miércoles, 26 de octubre de 2016

Una curiosa placa en Buda

Es difícil encontrarla, pero ahí está, sorprendente, en plena Budapest una placa en uno de los muros del Castillo de Buda escrita en español con el siguiente texto: "por aquí entraron los 300 héroes españoles que tomaron parte en la conquista de Buda", y debajo, en húngaro, lo mismo: "Itt nyomult be a várba 300 spanyol hös a kik Buda felszabaditásáért harcoltak".  Además, sobre el texto, puede verse el escudo de los reyes católicos, el de la 2º república española y el de Hungría. Pero, ¿cuál es el origen de todo esto?





En 1686 los soldados húngaros, junto a la ayuda de numerosos ejércitos europeos cristianos se encontraba en plena reconquista de la gran región europea ocupada por el Imperio Otomano. Tres años atrás tuvo lugar la batalla de Viena, y ahora ocurría la batalla de Buda. La Liga Santa, un ejército de alrededor de 74.000 hombres procedentes de casi todos los rincones europeos (escandinavos, germanos, latinos, eslavos...) combatían codo con codo en la reconquista de Buda, la capital histórica húngara, ocupada por los otomanos siglo y medio antes, hecho que obligó a trasladar la capital magiar a la ciudad de Pozsony (ahora llamada Bratislava y actual capital de Eslovaquia).

El ejército aliado logró hacer retroceder a los turcos hasta el Castillo de Buda, donde se replegaron y aguantaron un largo asedio. Finalmente, tras un fuerte bombardeo con artillería, se produjo el asalto final, retomando el Castillo y con ello logrando la capital Buda de vuelta a manos magiares. La historia cuenta que los primeros que lograron penetrar la muralla fue un grupo de 300 soldados españoles, haciéndolo por el punto donde se encuentra esta placa. Se colocó allí en el año 1934, por ello el escudo de la 2º república española. El escudo de los reyes católicos se supone que es en homenaje a la reconquista cristiana, ya que no coinciden con el período histórico (reinaba por entonces Carlos II).

Junto a esta placa aún más sorprendente es encontrar otra en lengua catalana, colocada en el año 2000 por la Generalitat en homenaje a los catalanes que ayudaron en la reconquista de Buda.






Un lugar un tanto curioso que pude visitarse en un bello paseo una húmeda mañana de otoño, como fue en mi caso, donde tomé las fotografías de esta entrada. Todo un placer estirar las piernas por esta joya de la capital húngara con el incipiente colorido de esta época del año, sin el bullicio de los turistas veraniegos habituales.



sábado, 15 de octubre de 2016

Atentado en Budapest: continua la búsqueda del autor

Hace más de dos semanas de la explosión del Nagykörút de Budapest (en concreto en la avenida Teréz, en el portal 2-4), en plena noche de sábado, que hirió a los dos policías que pasaron junto al artefacto explosivo previamente colocado por un individuo, que se encuentra en busca y captura por la policía húngara. Pese a todo este tiempo, las numerosas imágenes y vídeos difundidos donde se ve al autor de este atentado, aún no ha sido detenido. El artefacto era de fabricación casera, al que se añadieron clavos para aumentar los daños, que fueron hallados en las inmediaciones.


Lugar de la explosión la noche del suceso.
fotografía: index.hu


Lo que se ha averiguado durante este tiempo es que, tal y como se creía, fue una acción premeditada contra la policía. No en concreto contra la patrulla que pasaba junto allí (se descarta así, en principio, la teoría sentimental, ya que la agente herida era famosa en Hungría por participar en las campañas publicitarias de la policía debido a su buena presencia). Sin embargo, sus familiares y amigos cercanos no han reconocido al sospechoso. Los dos agentes heridos no recuerdan por el momento nada del suceso, aunque no se descarta que a medio plazo recuperen la memoria de aquellos minutos. Hace días que se encuentran fuera de peligro y abandonaron la Unidad de Cuidados Intensivos. También se ha descartado un posible origen islamista.

La teoría que últimamente gana más adeptos es de que el suceso esté relacionado con la extrema derecha, sobre todo porque la noche del atentado se cumplía el 10º aniversario de las manifestaciones y los violentos sucesos en Budapest tras el famoso discurso de Balatonőszöd. Para quienes no lo sepan, en Septiembre de 2006, después de que el Partido Socialista Húngaro ganase las segundas elecciones consecutivas, y con Ferenc Gyurcsány como primer ministro de Hungría, se filtró la grabación de un discurso a puerta cerrada protagonizado por el propio Gyurcsány ante la cúpula de su partido, en la localidad de Őszöd, en el lago Balaton, que se había celebrado unos meses atrás, donde en un lenguaje totalmente impropio de un discurso político y más apropiado para un kocsma, confesaba que se habían falseado las cuentas del país de cara a la UE, que el Estado húngaro se encontraba al borde de la bancarrota y que si la economía húngara aún no había colapsado era por la divina providencia. Con esto trataba de justificar delante de su Partido la necesidad de realizar una política social y económica totalmente diferente a la anunciada en la campaña electoral, es decir, que reconocía de forma abierta haber mentido descaradamente para ganar las elecciones.

No se sabe muy bien cómo, ni quién, pero el hecho es que alguien grabó este discurso y meses después se publicó en los medios. Ni que decir tiene que los días posteriores fueron un terremoto en las calles de las principales ciudades húngaras, especialmente en la capital, la gente salió a manifestarse, hubo incidentes y revueltas violentas, se asaltó la TV pública húngara e incluso alguien consiguió arrancar un tanque expuesto en una plaza de Budapest en una exposición sobre la revolución de 1956, (de hecho mucha gente consideró esos días como la revolución de 2006). Con el tiempo las cosas fueron calmándose, pero el gobierno quedó totalmente desacreditado.

En cualquier caso, retomando la noticia y el tema original de esta entrada, gracias a las múltiples cámaras de vigilancia de los comercios del Nagykörút, se han logrado mejores imágenes del autor del atentado, descrito por la policía como un varón de unos 20-25 años y 1,70 de altura, que vestía un gorro blanco de pescador, una sudadera oscura con gorro, pantalones grises, deportivas y una mochila de color azul comprada en Aldi, y que según testigos hablaba en húngaro. En las imágenes del anterior post se le veía caminar durante un buen rato por la zona donde luego colocaría la bomba y detonaría cuando pasaba la patrulla de policías. Previamente había entrado a un supermercado, donde se ha obtenido una grabación de buena calidad de el individuo. Después siguió caminando hasta Népliget, cambiándose de ropa dos veces por el camino: cambió el gorro de pescador por una gorra de béisbol, y una cazadora de color rojo, además esquivó las cámaras con mejor resolución del trayecto (con lo que se sospecha que el autor había estudiado la ruta de huída a la perfección). Allí se le pierde el rastro, probablemente tomó algún autobús, ya que allí se encuentra la principal estación de autobuses de Budapest, con muchos destinos internacionales, o bien pudo tomar un vehículo privado o un tren desde la estación de Ferencváros. En cualquier caso la policía aún no lo ha identificado, o al menos no lo ha hecho público, y el hecho de que sigan transcurriendo los días y apenas haya noticias resulta un tanto extraño.

También se ha considerado la posibilidad de que haya sido un ex-policía expulsado del cuerpo por motivos disciplinarios, o incluso un lobo solitario que hubiese sufrido violencia policial y buscase venganza. Veremos como termina finalmente esta historia y si finalmente se logra detener al sospechoso y conocer los motivos que le llevaron a cometer esa acción.


El autor del atentado, con la mochila portando la bomba en su mano derecha.

Fotografía mostrando la mochila donde probablemente llevaba la ropa para cambiarse tras la explosión.

El autor antes de la explosión (derecha) y tras cambiarse la ropa, con la cazadora roja y la gorra de béisbol.

Fotografía estraída de las cámaras de seguridad de un supermercado al que entró poco antes de la explosión.
fotografías: index.hu


Por último dejo un vídeo del supermercado donde entró el autor del atentado antes de que hiciese explosionar la bomba, y del cual se extrajo la fotografía anterior:


http://indavideo.hu/video/A_FELTETELEZETT_TEREZ_KORUTI_ROBBANTOROL_KESZULT_UJABB_FELVETELEK?

miércoles, 12 de octubre de 2016

Polémico cierre del diario Népszabadság

El pasado 8 de Octubre se anunció por sorpresa el cierre del diario húngaro Népszabadság (Libertad del pueblo, en húngaro), el principal periódico de ideología de centro-izquierda liberal de Hungría y opositor al gobierno conservador de Fidesz y del primer ministro Viktor Orbán (algo así como El País en España). Y fue tal la sorpresa que de hecho sus trabajadores se encontraron esa misma mañana con que no podían acceder a las oficinas y que sus cuentas de correo del periódico se habían cancelado, enterándose en ese momento del cierre, sin ningún tipo de aviso previo.


Último Népszabadság publicado en papel.


El diario Népszabadság comenzó a publicarse en el año 1956, fue el periódico oficial del régimen comunista y actualmente atravesaba una época difícil. Pertenecía a la empresa Mediaworks, que anunció que en los últimos años había generado pérdidas por valor de 16 millones de euros, y que en 10 años su tirada se había reducido en un 74% (se puede ver este dato en su web nol.hu). Argumentan que las pérdidas de este diario ponían en peligro el resto de publicaciones del grupo (sobre todo regionales y provinciales). En 1994 la tirada del Népszabadság era de unos 300.000 ejemplares y este año rondaba los 37.000.

La polémica ha surgido de los propios trabajadores del diario, que calificaron el cierre como "medida golpista", y los principales partidos de la oposición y medios de comunicación opositores al gobierno, que hablaron de peligro para la libertad de prensa en Hungría y control de los medios por parte del gobierno de Orbán. Esa misma tarde unas 2.000 personas se concentraron ante el parlamento húngaro para expresar su apoyo al diario, y varias personalidades reunidas denunciaron la persecución a la libertad de prensa en el país. El portal HVG recordó que en los últimos tiempos se hablaba de que Mediaworks fue venido a un propietario cercano al gobierno. Esta teoría ha sido ampliamente difundida por la prensa extranjera, que una vez más ha acusado al gobierno húngaro de ultraderechista, dictadura y demás. Esos han sido, como siempre, sus únicos argumentos. En mi opinión, esta teoría merece ser investigada, pero con más seriedad.



Manifestación frente al parlamento contra el cierre del Népszabadság.
fotografías: index.hu


El Estado húngaro es una democracia, su gobierno ha ganado varias elecciones por mayoría absoluta en unos comicios transparentes, no es una dictadura, ni siquiera tiene ideología de ultraderecha en absoluto. Ahora bien, si es cierto que el periódico opositor fue adquirido por alguien afín al gobierno, puede que haya algo más detrás. También sorprende que el cierre haya sido tan repentino, y justo después del referéndum sobre las cuotas obligatorias de refugiados de la UE. Y no olvidemos que efectivamente Népszabadság destapó muchos casos de corrupción en Hungría que afectaron a Fidesz. Como dije, hay dos teorías válidas, la económica y la del control de prensa. Pero hay que investigarlas con seriedad y rigor periodístico, y no hablar desde la ignorancia profunda o desde la manipulación facilona de siempre. Incluso he llegado a leer que había cerrado el último periódico opositor al gobierno, algo rotundamente falso (de hecho la mayoría de medios son opositores al gobierno de Orbán, y como ya escribí en este blog, uno de los principales diarios afines al gobierno, Magyar Nemzet, propiedad del oligarca Lajos Simicska, dejó de serlo tras la guerra mediática entre el propio Simicska y Orbán, hace algo más de un año).

Los dueños del Népszabadság declararon que el cierre del diario fue una decisión puramente económica, por el gran descenso de ventas y las pérdidas económicas de los últimos años. Y poco hay que contestar al respecto, Hungría es un libre mercado donde el diario pertenecía a una empresa privada con derecho a cerrarlo si perdían dinero con él (hace gracia ver a la oposición socioliberal húngara, que tanto defiende el libre mercado, apoyando y exigiendo mantener un diario abierto mientras da pérdidas). El gobierno no ha realizado ningún comentario al respecto. El diario Magyar idők (favorable al gobierno) hablaba de factores puramente económicos. El diario Origo (favorable al gobierno) enfatizaba que el cierre era inevitable por las pérdidas económicas. El Népszava (opositor) escribía que pese a las pérdidas económicas, estábamos ante un movimiento calculado que se traducía como un serio ataque a la libertad de prensa y la democracia. El 444 (opositor) hablaba de sin duda una maniobra política en toda regla. Opiniones, en resumen, para todos los gustos.

Los partidos de la oposición difundieron la idea de que Orbán intentaba, una vez más, suprimir la libertad de prensa en Hungría y ganar el control total de los medios de comunicación. Los socialistas hablaron de viernes negro y ataque a la democracia y convocaron una manifestación junto a las oficinas del diario esa tarde. Alrededor de 2.000 personas se reunieron frente al parlamento de Budapest para protestar frente al cierre y algunos de estos que hablaban de ataque a la democracia llegaron incluso a quemar ejemplares del Magyar Idők. ¿Os imagináis en España que cierre El País y la gente se manifieste quemando ejemplares de otros periódicos? Pues hasta ese punto hemos llegado en Hungría.


Niños junto a banderas de la UE, todo un clásico en estas manifestaciones opositoras.

Algunos manifestantes queman ejemplares del Magyar Idők.

lunes, 3 de octubre de 2016

Resultados y análisis del referéndum del 2 de Octubre

Ayer, domingo 2 de Octubre de 2016, se celebró en Hungría el referéndum sobre las cuotas migratorias impuestas por la UE. La pregunta lanzada era la siguiente: ¿Quiere que la UE, sin la aprobación de la Asamblea Nacional, imponga el asentamiento obligatorio de ciudadanos no húngaros en Hungría? Estaban llamados a las urnas 8.261.394 ciudadanos para responder a esta pregunta con su papeleta. Para que el resultado fuese válido, la legislación húngara requiere al menos un 50% de participación ciudadana. Desde el comienzo se sabía que iba a ganar el "No", lo que no estaba tan claro era que se llegase a este quórum necesario.

Los resultados han sido los siguientes: la participación fue finalmente del 43,35%, votaron 3.581.267 ciudadanos (es decir, que el referéndum no fue válido de acuerdo con la actual ley húngara). El 98,33% (3.282.723 personas) votó "No" a las cuotas de la UE, y el 1,67% (55.758 votos) fueron un "Sí" a dichas cuotas. 223.258 votos fueron inválidos (el 6,27%). He aquí una forma más gráfica de ver los resultados:


Arriba, porcentaje de votos válidos (40,41%) frente a votos inválidos + abstenciones (59,59%), siendo el 100% el total de población con derecho a voto (8.261.394 ciudadanos). Abajo, del total de los votos válidos, votos al "Sí" (1,67%) y al "No" (98,33%).


Mapa de la participación por provincias. En ninguna se llega al 50%. Llama la atención que las regiones con mayor porcentaje de participación fueron las más afectadas por la crisis migratoria (aquellas fronterizas con Austria o Serbia).
imágenes: valasztas.hu 


Es decir, el resultado del referéndum fue un rotundo rechazo al sistema de cuotas obligatorias de la UE, prácticamente de un 100%, una cifra que puede considerarse bastante llamativa. Sin embargo, debido a que la participación no fue superior al 50%, el referéndum no es válido. Lo cual tiene una doble lectura: el gobierno habla de éxito rotundo, la oposición de derrota escandalosa. Y como siempre, ninguno tiene razón. Algo parecido ocurre en los medios de comunicación, especialmente en los españoles (que son los que más sigo).

Es muy triste que apenas encuentre un análisis medianamente serio del referéndum, porque claramente cuando la participación es baja y el resultado tan rotundo, hay dos noticias, y es triste que cada uno se calle una y magnifique la otra hasta niveles insoportables: para unos fue una catástrofe, para otros un gran resultado. Eso obviamente no puede ser verdad, así que yo voy a analizar las dos cosas: por un lado el fracaso del gobierno con la participación, que el gobierno calla y la oposición y los medios han publicado a los cuatro vientos, y, por otro, el claro resultado contra las cuotas, con el que el gobierno saca pecho y oposición y medios callan o no analizan.

El nivel del periodismo en España, lo he dicho muchas veces en el blog, es lamentable, bajo mínimos, de una calidad ínfima. Las noticias están mal redactadas (cuando no tienen directamente fallos ortográficos), y son descaradamente manipuladas y subjetivas, no se molestan en maquillarlo o disimularlo. Al menos medios como la BBC manipulan las noticias de una manera más sutil, hablando de lo que interesa y callando lo que no, pero redactan bien y aparentan objetividad, en España eso no ocurre, claro que la BBC paga mejores salarios y así logra buenos "profesionales", y los medios españoles ofrecen, en su mayoría, trabajo basura que atrae a becarios subcontratados (y así les luce el pelo).

Yo escribo este humilde blog que apenas lee nadie si lo comparo con los grandes periódicos españoles. No gano un solo euro por ello, es un "hobby" de tantos que tengo, y por ello a mí nadie me paga por escribir, y puedo redactar lo que me da la gana, sin que pase por el filtro de ningún jefe que responde a los intereses del oligarca o su marioneta política de turno, o sin tener que encajar mis artículos en la ideología de ningún periódico (que como decía uno de mis profesores, solo dicen dos verdades: la fecha y el precio), y eso es lo que me puede dar algo de credibilidad, junto a mis años vividos en Hungría, pese a no ser húngaro.

Ya he explicado en el blog, lo saben los lectores habituales, que el gobierno de Orbán es de derechas, conservador, económicamente relativamente social y progresista, pero no es de ultraderecha, ni xenófobo, ni fascista (lo dice un extranjero que ha vivido años en Hungría, algo sabré de xenofobia). Eso son cosas inventadas por los medios desde que comenzase con polémicas leyes que atraían cierto poder al Estado procedente de manos privadas extranjeras. Solo desde entonces comienzan a satirizarle desde la UE, porque cuando en los años 80 criticaba al gobierno comunista y pedía la democracia y el liberalismo, era el ojito derecho de occidente. En cualquier caso, la pregunta formulada por el gobierno no es xenófoba, por mucho que se empeñen algunos medios, y si alguien lo duda puede volver a leerla. Tampoco se ha explicado porqué el gobierno estaba en contra de las cuotas, más allá de porque fuese fascista, xenófobo o de ultraderecha.

Dicho esto, entremos en faena. Como decía, del referéndum se extraen claramente dos conclusiones:

1) La baja participación, menor del 50%. Para el pueblo húngaro, el asunto que ayer se debatía tenía una importancia más bien baja, es decir, que no es una de sus principales preocupaciones el que Bruselas imponga unas cuotas obligatorias de acogida de refugiados o inmigrantes. Recordemos una vez más que el referéndum no es xenófobo, porque no se rechaza a los extranjeros, sino a las cuotas impuestas por la UE sin que el tema se debata en el parlamento húngaro.

2) Más del 98% de votos contra la cuotas. Es decir, que el pueblo húngaro esta en su inmensa mayoría contra las cuotas, si extrapolamos este resultado al grueso de la población húngara que no fue a votar, considerando a los votantes una muestra del total de habitantes.

Resumiendo, la conclusión que se extrae es que la gran mayoría de los húngaros están en contra de las cuotas, pero el asunto no les parece tan importante como para molestarse en ir a votar. Esto se explica por tres razones:

1) Que el referéndum no era vinculante, es decir, que aunque ganase el "No" con más de 50% de participación, no significaba que se suspendiesen dichas cuotas, sino que en realidad nada cambiaba.

2) Que para la gran mayoría de los húngaros este problema es de una importancia secundaria o terciaria, vamos, que tienen mayores preocupaciones en su vida cotidiana. Empezando por la economía, en un país donde la vida es difícil para la mayoría de sus habitantes y los salarios mucho menores que en el oeste de la UE.

3) Además, para hacer un correcto análisis de estos resultados al público occidental, hay que explicar que en Hungría, como en casi cualquier país del este de la UE o incluso de Europa, el hecho de que un referéndum o unas elecciones tengan baja participación (sobre todo si hablamos de un 40%, como en este caso) no es ninguna novedad, de hecho es el pan de cada día, y casi puede ser considerado bueno. El porqué está muy claro: sin pelos en la lengua, en estos países la mayoría de la gente tiene muy claro que, políticamente manda Bruselas, económicamente mandan las empresas de USA-Europa occidental, y los políticos correspondientes (en este caso húngaros) no son nada más que meros títeres o marionetas ejecutoras de las decisiones que toman los anteriores. Lo único que varía es que haya políticos aplicados, que hagan ciegamente los deberes de Bruselas o Berlín, como por ejemplo lo fue Gyurcsány (el anterior primer ministro, del Partido Socialista), o que lo hagan políticos más "respondones" o díscolos, como Orbán, que en realidad hace lo mismo, pero protestando y dando contestaciones al jefe. Los países del este de la UE llegaron tarde a la fiesta de la democracia y el capitalismo, cuando estaba todo el pastel servido, y se tuvieron que conformar con las migajas que quedaban, migajas que no suelen bastar para calmar el apetito de su pueblo, por lo que sus gobiernos tienen que montar estos "shows" políticos para seguir teniendo algo de credibilidad.

Sin ir más lejos, Orbán comparaba ayer estos resultados con los de los referéndum de la entrada de Hungría a la UE y a la OTAN. En aquella ocasión (gobernaba el Partido Socialista), dada la tradición abstencionista de los ciudadanos húngaros, se modificó la ley para que no fuese necesario llegar al 50% (posteriormente se volvió a instaurar esta norma, que se ha mantenido en el referéndum de ayer). La participación fue del 46% (en el del ingreso a la UE) y 49% (en el de ingreso a la OTAN), es decir, que con la ley actual no habrían sido válidos. Y de hecho, comparativamente, hay más votos en contra de las cuotas que los que hubo a favor de entrar a la UE (que fueron el 84%, es decir, 3.056.027 votos a favor del ingreso en la UE, por los 3.282.723 contra las cuotas de ayer).


Gobierno presidido por Orbán, ayer a la noche, en la rueda de prensa tras conocerse los resultados del referéndum.
fotografía: index.hu


Si bien al gobierno de Orbán no le falta razón cuando compara los referéndum, me parece bastante triste que él y Fidesz, que aceptaron las reglas del juego (requerir un 50% de participación), y que para tratar de incentivar el voto de los ciudadanos hicieron una campaña implacable y muchas veces ridícula o directamente de mal gusto, derrochando dinero público, y que, al no haberlo conseguirlo, ahora le reste importancia y se quede solo con los votos, ignorando la escasa participación, cuando sabía de antemano que el referéndum estaba ganado y que su verdadera lucha era forzar la participación, en lo que ha fracasado. Si vamos a criticarle, hagámoslo con argumentos verdaderos y no con falacias o insultos.

En cualquier caso aquí no se debatía acoger refugiados o no, lo que se debatía era la forma de hacerlo, es decir, que fuese por imposición de la UE, me río cuando algunos medios llaman a las cuotas "solidarias". La solidaridad nace motu propio, no se impone por terceros, si se impone ya no se llama solidaridad, sino obligación. Y lo más importante de todo: las cuotas son absurdas per se, ya escribí sobre ello hace tiempo (aquí el enlace a dicha entrada), y si uno se para a analizarlas seriamente, se da cuenta en pocos minutos de que no tienen ningún sentido. No benefician ni a los ciudadanos ni a los refugiados.

Las cuotas obligatorias, no lo olvidemos, fueron idea de Angela Merkel cuando entró en pánico vista la muchedumbre (compuesta por miles de personas huyendo de la guerra junto a una mayoría de gente que lo hacía de países seguros aunque subdesarrollados), que se dirigía a Europa por su craso error diciendo que Alemania iba a acoger a todos los refugiados (a sabiendas de que no podía hacerlo), y sospechosamente después de que el jefe de la patronal alemana, Ulrich Grillo, saliese en los medios diciendo que Alemania necesitaba mano de obra barata. Por cierto, en su momento se acusó a György Soros de estar detrás de esta oleada migratoria, pues bien, hace poco anunció la creación de varias empresas privadas para ayudar a los gobiernos a gestionar a los inmigrantes, es decir, que ahora la teoría aún cobra más sentido (va a abultar aún más sus cuentas bancarias gracias al dinero público, y qué mejor negocio que el de la "solidaridad").

En su momento, muchos gobiernos se negaron a estas cuotas, entre ellos el español, pero después llegó "la doctrina del shock" (porque hay que reconocer que fue mucha casualidad que fuese justo en ese momento), la famosa imagen del niño ahogado en la playa turca. Solo entonces, tras una intensa y breve campaña mediática, muchos gobiernos las terminaron aceptando (aún así quedaron varios países que seguían negándose).

Veremos a ver qué ocurre ahora, de momento el gobierno húngaro ha dicho que, pese a ser inválido el resultado, se queda con la copla de ese 98% de votos contra las cuotas y que lo introducirá en el parlamento de cara a modificar varias leyes. Dada su amplia mayoría (no absoluta, como algunos medios mencionan erróneamente), no va a tener muchos problemas en hacerlo, así que en realidad la validez del referéndum tampoco era muy importante, salvo de cara a su imagen, que finalmente ha salido más deteriorada. Seguiremos al tanto de todo ello.
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