo que siente una langosta en sus últimos minutos de vida). Pero lo mejor, y que no todo el mundo sabe, es que hay unas escaleras que suben a un restaurante, y que si una vez pasado dicho restaurante seguimos subiendo llegamos a la azotea del edificio, donde hay una pequeña piscina circular de chorros con unas vistas impresionantes sobre Budapest y el Danubio. Más increíble aún es ver como anochece lentamente sobre la capita húngara.
La zona de taquillas es mixta, con cabinas para cambiarse de ropa, y duchas y baños separados. También funciona con pulsera magnética: una vez hemos guardado todo, ponemos la pulsera sobre el cierre y cuando se enciende la luz verde, cerramos la puerta y giramos el pestillo. Si a la vuelta no nos acordamos del número se puede consultar acercando la pulsera a unas pantallas que hay en la pared. Rara vez la pulsera no funciona bien, hay que pedir que nos la cambien. Hay varios tornos para acceder a las diferentes zonas, pero mejor si compramos la entrada completa.
Precio: 4.500 forint (entre semana) ó 4.800 (fin de semana)
Dirección: Döbrentei tér 9.
Página web: http://sp.rudasfurdo.hu/Dirección: Döbrentei tér 9.
3- Gellért
Es probablemente el más famoso, en parte por formar parte del hotel homónimo y por haber aparecido en muchos anuncios de televisión y revistas de viajes. Sin embargo, en mi opinión, no es ni de lejos el mejor balneario de Budapest. Sin duda son muy bonitos arquitectónicamente, todo un placer visual, pero tienen muchas menos piscinas que los otros, y son más caros. En verano hay una de olas en la parte exterior, pero tampoco es nada espectacular. Con esto no quiero decir que no merezcan la pena, si vais a visitar varios balnearios, desde luego una vez hay que ir a los Gellert, nadie se arrepentirá. Yo estuve hace varios años ya y no os puedo ayudar mucho más.
Precio: 4.900 forint (entre semana) ó 5.100 (fin de semana).
Dirección: Kelenhegyi út 4
Página web: http://sp.gellertfurdo.hu/
Dirección: Kelenhegyi út 4
Gracias x la info de tu blog. Me ayudaste a elegir Budapest para mi viaje
ResponderEliminarPues excelente elección, espero que la disfrutes, ya me contarás. Un saludo!
ResponderEliminarHe estado de turista en los dos balnearios y son excelentes. Para mi Szechenyi es mejor, pero cada uno tiene su encanto: puedes nadar a tu gusto, disfrutar de chorros de masajes ,hasta jugar si te provoca meterte en los remolinos de agua, en fin. En Gellert , más clásico, disfrutas de la arquitectuta oriental. Toda una expereincia.
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