De acuerdo, los últimos días escribí sobre cafeterías, pastelerías y brunch, pero ha llegado la hora de hablar sobre los restaurantes de Budapest. Hacerlo de todos es una tarea imposible, hay cientos de ellos en una ciudad de 1,7 millones de habitantes, ni siquiera sé cuales son los mejores (porque además esto es muy particular, depende de los gustos individuales), pero sí que puedo escribir acerca de algunos en los que he estado y me gustaron, y que puedo recomendar abiertamente a los lectores de este blog (o al menos esta entrada). Por otra parte hay que tener en cuenta que continuamente se abren y cierran restaurantes, por lo que es algo difícil tratar que este tema esté actualizado. En cualquier caso, ahí va una pequeña selección de restaurantes de Budapest:
Vintage Garden
Este restaurante abrió hace poco tiempo, y ha sido todo un éxito. Aparte de sus excelentes platos (os tengo que recomendar encarecidamente la hamburguesa Vintage, que contiene cebolla caramelizada, queso de cabra y bacon, una delicia), también probé la pasta y las ensaladas, y puedo recomendarlas también. Pero junto a la comida, lo mejor del restaurante es la decoración tipo vintage, con sus sofás, muebles clásicos y velas, que lo hace perfecto para cenas en pareja o con amigos. Tenéis que reservar con antelación si queréis estar en el comedor principal, el más bonito, si no conseguís mesa ahí al menos acercaos a echarle un vistazo. La mesa del rincón de las cortinas es sin duda la más bella de todas. Los precios eran relativamente baratos en sus inicios, pero tras el enorme éxito y afluencia que ha tenido han subido considerablemente, aunque sigue sin ser demasiado caro.
Dirección: Dob utca 21.
Mazel Tov
Situado en pleno barrio judío (Budapest tiene una gran herencia judía, especialmente el barrio VII, Erzsébetváros, y sobre todo la zona de las sinagogas), su nombre significa "buena suerte" en hebreo. Está en una especie de pabellón entre ruinas, una especie de "ruin pub" tan típico de Budapest con aire judío, lo que le da un toque exótico. La comida se basa es hummus, falafel, shakshuka y otros platos que mezclan vegetales mediterráneos, aceite de oliva, pan de pita y demás ingredientes típicos de su cocina. Os recomiendo el Shakshuka Merguez, que es shakshuka (un plato a base de salsa de tomate, verduras y huevo escalfado) con longaniza. La cantidad es un poco justa en mi opinión (pero yo soy de buen comer), los precios bastante asequibles.
Dirección: Akacfa utca 47.
Mi recomendación, Shakshuka Merguez.
Kőleves
Otro de los clásicos del barrio judío, fusiona cocina más tradicional con mediterránea y algunos platos hebreos, además de recetas vegetarianas. Su nombre significa literalmente "sopa de piedra", pero tranquilos, este plato no está en su menú. El restaurante interior, con una decoración bastante esmerada y tradicional, se amplía en verano con una terraza-jardín (Koleves kert) justo al lado, que funciona como "ruin pub" al aire libre. La comida es excelente, los precios moderados.
Dirección: Kazinczy 41.
Ensalada, quesos varios y alcaparrones, con pan tostado.
Most Bistro
Su menú consta de pastas, ensaladas, grill y sandwiches. Mi recomendación es el Most Club sandwich, que sirven con un pequeño cubo lleno de patatas fritas, regado con una cerveza de trigo Edelweiss. Hay algunos platos exóticos más como el chili con carne mexicano o el pollo tandori indio, no puedo hablaros de ellos pues no los he probado. Lo más impactante es que en los baños hay una chica a la entrada a la cual se le puede dejar una propina, algo que queda bastante cutre en un restaurante, pero bueno, esto es Budapest y el tema de los baños da para una entrada aparte (tema del que escribiré próximamente).
Dirección: Zichy Jenő 17.
Menza
Situado en la populosa Liszt Ferenc tér, Menza es uno de los restaurantes más populares de Budapest. Su menú diario, por algo más de 1.000 forint es muy recomendable, aunque también tienen carta.
Dirección: Liszt Ferenc tér 2.
Déryné Bistro
Es un restaurante situado en Buda, en Krisztina tér, alejado del centro pero que merece la pena. La carta no es muy variada pero los platos son deliciosos, el precio no está mal. Muy cerca está el Csészény kávézó en el que se puede culminar la comida con su café.
Dirección: Krisztina tér 3.
Las albondiguitas que me acuerdo eran más chiquitas y una pasta que la pasaban por una especie de colador.
ResponderEliminarLA SALSA ME ENCANTABA .
Era media enferma del hígado de chiquita y mi mamá ,a propósito no aprendió a hacer ese plato.
Recuerdo que un día fuimos a DEBRECEN y el pastor de una iglesia gigantesca ,en la casa de parroquias nos hizo preparar unas de esas albóndigas que estaban super!!!!!
Recuerdo que en el viaje de regreso tenían que parar a cada ratos para que yo tomara aire.Mi pobre hígado quedó mal.